Revolea el postizo como Ariana Grande entrando a Tiffany’s. Fondo rosa, a veces, y un berrinche hecho beat que suena a algo parecido a trap; encima, rapea nítida. Angel-Ho sí que honra su gracia (más sobre ello en unos párrafos): es dj, productora y rapera, además de mujer trans nacida en Sudáfrica. 

Quienes hayan escuchado a Mykki Blanco sabrán encontrarle lo familiar a esta mostra del rap queer, el más urgente y corrosivo, el que se sacude corrido de los ejes temáticos y estilísticos de un género machista por definición y linaje.

Nació en Ciudad del Cabo, heredera de la opresión vivida por familia durante el Apartheid, y su carrera lleva un (in)cómodo lustro de agite tanto individual como colectivo: Angel Ho integra el destacado trío NON junto a dos colegas afrodescendientes, cada quien en su país y lxs tres partícipes, según definen, de la diáspora pan-africana en unión de un territorio común y con pisada en latitudes diversas. Son sello disquero independiente; organizan fechas para presentar a sus propias nuevas figuras y llevan adelante simposios especializados en cultura africana transversal. 

La Ho tiene en su haber colaborativo más de un nombre escénico ilustre; quizás Arca, electro prodigia queerísima hecha en Venezuela y secuaz de Björk, sea de todos ellos el más resonante. Con Arca comparte una dicotomía más o menos explicitada en cada caso: la “chica buena” (Angel) y la no tanto (Ho, es decir, atorranta), conviviendo y volviéndose en turnos el centro de atención. 

“Like a girl”, primer corte del disco que hoy Angel presenta, es buen indicador de esta dualidad, y fue producido por una de las mitades del dúo Nguzunguzu, especializado en hacer encastrar ritmos de África con melodías de r&b. 

El álbum, editado por el sello británico de electrónica alternativa Hyperdub, lleva el mismo nombre que uno de los films más idolatrados por la comunidad gay en las últimas décadas, Death becomes her, en aquel caso una ¿fábula? sobre el costo absurdo de la belleza y la juventud eternas, y en este, una parábola de cómo la muerte es destino de mucho más que los cuerpos físicos. No existe una relación concreta, sin embargo, entre cinta y disco. Hace poco La Ho declaraba a la publicación digital Crack: “Con ‘Death becomes her’ tuve que pensar en la mujer no como un ideal de belleza sino como una figura de exploración y descubrimiento personal. Ser mujer no es para mí algo concreto ni tampoco un destino”.

En Death… hay una energía razonablemente pop que atraviesa los temas y que la tiene protagonizando sus propias composiciones, en franco contraste con sus EPs anteriores bajo el sello de NON y en los que construía paisajes de sonido y ruidismo plácidos o desconcertantes, y casi sin referencias vocales. 

¿Qué de todo ello podrías decir que aparece en la portada y en el título del disco?

–Mi intención era poner en primer plano la idea del devenir unx mismx y de transformar la propia identidad. También, que a través de la creación y de la muerte de una idea mi música podría volverse convencional y fragmentarse como un momento en la “herstory”. Es una declaración personal decir que soy una artista con una voz, y que necesito trabajar haciendo uso de ella o morir.

Cuando se le pregunta a Angel-Ho cómo percibe la actualidad de los medios y la industria discográfica y el acceso a éstos por parte de artistxs trans, la respuesta viene, desde luego, entramada con su historia y su cantar propixs. 

Siendo una mujer trans de Sudáfrica, ¿cómo equilibrás la necesidad de usar tu voz por aquellas personas que no pueden hacerlo en relación a todas tus otras intenciones expresivas?

–Hablo desde mi intuición y según cómo me sienta cada día. A pesar de que me gustaría lograr mayor visibilidad para los derechos de las personas trans en el mundo heterotópico comercial, creo que mi accionar como artista de la música es usar mi voz como persona trans. Y además, podemos crear el arte que tengamos ganas. A fin de cuentas, el mundo tiene la forma que le damos.

Sé que uno de los focos en este nuevo disco está puesto en tu transición de género. ¿Cómo fue la evolución de Angel-Ho en tanto persona escénica en paralelo a tu transición personal?

–Naturalmente sentía una necesidad de expresarme en las letras y las canciones. La música se me aparecía de pronto, como si la estuviera recordando con claridad después de haberla interpretado por años. Mi transición y mi música llegaron como epifanías que analicé mucho, así que fue natural evolucionar y expresar también mi amor por el teatro y la performance.

Cuando en diálogo con Soy hablaba de su “herstory”, supliendo lo masculino en “history” y reemplazándolo por el pronombre femenino “her”, subrayaba otra arista de su intención de ser y parecer la dueña de la voz que canta y sostiene. Es más: cuando se le pregunta cómo le gustaría darse a conocer para que lxs lectorxs de esta fracción del planeta comiencen a descubrirla, responde, ninja: “Como un ícono pop futuro”.

soundcloud.com/angel-h0