Culpables
VIOLENCIAS | A la Justicia no la buscó nadie en la cumbre sobre pedofilia dentro de la Iglesia Católica, lo pasado pisado y los niños abusados fueron comparados por el papa Francisco con los sacrificados en ritos paganos, con los niños abortados y las víctimas de tráfico de órganos. Pero las víctimas se rebelan y hablan, imponen otras imágenes y encuentran representaciones contra ese “misterio del mal” al que hace referencia el Papa como causante de los abusos. La última película de Francois Ozon, recién estrenada en Francia a pesar de las impugnaciones, Gracias a Dios, es una de esas herramientas para narrar lo que estuvo tanto tiempo silenciado.
