Marcelo D’Alessio es un hombre de la agencia antidrogas norteamericana (DEA) o de otra agencia norteamericana y realiza actividades de espionaje ilegal en el país junto con agentes orgánicos e inorgánicos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, ex SIDE). Esa asociación ilícita se dedica a extorsionar, coaccionar, armar causas judiciales  –menciona las sospechas sobre el fiscal Carlos Stornelli– y, además, se espía la vida, los bienes y la actividad de muchísimas personas, entre ellas políticos, periodistas y personas públicas como Natacha Jaitt. Este es el impresionante resumen del informe de nueve páginas que ayer envió el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, a la Comisión Bicameral de Seguimiento de Actividades de Inteligencia del Congreso Nacional y refleja el informe del caso que PáginaI12 adelantó en exclusiva el domingo pasado. El magistrado se ofreció a concurrir personalmente a una reunión de la Bicameral para explicar lo que viene investigando. Junto con el escrito, envió una caja conteniendo elementos de prueba y 943 páginas de transcripciones y fotocopias. La caja no fue recibida ayer porque hubo asueto para el personal. 

En el texto entregado ayer, Ramos Padilla no revela quiénes son los políticos, periodistas y personas públicas a los que se espió, pero ya trascendió –por el texto de una indagatoria– que hay legajos sobre los integrantes del programa Animales Sueltos incluyendo datos sobre quiénes son sus fuentes, con quiénes dialogan y detalles de una reunión entre Alejandro Fantino y la ex presidente Cristina Kirchner. El magistrado informa que hay legajos con el nombre de “Operación Jaitt”, “Operación Fantino”, “Operación Traficante”, “Bogoliuk” y muchas más. Traficante es un empresario aduanero al que le pidieron dinero para aliviarle una causa relacionada con la llamada mafia de los contenedores. Respecto de Natacha Jaitt no hay obviamente nada relacionado con su muerte, pero sí existe una carpeta con información sobre la fallecida vedette: quiénes son sus relaciones y sus contactos. 

Tiene importancia lo referido al comisario retirado de la Bonaerense, Ricardo Bogoliuk, quien fue señalado por D’Alessio como un “alto cargo” de la ex SIDE y quien supuestamente lo convocó para que extorsione al empresario Pedro Etchebest pidiéndole 300.000 dólares. D’Alessio sostuvo el burdo argumento que de esa manera verían de dónde sacaba el dinero el empresario. Lo novedoso del escrito de ayer es que Ramos Padilla revela que la AFI contestó sobre Bogoliuk y aunque no lo dice explícitamente señala  que la ex SIDE admitió algún vínculo. Todo indica que Bogoliuk fue parte de la AFI cuando la ex SIDE decidió armar una estructura en el Gran Buenos Aires y no está claro si sigue ahora en la ex SIDE. El juez cuenta que encontró material interno de la agencia de inteligencia, informes con membretes de la AFI, de la Embajada de Estados Unidos y hasta del Ministry of Defense de Israel. Habrá que ver la autenticidad de ese material, pero un dato a evaluar es que en la vivienda de D’Alessio se encontró un legajo, en inglés, sobre el extorsionado Pedro Etchebest, con elementos sobre viajes a Estados Unidos, la actividad, las sociedades y las cuentas de sus hijos.  

Dice Ramos Padilla: “se ha hallado material fílmico y fotográfico de las operaciones que habría realizado, así como documentación con datos sensibles y de la intimidad de las personas investigadas (objetivos), tales como listados de llamadas entrantes y salientes, informes migratorios, domicilios, historial laboral y financiero y recolección de datos personales diversos”.

El juez remarca la existencia, en la lujosa casa de D’Alessio, de un número de armas sofisticadas, que no se consiguen en la Argentina, al igual que material tecnológico de investigaciones que llama la atención, incluyendo legajos de migraciones. Por supuesto está toda la gama de lo tradicional: cámaras ocultas, drones con cámaras, manuales de inteligencia. 

En la caja que se intentó entregar ayer a la Comisión Bicameral están las transcripciones y las copias de audios en los que aparece D’Alessio hablando o intercambiando mensajes con el fiscal Stornelli, así como las otras operaciones que investiga el magistrado: la declaración ante el fiscal del ex empleado de Pdvesa, Gonzalo Brusa Dovat; las extorsiones a dos aduaneros, la cámara oculta al abogado José Manuel Ubeira, tentativas de maniobras con el arrepentido Leonardo Fariña de por medio, algún conato con Mariano Martínez Rojas, el pseudo empresario que vació el diario Tiempo Argentino, participaciones en causas sonadas como la compra de Gas Natural Licuado, las fotocopias de los cuadernos, el triple crimen de General Rodríguez, el doble asesinato de Unicenter y otras. La Comisión Bicameral está citada para el miércoles porque dicen que van a concretar una recepción oficial del material y se va lacrar.

Ramos Padilla deja permanentemente en claro que no investiga una extorsión puntual, sino a una organización cuya actividad definió así: “utilizando ‘metodologías de investigación’ ilícitas, tales como la extorsión, la intimidación o la coacción en el marco de investigaciones paralelas sin autorización legal ni orden formal concreta de las autoridades judiciales y con conocimiento de las mismas, así como la obtención de réditos económicos indebidos a partir de esas operaciones, así como se da cuenta acerca del espionaje político sobre determinados periodistas y los reportes que D´Alessio le enviaba a personal de AFI que estaban en actividad”.