El humor irreverente y ácido de Carcajada salvaje fue, según cuentan la actriz Verónica Llinás y la directora Corina Fiorillo, lo que las decidió a hacer esta comedia del estadounidense Christopher Durang. Otra coincidencia que compartieron fue la idea de convocar a Darío Barassi. La obra presenta a una mujer y a un hombre que se ríen a pesar suyo de su estado permanente de vacilación y ansiedad. Lo que también los iguala es su lucha por dejar atrás la soledad y el desamparo que les depara una sociedad que los margina por su condición de raros. El título alude a la Winnie de Los días felices, de Samuel Beckett, “una mujer que, a pesar de estar casi enterrada intenta ser positiva”, como explica la directora, junto a la actriz, en la entrevista con PáginaI12: “Solté una carcajada salvaje en medio de la más dolorosa aflicción”, dice y, según Fiorillo, la cita puede referirse a cualquiera de los dos personajes. La obra se estructura en dos monólogos para cada actor y una tercera escena en la que coinciden ambos personajes, luego de un violento encontronazo en un supermercado.

Formada en la escuela de Angel Elizondo, luego con otros maestros, Llinás integró Las Gambas al Ajillo, pasó a la televisión junto a Antonio Gasalla y con el tiempo se hizo fuerte en el terreno de la telecomedia. En Viudas e hijos del rock and roll y en Educando a Nina coincidió con Barassi quien, en las pausas de las grabaciones la instruyó en el uso de Instagram. Sus videos –entre otros, los de “la concheta de Nordelta– se viralizaron rápidamente. “Me armé una herramienta de catarsis y protesta que me devuelve el cariño de personas que me dicen que le pongo voz a lo que sienten”. Claro que no todos reaccionan así. La respuesta de Llinás a los insultos (“trola, mal hablada, mal parida, mal cogida, feminazi, bipolar”) fue “El rap de los trolls”, reciente video con música de Gabriel Chwojnik. En cuanto a las críticas que hace del gobierno actual advierte: “Como el poder corrompe en sí mismo, una buena postura ciudadana es estar atento sea quien sea el que gobierne. Más que en la militancia me siento bien en la crítica”, asegura..

Por su parte, Fiorillo, quien empezó a hacerse notar como directora a partir de 2008 con su puesta de Desdichado deleite del destino, de Roberto Perinelli, dice que el humor absurdo de esta pieza linda con el stand up: “se le parece por su ritmo y desenfreno y porque habla de temas muy actuales”,sostiene y afirma: “me atraen las obras sobre universos pequeños, que contengan historias de vínculos en situaciones cotidianas”. Y subraya que “Carcajada… habla de la soledad y de lo difícil que es encontrar un lugar en el mundo”.   

–¿Qué es lo que estos personajes tienen de singular?

Verónica Llinás: –Son queribles porque exponen sus falencias: están solos y no encajan en ninguna parte y finalmente se encuentran en una realidad virtual.

Corina Fiorillo: El hombre y la mujer (éstos son personajes que no tienen nombre) buscan ser queridos pero no tienen filtro. Son como Winnie, de Los días felices, de Beckett: a pesar de estar casi enterrados intentan ser positivos. Ver desgracias parecidas a las propias en escena produce mucha risa. 

–¿Desde qué perspectiva se habla del aborto?

C. F.: –La mujer hace referencia a un documental en el que escucha decir a la Madre Teresa que ella recibiría a todos los niños no deseados del mundo…

V. Ll.: –Pide a la gente que no quiere tener hijos que se los mande a ella en lugar de abortarlos. Habla de lo absurdo e incoherente que es salvar las dos vidas y pone en evidencia que no siempre es bueno nacer. 

–La obra tiene un final esperanzador…

V. Ll.: –Es un final sensible, emocional. Aunque los personajes tienen la locura a flor de piel, los nervios en carne viva, hay un final feliz para ellos. 

–¿Creen en la función social de la comedia en tiempos difíciles como éstos?

V. Ll.: –Sí, la risa es un bálsamo, un tónico que hace bien a la salud, que tiene un poder transformador.

C. F.: –Hay una necesidad de encontrar un lugar de conexión con los otros. Y el arte en estos tiempos tan difíciles cobra un enorme sentido.

* Carcajada salvaje, en el Multitabarís (Corrientes 831). Todos los días menos los martes, en horarios diversos.