El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su apoyo al líder opositor venezolano Juan Guaidó al recibir ayer a su esposa, Fabiana Rosales. El mandatario estadounidense se dirigió a ella como “Primera Dama de Venezuela”, se lamentó por la situación por la que está pasando y dijo querer demostrarle tanto a ella como a su esposo que él y su equipo estaban de su lado. Rosales dijo, por su parte, temer por la vida de Guaidó. 

“Su esposo es un gran hombre que ha trabajado duro. Es muy peligroso lo que está sucediendo. Su vida está en peligro, y nosotros queremos demostrarles que estamos con ustedes”, afirmó Trump, quien después de dar unas palabras de apoyo le dio la palabra a Rosales. “Hoy temo por la vida de mi esposo. Queremos alertar al mundo de los posibles continuos atentados en contra del presidente Juan Guaidó, de la ola de represión y de tensiones que han tomado niveles agresivos contra el entorno del presidente. Atacar a su entorno es atacarlo a él, pero nada lo va a detener”, disparó la venezolana. El martes, Rosales había denunciado en Nueva York que la caravana en la que viajaba su marido había sido atacada al salir de la sesión del Parlamento. Los vehículos de la caravana fueron presuntamente agredidos con artefactos explosivos, piedras y golpes. Sin embargo, según informó el equipo más cercano al líder opositor, el político no iba a bordo de ese auto, por lo que no sufrió daños físicos, sino que afectó a un vehículo en el que se trasladaba un grupo de legisladores. 

Frente a estas denuncias, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo estar vigilante ante a lo que calificó como actos de intimidación hacia el líder opositor. “Estos actos de intimidación no podrán retrasar lo inevitable: el restablecimiento pacífico de la democracia, la estabilidad y la prosperidad del pueblo de Venezuela”, afirmó. “Estamos monitoreando los informes de estos y otros actos de intimidación por parte de las pandillas armadas e ilegales de Nicolás Maduro conocidas como los colectivos”, agregó el encargado de la diplomacia extranjera.

Durante la reunión con la esposa de Guaidó -que se llevó a cabo en el Salón Oval de la Casa Blanca y durante la que también estuvo presente la hija del mandatario, Ivanka Trump-, el presidente también afirmó que Rusia tiene que salir de territorio venezolano. El mandatario, además, insinuó que la vía militar es el único mecanismo que le permitiría a la Casa Blanca aumentar su presión contra el chavismo. “Ahora mismo tienen mucha presión, no tienen dinero, no tienen petróleo, no tienen nada. Tienen mucha presión ahora mismo, así que, ya veremos”, respondió al ser preguntado qué podía hacer Estados Unidos para aumentar la presión sobre Maduro. “Fuera de lo militar, no se puede alcanzar más presión de la que ya tienen”, agregó el mandatario, quien reiteró que mantiene todas las opciones abiertas. 

El magnate neoyorquino, asimismo, lamentó que Maduro no aceptase la ayuda humanitaria que Estados Unidos ha posicionado en las fronteras de Venezuela. “No es bueno desde un punto de vista político, ni siquiera desde el punto de vista de un dictador”, afirmó. “El (Maduro) prefiere que su gente se muera de hambre que recibir la ayuda”, sentenció.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, también habló sobre la llegada de militares rusos a Venezuela durante su propia reunión con la esposa de Guaidó, que se produjo antes de que ella ingrese en el Salón Oval. “Estados Unidos ve la llegada de aviones militares este fin de semana (a Venezuela) como una desafortunada provocación. Hoy llamamos a Rusia a detener todo su apoyo al régimen de Maduro, respaldar a Juan Guaidó y mantenerse del lado de las naciones en todo el continente hasta que se restaure la libertad”, indicó Pence.

El gobierno de Trump y más de 50 países impulsan la salida del poder de Maduro y reconocen como única autoridad a Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino.