El empresario que el sábado pasado llevó a Natacha Jaitt al salón de fiestas “Xanadú” de la localidad bonaerense de Benavídez, donde la conductora murió, admitió ayer que al dar su primera versión sobre los hechos mintió “por miedo”, por lo que los fiscales del caso pidieron que quede formalmente detenido ante el riesgo de que se fugue o entorpezca la investigación. Entre la primera y la segunda declaración de Jesús Velaztiqui Duarte, los investigadores advirtieron tres contradicciones: una sobre el consumo de drogas durante la noche de la muerte de Jaitt, otra sobre la ubicación del teléfono celular de la víctima y una última sobre la posición en la que estaba el cuerpo sobre la cama. Según dijo ayer el fiscal Diego Callegari,” hay mucho material para trabajar” y, por el momento, “no descartamos ninguna hipótesis”. 

Este lunes, Velaztiqui Duarte fue aprehendido por falso testimonio luego de ampliar su declaración ante dos fiscales de la causa, Sebastián Fitipaldi y Diego Callegari, quienes notaron algunas contradicciones respecto a la primera versión que dio el sábado. Ante las diferencias de ambos relatos, los investigadores decidieron volver a citarlo ayer a la mañana para una indagatoria en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Tigre.

En la indagatoria de ayer, el empresario admitió haber mentido y explicó que lo hizo por “miedo”. También confesó haber sacado el teléfono celular de Jaitt de la escena porque “lo quería preservar”. Con esta nueva información, los fiscales solicitaron al juez de Garantías de la causa, Orlando Díaz, que Velaztiqui Duarte continúe detenido por falso testimonio.

“Durante la noche yo no vi que se consumiera estupefacientes, la verdad es que no sé si tomaron y yo no lo vi, ya que yo desde la cena estuve todo el tiempo afuera y no sé lo que hacían los demás cuando reingresaban al salón”, había afirmado el empresario en su primer testimonio. Sin embargo, fuentes judiciales señalaron que en los videos de las 12 cámaras de seguridad del lugar se observa a algunos de los presentes, entre ellos Jaitt, acercarse a una mesa de mármol e inclinarse como para aspirar cocaína. “Es imposible que él no haya visto que esa noche hubo consumo. Ahí ya advertimos una primera mentira en su declaración original”, dijo una fuente judicial.

La segunda contradicción giró en torno al celular de la víctima, que fue secuestrado en el Fiat Adventure de Velaztiqui Duarte. “Recuerdo que ella no tenía el celular encima durante la cena ni vi que lo tuviera en la mochila cuando posteriormente llegó la ambulancia y tuve que buscar su DNI, así que estimo que el celular está en mi auto y ella no lo bajó desde que llegamos al lugar”, dijo el sábado Velaztiqui Duarte. Sin embargo, las imágenes de las cámaras de seguridad revelaron que el empresario sí se llevó algo del lugar (los investigadores creen que sacó el celular de la mochila de la víctima y lo puso en su auto). Finalmente, en la indagatoria de ayer, el acusado admitió haber tomado ese teléfono de la escena porque lo quería “preservar”.

La última diferencia respecto a su relato original fue sobre la posición en la que vio a la modelo ya desvanecida en la cama. “Vi que ella estaba acostada en la cama boca arriba, desnuda, con su ropa, un short de jean, un corset, una remera y unas botitas en el piso y la cortina de pelo apoyada sobre la mesita de luz”, dijo el sábado. En la declaración ampliada de este lunes, sin embargo, cambió la versión y dijo que la vio “boca abajo”.

Ayer, además, ampliaron sus declaraciones otras tres personas que estaban en Xanadú esa noche: el dueño del lugar, Gonzalo Rigoni (45), su amigo Gaspar Esteban Fonolla (45) y el vecino Gustavo Andrés Bartolín (44), alias “Voltio”. “Todos ratificaron sus dichos, los ampliaron y dieron más precisiones”, dijo el fiscal Callegari, quien confirmó que lo que declararon coincide con lo que se ve en las cámaras de seguridad.

Callegari explicó, además, que en las próximas horas también volverán a escuchar a la testigo Luana Micaela Monsalvo, de 19 años. En declaraciones televisivas, Monsalvo reconoció que quiere cambiar su testimonio y que no descarta la hipótesis de un asesinato. “Al principio pensé que fue por un exceso de drogas (...) que se había pasado de rosca” pero “ahora estoy en duda” dijo la joven, quien admitió ver a Jaitt consumir LSD y alcohol.