A falta de diez segundos para el final del partido, Los Angeles Lakers perdía por un punto (123-124) ante New York Knicks, el peor equipo de la NBA. LeBron James se hizo dueño de la pelota y, en el emblemático Madison Square Garden, se preveía otra gesta heroica del número 23. James encaró a su marca, lo llevó cerca del aro y lanzó en retroceso en busca del doble ganador para toparse con un tapón del habitualmente suplente Mario Hezonja. Final del partido, derrota angelina y una sentencia: el Rey ya no es lo que era.

Por primera vez en ocho temporadas, la NBA no tendría a James en la final. A falta de doce encuentros para el cierre de la fase regular, los Lakers (31-39) están a diez triunfos del último clasificado en la Conferencia Oeste, los Clippers (41-30). Entre ellos se ubican Sacramento Kings (34-35) y Minnesota Timberwolves (32-38).

Campeón en tres de las ocho definiciones (2012 y 2013 con Miami, y con Cleveland en 2016), LeBron apostó por abandonar a los Cavaliers y mudarse al Oeste, más precisamente a la hollywoodense Los Angeles. Una aventura que, a no ser de algún milagro, terminaría en un estrenduoso fracaso. Con un equipo repleto de jóvenes y polémicos talentos (Lonzo Ball, Brandon Ingram y Kyle Kuzma) y muchos bad boys rechazados por otro equipos (Rajon Rondo, Michael Beasley y Lance Stephenson), James tuvo que asumir nuevamente el protagonismo –algo de lo que nunca renegó– y jugar una elevada cantidad de minutos para sus 34 años (con 19,8 lanzamientos por partido y 35,3 minutos por juego lidera ambos rubros en su equipo).

Tras un inicio irregular, la espera de una levantada que deposite al equipo en los puestos de arriba se volvió eterna cuando una interminable serie de lesiones se apoderó del plantel a mitad de temporada. La principal de ellas fue la de James, que sufrió una distensión de ingle que lo marginó por 18 encuentros, donde los suyos sumaron seis triunfos y doce derrotas.

La próxima y quizá decisiva parada de los Lakers será ante Milwaukee Bucks (52-18), líder del Este de la mano del griego Giannis Antetokounmpo. El europeo de apellido indeletreable, principal candidato a MVP, buscará esta noche, a las 21, darle la estocada final al Rey y quedarse con su trono.