“El ajuste fiscal necesario para cumplir con el programa del FMI está cobrando un alto precio en términos de actividad económica”, sentenció un informe del Banco Mundial. Aunque advierte sobre las consecuencias recesivas del programa de austeridad implementado por el gobierno de Mauricio Macri, el organismo multilateral respalda el camino del ajuste.  Los técnicos de la entidad estiman que Argentina finalizará el año con una contracción del PIB del 1,3 por ciento. Si bien representa el tercer peor desempeño de América latina, solo detrás de Venezuela y Nicaragua, la cifra elaborada por el prestamista representa una mejora de 0,4 puntos porcentuales frente a la medición publicada en enero. El documento no ofrece ninguna explicación para la mejora en las perspectivas macroeconómicas.

“Argentina comienza el 2019 inmersa en una severa recesión, y se proyecta que el PIB caerá un 1,3 por ciento este año, tras una contracción de 2,5 por ciento en 2018”, explica el informe al ofrecer un recorrido por la crisis cambiaria del año pasado, que la Casa Rosada intentó desarticular mediante el acuerdo Stand-By con el FMI. El estudio presentado por el economista jefe para América latina y el Caribe, Carlos Vegh, advierte que “a pesar del apoyo sin precedentes del FMI el peso ha vuelto a sufrir un revés”.

Vegh consideró lógico que el crecimiento se resienta ante la implementación de una política fiscal y monetaria “sumamente restrictiva”. Desde su perspectiva, representa un “mal necesario”. Por eso afirmó que “las cosas en la Argentina se están haciendo bien. El tipo de cambio se está estabilizando. La inflación sigue alta pero yo diría que está contenida”. 

En la misma línea, el documento celebra que pese a todo, el gobierno argentino se muestra firmemente comprometido a cumplir con el ajuste fiscal acordado con el FMI, a pesar de que las elecciones presidenciales de octubre pondrán a prueba, sin duda alguna, su determinación”. Al ser consultado durante la conferencia de prensa, Vegh cuestionó las restricciones a las políticas monetaria y cambiaria asumidas por el gobierno argentino: “Yo personalmente sería de la idea de que la Argentina pudiera intervenir dentro de la banda cambiaria”, expresó el funcionario del Banco Mundial.  

El organismo estimó en enero que la economía marcó la cuarta recesión más profunda del mundo, solo superada por las contracciones experimentadas en Venezuela, Guinea Ecuatorial y Nicaragua. “Argentina continuará contrayéndose en 2019 a medida que la profunda consolidación fiscal resulte en una pérdida de empleo y la reducción del consumo y la inversión”, anticipaba a comienzos de año el informe sobre las perspectivas económicas mundiales de la entidad. El documento destacaba, además, el impacto negativo de las altas tasas de interés sobre la inversión privada y los balances de las empresas.