"¿Quién diseña el territorio? ¿Para quién lo diseña?" Las dos preguntas, expuestas como pancartas de pared a pared, recibirán al público que decida por un rato dar la espalda a la vista de las islas y se adentre en el primero de los tres túneles del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río Paraná, el gran protagonista de esta reseña) para recorrer (¡con tiempo!) una esclarecedora y vasta exposición itinerante colectiva global, inaugurada el jueves pasado, que expone la problemática geopolítica y económica de las cuencas hídricas de diversas partes del mundo, desde el Yang-tsé al Paraná.

Las dos preguntas constituyen el título de un video realizado en 2015 por el colectivo artístico argentino Ala Plástica, que a partir de un concepto de Alejandro Meitin registra la economía extractiva cuyo funcionamiento puede observarse en vivo no muy lejos de ahí; el video puede verse en sala y también en <https://vimeo.com/116778246>. En un artículo relacionado, Meitin denuncia al G20 y la banca mundial como los dueños de la cartografía geopolítica.

Sebastián Joel Vargas
La muestra es como un curso acelerado de geopolítica.

"¿Quién diseña esta muestra?" cabe preguntarse y la respuesta está en otra reseña, la de su edición en el Museo Universitario de la Universidad de Illinois del Sur en la localidad de Carbondale, para Art in America del 1º de diciembre del año pasado. Allí el crítico Gavin Kroeber señala como su autor colectivo al grupo Compass, que desde hace 10 años vincula a diversos actores culturales del Medio Oeste estadounidense a través de prácticas nómades que les permiten conectar entre sí distintos espacios locales de resistencia económica y política. De este intenso trabajo surgen libros, charlas, performances, videos y plataformas tales como esta exposición. The Earth Will Not Abide (su título original) debutó en 2017 con los auspicios de la Universidad de Illinois en una galería progresista de Chicago, Gallery 400, y Compass no la está firmando como obra del grupo. Sí se firman las piezas individuales y en colaboración, mayoritariamente videos. Este núcleo duro de la muestra, el que viajó desde Chicago y que incluye obras de artistas sudamericanos (notablemente, la instalación interactiva informativa Ríos vivos) puede verse recién en el último túnel. En los dos primeros se exhiben trabajos de investigación y ambientación de producción regional sudamericana, que la muestra incluye como proyecto abierto y mutante.

Instalaciones de sonidos e imágenes facilitan una "inmersión" en el paisaje documentado: el paisaje como hecho político.

La información se despliega revelando una red de innumerables nodos que, como cualquier buen ecosistema, hunde sus raíces más allá de la superficie visible. No se trata solamente de información sino de experiencia sensorial, instalaciones de sonidos e imágenes que facilitan una "inmersión" en el paisaje documentado, entendiendo el paisaje como hecho político. Si hay que resumirla en una frase, La tierra (no) resistirá constituye un curso acelerado de geopolítica.

De los cientos de artistas y activistas que exponen aquí, en esta nota se hará foco en cuatro: Sarah Lewison, Eduardo Molinari y los rosarinos Mauro Machado y Graciela Carnevale, quienes firman varias de sus acciones, talleres y publicaciones como el grupo El Levante.

Sebastián Joel Vargas
Fotos, multimedia, mapas, carteles, nutren la vasta exposición.

Sarah Lewison es autora de Naxilandia (2017), una videoinstalación multicanal que documenta con amable empatía la economía rural amenazada por la modernización agrícola y los saberes populares en peligro de extinción de la comunidad naxi, en la provincia china de Yunann. El 12 de octubre de 2009, junto con su hijo Duskin Drum y su amiga Wendy Weinhold, Lewison produjo la única obra literaria y humorística de toda la muestra: Cornstitution, traducida magistralmente (sin firma del autor o autora de la traducción) como Mazorcamiento supremo. Se trata de un texto jurídico donde el maíz, como sujeto político y discursivo, enuncia sus propios derechos y responsabilidades: "recolectar energía solar", asociarse con otros seres vivos, "acceso a la luz solar y al agua" o "uso de la dulzura".

Los pájaros y ofidios de la isla de enfrente, retratados como singulares personajes por el fotógrafo Pablo Cantador.

Eduardo Molinari practica el caminar como forma de conocimiento del mundo, y munido de una cámara disparada oportunamente produce postales nómades. Machado y Carnevale constituyen la conexión local. Los tres participaron en 2012 del encuentro Soberanía alimentaria dos puntos. La muestra recorre un sinfín de proyectos de lucha y educación que no suelen llegar a conocimiento público a través de los medios de prensa. Todos ellos hacen foco en la preservación del Delta del Paraná, entendida como una red de procesos creativos de construcción colectiva donde se desdibujan las consabidas fronteras entre lo cultural y lo biológico. Nociones como "imaginario", "antropoceno" y "walkscape" (algo así como "paisaje caminado") coexisten en una galería de grabados y en una pequeña biblioteca con las investigaciones fundacionales de Eduardo Holmberg o Marcos Sastre. Los pájaros y ofidios de la isla de enfrente, retratados como singulares personajes por el fotógrafo Pablo Cantador, conviven con una reciente instalación sonora de Pablo Bas, Adolfo Corts y otros. Para dar sólo un ejemplo de la complejidad de este entramado local-global, Casa Río produjo las cinco campañas Territorios de colaboración, pedagogías de lo anegado con el apoyo de dab ecology, socios de Wetlands International, con quienes se puede colaborar en la defensa de los humedales desde aquí: https://lac.wetlands.org