El boleto mínimo de colectivo aumentó ayer otro 9 por ciento y ya cuesta 18 pesos en los recorridos de menos de 3 kilómetros. Es la tercera suba que el gobierno aplica en el año. En tres meses el ajuste acumulado asciende al 38,5 por ciento y en doce meses llega al 125 por ciento frente a una inflación de 51,3 por ciento registrada en el mismo período. El objetivo principal del ajuste es recortar los subsidios públicos para cumplir con el plan de déficit primario cero acordado el año pasado con el FMI.  

Los incrementos son todavía mayores en los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires. En los ferrocarriles Roca y Belgrano Sur la tarifa mínima pasa de 7 a 7,75 pesos (10,7 por ciento). En las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín trepa de 11,25 a 12,25 pesos (8,8 por ciento). En el Belgrano Norte aumentó de 6,25 a 6,75 pesos (8 por ciento) y en el Urquiza de 7,25 a 8 pesos (10,3 por ciento). La suba acumulada en un año llega en algunos tramos al 266,6 por ciento. El mes próximo está previsto que aumente el subte de 16,50 a 19 pesos (15,1 por ciento).

“A nadie le gusta hacer aumentos tarifarios. Este es el aumento que hoy consideramos necesario para mantener la calidad del servicio y la infraestructura en función del incremento de costos. Esperamos no tener que hacer otra actualización tarifaria en lo que resta del año”, expresó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el pasado 27 de diciembre cuando confirmó los aumentos previstos para enero, febrero y marzo. Para tratar de justificar los ajustes, cada vez que anuncia un aumento, Dietrich afirma que los servicios de transporte público están mejorando, pero la opinión del funcionario contrasta con los problemas cotidianos que enfrentan quienes sufren día a día el hacinamiento, la suciedad y la mala frecuencia de cada uno de esos medios de transporte.