La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) está tomada por cuarto día consecutivo por los estudiantes, en repudio a la designación como decano normalizador del establecimiento de Eduardo Allub, un médico al que sindican como “abiertamente antiderechos” por sus declaraciones en contra del aborto y la homosexualidad. Los alumnos y docentes de la casa de estudios impugnaron el procedimiento por el cual el Consejo Superior de la universidad designó a Allub, ya que no se les permitió participar de la elección.  

Allub asumió el lunes pasado como decano normalizador de Medicina de la UNSE, tras lo cual los estudiantes se autoconvocaron y en una asamblea decidieron la toma de la facultad en rechazo al proceso “autoritario” por el cual fue designado.

Hasta su designación como decano, el ginecólogo Allub se desempeñaba como jefe de la maternidad del hospital regional “Dr. Ramón Carrillo”, la principal institución sanitaria de la provincia, y en la que se producen la mayoría de los partos. Hace un año, y en declaraciones periodísticas, el cuestionado Allub sostuvo que “se enarbolan banderas diciendo que el aborto es la principal causa de muerte materna y esto no es cierto", y aseguró que a veces es muy difícil separar "lo que es la problemática de salud de las problemáticas ideológicas".

Entre sus antecedentes también se destacan su militancia católica y su explícita posición como objetor de conciencia. Integra la Red Federal de Familias y fue presidente de la Junta de Laicos de la Iglesia Católica, desde la cual hizo declaraciones públicas en contra del aborto en casos de violación, algo que está expresamente autorizado por el Código Penal desde 1921. El año pasado, durante la discusión del proyecto de ley de despenalización del aborto, Allub fue uno de los exponentes que argumentó en contra en las audiencias informativas de Diputados de la Nación, y también participó de diferentes charlas y congresos de grupos antiderechos.

Sin embargo, no son esas oscuras referencias las que movilizan a estudiantes y docentes, quienes rechazan el procedimiento “antidemocrático” por el cual el Consejo Superior procedió a escogerlo como decano, trámite en el cual se los excluyó abiertamente.  

Según Sergio Scrimini, un médico que se desempeña como docente en las cátedras de Inmunología y Clínica Médica y actúa como vocero de la asamblea, “la Facultad vino funcionando con un decano organizador que cumplió sus funciones y debía ser reemplazado por un decano normalizador. El problema se suscitó cuando el Consejo Superior de la Universidad designó al nuevo decano de una manera poco transparente, brusca, sin la opinión, voz y voto de los claustros estudiantil y docente”

“Hubo un rechazo mayoritario de la comunidad de la facu y también de otras facultades de la UNSE. El lunes asumió el nuevo decano pese a nuestro desacuerdo y los estudiantes decidieron un paro y la toma de la facu que ya lleva cuatro días. Logramos que el Consejo Superior sesione en forma extraordinaria en la tarde de hoy y le solicitamos que anule lo hecho y tenga en cuenta la opinión de estudiantes y docentes en la designación democrática de la nueva autoridad”, afirmó Scrimini.

El docente fue enfático al señalar que “no nos queremos meter en el tema de sus antecedentes antiderechos porque percibimos que eso genera una corriente de sectores odiadores y conservadores que se largan a deslegitimar nuestra pelea”, pero destacó que “desautorizamos la manera antidemocrática en la que él aceptó el cargo en estas condiciones y eso es lo que queremos desnudar”.

El rector de la UNSA, Héctor Paz,  explicó que “el proceso de designación del decano normalizador se llevó a cabo siguiendo los lineamientos establecidos por el Consejo Superior”, entre los que citó pasos como la creación de la unidad académica,  “la designación de un Decano Organizador por un período limitado de tiempo para completar la aprobación del plan de estudios de la carrera”, hasta que fuera “designando a un nuevo decano denominado normalizador”. 

Silvia Borsellino, otra docente de la carrera de medicina, dijo a la prensa local que “el proceso por el que Allub fue designado decano está totalmente viciado. La designación del Allub se dio sobre tablas, sin ningún análisis de las posibilidades que podemos ofrecer, y se lo ha nombrado con un pobre antecedente curricular, teniendo en cuenta que no es docente de la facultad”.

Con orientación humanista y una marcada perspectiva del derecho a la salud, la facultad fue creada durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, y en la actualidad cursan en ella unos 400 alumnos, muchos de ellos llegados desde el interior de la provincia. Antes de su apertura, los estudiantes santiagueños que se volcaban hacia la medicina debían trasladarse a Tucumán, Córdoba o Buenos Aires.