Defensa y Justicia alcanzó la elite del fútbol argentino por primera vez en mayo de 2014, de la mano de Diego Cocca. Desde aquel momento a éste –en el que se encuentra en lo más alto de la Superliga y sueña con birlarle el campeonato a Racing–, la institución apuesta por el fútbol ofensivo y el buen trato de pelota como rasgos identitarios. Siguiendo esa línea, Sebastián Beccacece llegó a fines de 2016 para suceder a Ariel Holan. Tras ocho meses de trabajo y resultados positivos, abandonó el club para recalar en la Selección como ayudante de campo de Jorge Sampaoli, tal como ya lo había hecho en equipos peruanos y chilenos junto al rosarino. 

Una semana después de la caída mundialista en Rusia 2018 en octavos de final ante Francia, polémica al margen, Beccacece regresó a Defensa y nuevamente los resultados le dieron la derecha a su metodología. Sumando sus dos etapas, acumula 51 partidos dirigidos, con 31 ganados, 12 empatados y 8 perdidos. Una eficacia del 68,62 por ciento. Además, es el único equipo invicto del certamen local.

Uno de los jugadores que aporta goles y soluciones, y que también está transitando su segundo ciclo en el club, tras un paso de seis meses por el fútbol malayo, es Fernando Márquez. “Este momento responde a cómo entrenamos día a día y a cómo trabaja nuestro cuerpo técnico. Los entrenamientos son muy duros y cada semana se ajustan a cómo se pueda parar el rival. También miramos muchos videos. Se hace hincapié en las formas de atacar y no tanto en lo defensivo, aunque también sabemos hacerlo, como demostramos frente a River”, explicó el atacante de 31 años, que arrancó en Unión y ganó notoriedad en Belgrano.     

–¿Cómo viven el hecho de estar punteros cuando quedan seis fechas?

–Con mucha alegría y tranquilidad, sabiendo que estamos en boca de todos por nuestra posición y lo que generamos cuando jugamos. Intentamos liberarnos de esa presión que todos dicen que se puede tener. Creo que el aspecto colectivo, el hecho de anteponer lo grupal a lo individual es uno de nuestros puntos más fuertes. Así lo pregona el entrenador.    

–¿Cómo es tener a Sebastián Beccacece de director técnico?

–Para nosotros es una ventaja tenerlo. Se encarga de exprimirnos y sacarnos ese plus de esfuerzo que hay que dar en algunos partidos y que por ahí la mayoría de los jugadores se lo termina guardando. El equipo ya tiene incorporado ese chip después de meses de trabajo.  

–¿Y de qué modo consigue tocar la fibra íntima?

–No sé si existe una estrategia, me parece que pasa por la manera de entrenar al lado tuyo y estar en todos los detalles. Tanto con los titulares como con los suplentes. Lo hace con energía, con predisposición y exigiendo a todos por igual, incluso a los que no les toca estar desde el arranque, porque siempre juega el que mejor está. También es importante el aporte de Guillermo Marino y Nicolás Diez (sus ayudantes de campo). Están detrás tuyo preguntándote cómo estás, hablándote de lo que hay que hacer e incentivando a dar todo por el bien colectivo.    

–¿Por qué suman tantos puntos en el final de los partidos?

–Porque nosotros buscamos ganar, trabajamos para eso e insistimos hasta el final. Contra Argentinos (triunfo 2-1 con gol en el quinto minuto de descuento), ya habíamos empatado y recuerdo haber visto a (Alexander) Barboza en el área rival. En ese momento pensé: “Cómo se nota que siempre queremos más”. De hecho cuando hice el empate nadie atinó a ir al corner a festejarlo o me vino abrazar. Queríamos que se reanudara rápido para llevarnos los tres puntos.    

–¿Cuál es el objetivo de Defensa para lo que queda del campeonato?

–El objetivo que se trazó el plantel al comenzar la temporada fue el de lograr la clasificación a la próxima Copa Libertadores. Para eso tenemos que estar entre los cinco primeros de la Superliga, tarea nada sencilla aunque algunos piensen lo contrario. No es fácil competir contra los equipos grandes que manejan presupuestos totalmente diferentes al de Defensa. Hoy por hoy lo estamos logrando y estamos palmo a palmo con Racing, un equipo que se armó para pelear en el ámbito local y también en la Sudamericana. Nosotros queremos alcanzar el objetivo y después se verá si nos da o no para pelear el campeonato con Racing, Boca, Atlético Tucumán o el que sea. 

–Mencionaba la Copa Sudamericana, certamen en el que el equipo alcanzó los cuartos de final el año pasado. En esta edición tienen que levantar de locales una derrota 1-0 ante Botafogo. ¿Es un objetivo concreto pasar de ronda o todos los cañones están enfocados en el plano local?

–Primero queríamos traernos una victoria de La Plata antes de pensar en este encuentro.  Obviamente tenemos confianza en la revancha, aunque no queremos perder de vista que necesitamos seguir sumando en el ámbito local para lograr el objetivo.  

–Muchos de los jugadores del plantel de Defensa están exhibiendo un nivel muy alto. Sin embargo, anteriormente habían quedado libres o no habían sido tenidos en cuenta en sus clubes de origen. ¿A qué se debe este cambio en su nivel?

–Es un misterio, aunque todos lo vemos. Cuando llegué al club lo noté y lo sigo observando. A Defensa llega el mal llamado descarte de algunos clubes. Por ahí no los tienen en cuenta o los tienen infravalorados y acá se los lleva a su máximo potencial. Alexander Barboza es uno de los casos. En el club anduvo muy bien, cuando volvió a River no le dieron muchas posibilidades y en su regreso sigue demostrando que es un gran central. Lisando Martínez por ahí no jugó tanto en Newell’s y para mí es uno de los mejores centrales del país. Y podríamos seguir sumando casos. Creo que la idea de juego que tiene el club, no un técnico en particular, lleva a traer entrenadores que se acoplen a esta filosofía y eso favorece mucho al jugador. A su vez, el área que se encarga de traer jugadores busca un perfil de futbolistas que se adapten a este estilo y eso también simplifica las cosas.    

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