"Estamos viviendo un momento de mucha emoción, porque participamos con este espectáculo en el Festival de la Palabra, en el marco del Congreso de la Lengua en Córdoba, y no quería dejar pasar la oportunidad de estar en Rosario", explica Enrique Llopis a Rosario/12. La oportunidad es única. Con entrada libre y gratuita, hoy a las 20 el músico rosarino presenta El viento que viene y va: Homenaje a Rafael Alberti, en el Teatro del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río): espectáculo basado en el disco que el cantautor grabara junto al poeta en 1991, inspirado a su vez en el libro Baladas y canciones del Paraná.

"Para esta presentación ha viajado especialmente el maestro Benjamín Torrijo, el arreglador musical de la grabación que hicimos con Alberti y con la Orquesta Filarmónica de Praga", agrega Llopis. Torrijo -presente en aquella grabación realizada en 2002 en España, con motivo de la celebración de los cien años del nacimiento de Alberti- dirigirá esta noche el ensamble integrado por Marisa Gallo (guitarra), Víctor Carrión (flauta y saxos), Mariela Angentieri (contrabajo), Gaby Estrada y María José Castro (coros).

"Presentarlo en Rosario tiene para mí una significación muy importante, porque es mi ciudad y por el reencuentro con mi público. Pero además porque aquí estrenamos El viento que viene y va, con Alberti, en el año 1992 en el Teatro El Círculo. Hicimos dos presentaciones inolvidables. En aquel momento se lo distinguió a Alberti como Visitante Ilustre de la ciudad. Después estuvimos en el Cervantes en Buenos Aires y pasamos una temporada en Córdoba, lugar donde él residió", señala el músico.

"Me costaba concentrarme por tener al lado al secretario de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, al amigo de Neruda, de Picasso, de Lorca"

Entre las definiciones que la obra le significa, Llopis cuenta que "Alberti es un sueño hecho realidad. Cuando yo compuse las canciones de El viento que viene y va, de su libro Baladas y canciones del Paraná, a ese libro me lo encontré en una casa de estudiantes que frecuentaba, a comienzos de los años '70. En aquel momento estas canciones nacieron así, de manera informal, sin pretensión de obra. Las compartía en guitarreadas, en grupo de amigos, y lejos estaba de pensar que algún día lo iba a conocer a Alberti o que él iba a llegar a escuchar estas canciones. Insisto, no tenían ninguna pretensión de obra, cantaba con el entusiasmo de alguien que ya había abrazado el canto como una vocación pero todavía no estaba mi carrera profesionalizada, por así decirlo, no había llegado al disco, eso ocurrió años más tarde. Un día recibo una llamada telefónica de Madrid, de un amigo entrañable, el fotógrafo argentino Roberto Otero, y me dice: 'Mirá, Rafael ha escuchado tu canción y le ha gustado mucho'. Fue el punto de partida de algo que iba a sellarse con una grabación y con presentaciones en directo".

-Un recorrido que la poesía, por sí sola, pareciera haber nada casualmente provocado.

-Sobre todo cuando se da en un marco de tanta generosidad. Porque con Alberti no sólo grabamos el disco, sino que a los 89 años se subió a un avión para venir a la Argentina a presentarlo. Generosidad, compromiso, compañerismo. Desde una nota que él escribió y publicó El País antes del viaje -está en su autobiografía, La arboleda perdida-, allí no sólo me nombra sino que dice cosas muy elogiosas en relación a la música, imaginate la emoción que siento cada vez que interpreto estas canciones. Haber trabajado al lado de uno de los protagonistas de la historia del siglo XX no es un dato menor. Siempre cuento como anécdota que en las primeras presentaciones que hice, me costaba incluso hasta concentrarme en el escenario, porque estaba al lado del tipo que había sido el secretario de la Alianza de Intelectuales Antifascistas durante la República y la Guerra Civil, el amigo de Neruda, de Picasso, de Lorca, un protagonista de la generación del '27. Cuando estás ahí en el escenario, a pocos metros de un protagonista de la historia, con una presencia y un historial tan marcado y que ha marcado a varias generaciones, a veces me desconcentraba, porque al mirarlo veía a Miguel Hernández, a Lorca, a aquel conglomerado de talentos y genialidad que dio aquella generación.

-Pienso en una sensibilidad compartida como razón de encuentro.

-Uno se planta frente a cosas que lo siguen emocionando profundamente. Yo me acuerdo que estos poemas, la primera vez que los leí me sorprendieron. Primero porque yo no conocía que un escritor español había escrito sobre el Paraná. Uno ha nacido aquí y el río es una referencia de vida. Cuando empecé a leer aquellos versos, me acuerdo que al libro lo devoré, porque no conocía la obra de Alberti pero sí su vida, idealizaba su accionar. Fue la puerta de entrada al conocimiento de la vida y de la obra, con la cual me sentí tentado de empezar a musicalizar, pero te repito, son canciones que nacieron sin ninguna pretensión.

-Seguramente influyera también la musicalidad misma de los poemas.

-Eran poemas musicales en sí mismos. Yo también soy un apasionado de las rimas y, en general, con los poetas que he trabajado han sido poetas que incursionaron en el mundo de la canción, que escribían con las reglas y con las necesidades técnicas de una canción. Pero en este caso el entusiasmo me llevó a musicalizar poemas que a veces tienen acentuaciones que hay que respetar, con puntuaciones que no tiene la forma tradicional de la canción, en cuanto a la métrica y medidas de las estrofas. Creo que si lo hubiera pensado mucho nunca lo hubiera hecho.

-¿Cómo fue el primer encuentro con Alberti? ¿Qué recuerda?

-Fue conmovedor. Fue muy emocionante porque, además de la relación personal, la sencillez y el sentido del humor, el entusiasmo que tenía a sus 89 años lo hacían ser un joven más. Recuerdo que al momento de salir El viento que viene y va, se estaba planificando una muestra en las bodegas Osborne, en Puerto de Santa María, y Alberti estaba entusiasmado porque era la muestra de sus pinturas. Son cuestiones que hablaban de la vitalidad de un artista en el más amplio y profundo sentido de la palabra.