Desde Santa Fe

"Allanamiento ilegal de domicilio", "privación ilegítima de la libertad" y "torturas". El subsecretario de Diversidad Sexual de la provincia, Esteban Paulón, encuadró ayer en figuras del Código Penal el ataque de una patota de la Policía santafesina a dos jóvenes de Santo Tomé, Alexis de 29 años y Nahuel su pareja de 27 y a una amiga de ambos que intentó defenderlos. "Es un hecho muy grave de violencia institucional", dijo Paulón y pidió "sanciones ejemplares" para unos 15 efectivos involucrados y un "nunca más" a esta "violencia que vemos en muchos barrios, pero que se agravó" cuando la pandilla de uniforme "visibilizó" la condición sexual de las víctimas y los agredió con "mas saña". El "calvario", como lo llamó Leonela, la hermana de Alexis, comenzó el lunes a la 1.30 de la madrugada, cuando los muchachos fueron detenidos en su propia casa en el barrio El Tanque bajo el supuesto cargo de "sospechosos", atormentados durante más de cuatro horas en la comisaría 12 de Santo Tomé hasta que Alexis comenzó a convulsionar por una discapacidad. Y liberados recién a  las 14.30, pero bajo proceso en una causa por presunto "desacato" que le armaron. Trece horas presos "sin ningún motivo". "Una muestra clara de abuso de poder. Lo que nos pasó a nosotros es lo que le sucede a mucha gente" en zonas vulnerables, pero "que no se anima a contarlo", interpeló Nahuel.

Paulón dijo que su área y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia impulsarán la investigación judicial. Los jóvenes y sus familias hicieron la denuncia ante la Dirección de Asuntos Internos y ayer la ampliaron. Leonela contó por las redes sociales que la patota que atacó a su hermano y a la pareja de éste la integraban "alrededor de 15 policías" del Comando Radioeléctrico y de la Comisaría 12 de Santo Tomé. "Todos fueron cómplices", sintetizó Nahuel.

El hostigamiento comenzó en la calle, a la una de la madrugada del lunes, cuando Alexis se movilizaba en su moto y Nahuel en su auto, a la par. El vehículo tiene vidrios polarizados. Dos patrulleros del Comando Radioeléctrico los siguieron hasta la casa en la que viven, en el barrio El Tanque, donde los agentes comienzan a increparlos bajo el cargo de  "sospechosos". 

"Nos decían: 'putito, ¡aguantátela!'. 'Mirá, los maricones se abrazan y lloran'".La verdad es que lloramos por la impotencia".

Los policías rodearon la vivienda y piden refuerzos. "Nos tiran dos escopetazos. Y uno de ellos desenfunda la pistola 9 mm. y nos apunta", contó Alexis, quien llamó a su hermana Leonella para que sea testigo del cerco. "Intentamos mantener un diálogo", incluso con los otros agentes que se sumaban al operativo. "Hasta que unos 20 'monos' -como los llamó- se metieron en la casa y nos empezaron a pegar a los tres", contó Alexis. La tercera es una amiga de la pareja que intentó defenderlos "para que no les peguen más y terminó siendo brutalmente golpeada", relató Leonella, quien pudo ver a "unos 15 policías que habían llegado al lugar y ejercía violencia física y verbal" contra los muchachos y la vecina. 

Los llevaron detenidos a los tres a la comisaría 12 de Santo Tomé, donde los "atormentaron" toda la madrugada. "Los golpearon sin parar" y los sometieron a "abusos". "Los humillaron por su condición sexual mientras los torturaban", relató Leonella. Recién a las 5.30 dejaron ingresar a un médico cuando Alexis comenzó a convulsionar.

"En 2019, aún tenemos gente así de violenta y homofóbica en las fuerzas de seguridad", denunció. Nahuel dijo que la patota se ensañó con ellos y los abusó cuando descubrió que eran pareja. "Nos decían: 'putito, ¡aguantátela!'. 'Mirá, los maricones se abrazan y lloran'". La verdad es que lloramos por la impotencia porque nuestros cuerpos estaban rojos por los golpes que nos dieron", señaló.  

La paliza terminó cuando uno de los policías encuentra en el suelo el carné de Alexis que acredita su discapacidad. El ya había gritado esa condición, pero los otros represores la desoyeron. "Me decían: 'enfermito'. Hasta que uno levanta el carné y se da cuenta lo que habían hecho. No sabían qué hacer". 

 Paulón dijo que el ataque es "muy grave y no tiene justificación. A veces uno tiene la tentación de preguntar a las víctimas qué hicieron para que la Policía reaccione así. Y la verdad es que esto no tiene ningún motivo. Es un liso y llano hecho de violencia institucional que no se condice con una Policía de la democracia".

La patota policial -siguió Paulón- "tienen que tener una sanción ejemplar para demostrar que no vamos a admitir nunca más este tipo de actitudes que empiezan por una situación de violencia que vemos en muchos barrios, pero que se agravó cuando la Policía logran descubrir o visibilizan en Alexis y Nahuel una relación homosexual y los atacan con más violencia y más saña", finalizó.