PáginaI12 En Italia

Desde Milán

Jueces y fiscales, poseídos por una retórica moralista que apenas disimula sus preferencias políticas, han contribuido a la restauración conservadora latinoamericana. La justicia hondureña trabó una guerra que desembocó en la caída del ex presidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009, tres años antes que su colega paraguayo Fernando Lugo, quien ahora se perfila como favorito para las elecciones de 2018. Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva, líderan los sondeos en Paraguay y Brasil pero sólo podrán ser candidatos el año que viene si sortean las trampas tendidas por jueces parciales.

El perseguidor de Lula es un magistrado de primera instancia, Sergio Moro, que dice haberse inspirado en la causa italiana Manos Limpias (Mani Pulite).Personaje idolatrado en las movilizaciones por la a caída de Dilma Rousseff, Moro escribió el prólogo del libro “Operación Manos Limpias”, lanzado el año pasado en San Pablo, en un evento donde hubo expresiones de apoyo al golpe y posterior ascenso de Michel Temer.

“Se han escrito artículos, ensayos y hasta tesis sobre Mani Pulite, ese proceso se convirtió en una referencia en varios países de América Latina,  como sucede ahora en Brasil a través del juez Moro con la causa Lava Jato (sobre escándalo en Petrobras). No quiero hablar del juez Moro en particular, pero hablando en términos generales francamente yo no estoy seguro de que sea correcto hacer esa comparación entre los procesos Mani Pulite y Lava Jato” plantea el ex juez y fiscal Gherardo Colombo,uno de los responsables de esa causa que estremeció al sistema político peninsular.

Colombo recibió a PaginaI12 en su sencillo despacho de un predio elegante ubicado en la Via Giuseppe Parini, en Milán, donde 25 años atrás se destaparon los primeros sobornos pagados por empresarios a políticos, en lo que pocos meses después sería el conocido como el escándalo de la “tangentópolis” .  

“Me falta más información sobre el proceso por corrupción en Petrobras, sé que hay políticos y empresarios importantes condenados. Yo no daré consejos sobre qué hacer en Brasil, o en otros países latinoamericanos frente a la corrupción, sólo digo a aquellos magistrados que toman como ejemplo a Mani Pulite, que no se hagan grandes ilusiones. Aunque los miembros del poder judicial se esfuercen, es un error que piensen que pueden ser los  salvadores de la patria” apunta Colombo, quien ostenta un currículum  judicial extraordinario.

En los años 80 investigó a la Logia P2 (Propaganda Dos), la organización masónica dirigida por Licio Gelli, a la que también perteneció el ex dictador Emilio Masera. Más tarde Colombo fue el cerebro del grupo de fiscales de Milán que desmontó la telaraña de coimas que salpicó a prácticamente todas las fuerzas políticas, principalmente los por entonces hegemónicos Democracia Cristiana y el Partido Socialista.

Y en la década pasada integró la Corte italiana, de la que se fue para dedicarse a ofrecer conferencias a estudiantes y escribir libros, el más reciente de los cuales titulado Carta a un hijo de Mani Pulite.

“Renuncié a la magistratura en 2007, después de más de 30 años en el poder judicial y cuando todavía me restaban 14 años de actividad por varios motivos, tal vez el más importante fue haber comprobado que los procesos penales por sí solos no sirven para acabar con la corrupción.

Lamentablemente hoy en Italia no ha disminuido el cuadro de corrupción si lo comparamos con la situación que teníamos a principio de los años 90, lamentablemente la herencia del Mani Pulite no fue satisfactoria.

Esa herencia no estuvo a la altura de las expectativas a que ella dio origen, la mayoría de los acusados hoy están en libertad.

No politizar

–Le propongo hablar de América Latina, el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el brasileño Roberto Caldas, lamentó los golpes “institucionales” ocurridos en Honduras en 2009 y Paraguay en 2012. Raúl Zaffaroni, uno de los mas importantes penalistas de la región y miembro de la CIDH habló de la “complicidad” de algunos jueces en los golpes y consideró como oportunistas a los jueces brasileños que citan Mani Pulite para propiciar el golpe contra Dilma Rousseff.

–Tengo pocos elementos para poder hablar sobre América Latina pero he sabido que hay algunos problemas y que se vive un clima de inestabilidad en algunos países. Sobre lo dicho por el juez Zaffaroni no tengo más que coincidir, nosotros, los responsables de Mani Pulite, nunca trabajamos para alentar un golpe ni para hacer política de forma oblicua. Utilizar la magistratura para hacer política es algo que está en contra del juramento de imparcialidad y neutralidad. El juez no puede hacer política ni ser más severo con un sospechoso porque este sea político.

–El ex presidente Lula denunció a Moro ante la ONU por persecución y violación de su derecho de defensa

–No estoy informado sobre esta apelación a una instancia supranacional.

–¿Apelar ante organismos internacionales amenaza la actuación de los jueces?

–No me parece que eso se negativo, al contrario, los jueces al igual que los políticos y los gobernantes son pasibles de controles. Acá tenemos la Corte Europea de Derechos Humanos que cumple una función muy válida en la revisión de las causas judiciales que merecieron cuestionamientos en algunos países. Los jueces no son infalibles, nosotros hemos investigado a jueces y descubierto casos en los que algunos cometieron acciones dolosas.

–¿Cómo deben proceder los jueces cuando el sospechoso es un político?

–Los jueces tienen que trabajar sobre las denuncias de delitos. Durante el proceso de Mani Pulite nosotros investigamos a empresarios, a miembros del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. Hubo más de mil detenciones preventivas. En el caso de congresistas sospechados de corrupción frecuentemente el Parlamento no concedía la autorización para que se detenga a los parlamentarios. Investigamos todas las denuncias que nos llegaban, en Italia es obligatorio investigar toda noticia de delito. Si leo en el diario que usted mató a su esposa debo obligatoriamente  investigarlo… Si recibo una carta donde me dice que un parlamentario cobró soborno de 10 millones ¿Qué hago? Tengo que investigar. Yo creo que el magistrado tiene que investigar e incluso obstinarse en llegar hasta la verdad, pero a veces hay magistrados que exageran en su obstinación detrás de un sospechoso. 

–La obstinación de los jueces es una virtud o un defecto?

–Eso depende del caso, cuando pensamos en los jueces (Paolo) Borcellino y (Giovanne) Falcone que estaban obstinados en investigar la actuación de la mafia, vemos que su empecinamiento era totalmente justificado, y por eso los asesinaron a ambos (en 1992 en Palermo, feudo de la Cosa Nostra) , pero en otros casos la obstinación puede ser algo inconveniente. Cuando se trata del empecinamiento del juez sobre un investigado en especial esto puede ser subsanado en el tribunal de alzada o en la Corte, a través de apelaciones.

Cuando un magistrado se obstina en ver aquello que no existe, cuando se obstina en investigar a una persona sin tener pruebas o elementos ese magistrado ha traicionado su profesión, por eso sostenemos que el juez debe ser ante todo independiente e imparcial, y debe cumplir lo que indica el Código de Procedimiento, que es muy claro sobre los límites a las detenciones preventivas. El artículo 274 es muy preciso sobre las restricciones que tenemos para privar a alguien de la libertad.

–Para algunos Mani Pulite fue determinante en la implosión del sistema político tradicional y el surgimiento de un outsider Silvio  Berlusconi.

– Eso se ha dicho muchas veces y es una afirmación que considero equivocada. Berlusconi venció en las elecciones de 1994, luego perdió en las de 1996, después venció en las de 2001, luego perdió otra vez. Su suerte electoral no fue consecuencia de nuestro trabajo como procuradores.

El hecho es que a nosotros se nos enrostró todo tipo de acusaciones, unos dijeron que nuestra labor permitió el ascenso de Berlusconi, mientras Berlusconi decía que nosotros favorecíamos al Partido Comunista y que éramos fiscales “rojos. Desde mi punto de vista la crisis de los partidos tradicionales tiene otra explicación que fue la caida del muro de Berlín en 1989. Poco después de esa caida el Partido Comunista cambió de nombre una vez (Partido Democrático de Izquierda) y después volvió a cambiar (actual Partido Democrático). En los 90 desapareció la Democracia Cristiana, que era la fuerza principal después de la guerra. ¿Y por qué desapareció? ¿Fue por Mani Pulite?. Yo creo que no. La Democracia Cristiana acabó porque una de las razones de su existencia era contener al comunismo (PC italiano era el más poderoso de occidente y estaba pronto para llegar al poder por la vía electoral)  y con el fin de la Unión Soviética esa motivación acabó.

–¿Pueden surgir nuevos Berlusconis?

–Esa posibilidad nunca puede ser descartada, mucho más cuando vemos como crece actualmente el desencanto de la opinión pública con los políticos, como se está viendo ahora en Italia, donde además vemos que algunos políticos promueven el odio a los inmigrantes, su segregación y las barreras a su ingreso al país.