El primer objetivo del Frente de Izquierda (FIT) para las futuras elecciones es alcanzar los 40 mil votos, el 1,5 por ciento de los votos, piso que permite, según la ley electoral, acceder a la instancia general. El precandidato a gobernador del FIT, Octavio Crivaro, habló de "discriminación" y aseguró "nadie va a levantar la agenda de la izquierda" si no atraviesan la interna. En diálogo con Rosario/12, Crivaro llamó a Ciudad Futura y el Frente Social y Popular a apoyarlo ya que no tiene postulante a la gobernación. "Muchos de sus votantes y también kirchneristas que no conciben la posibilidad de votar a (Omar) Perotti, nos van a apoyar", consideró.

-¿Cuál es la expectativa para la elección primaria?

-La primera expectativa es superar el piso, que obviamente a las fuerzas compuestas por laburantes, por militantes, como la nuestra, que no tenemos apoyos de empresarios, siempre se hace cuesta arriba. Nos propusimos superar ese piso de 40 mil votos para poder pelear en las elecciones generales con la voz de la izquierda, ya que nuestra agenda no la va a levantar nadie.

-¿Cuál es esa agenda?

-Donde tiene que estar la izquierda, defendiendo los puestos de trabajo de los laburantes, contra los despidos, dando el apoyo incondicional a la pelea por el derecho al aborto cuando el resto de los partidos, o un sector, votaban en contra de las mujeres, y peleando contra lo que más afecta a la juventud, que es el sector que más vulnerado por la precarización laboral, los contratos basura. En particular, considero que la izquierda es la única voz que en este momento en el que se están viendo degradadas las condiciones de vida de las grandes mayorías, que los tarifazos impactan de manera durísima, que estamos viendo perder puestos de empleo, somos los que decimos que hay que romper con el Fondo Monetario Internacional, hay que dejar de pagar la deuda y apostar una salida que implique atacar las ganancias de los sectores más poderosos. Somos los únicos que decimos eso y si no estuviéramos en las elecciones generales sería un debate entre partidos que, más o menos, defienden la misma agenda.

-¿Se sienten discriminados por el piso de votos que tienen que alcanzar?

-Por supuesto, tiene un objetivo fundamentalmente contra la izquierda. Todos los grandes partidos tienen, o internas bastante encaminadas u otros que ni siquiera tienen y van a una especie de encuesta. Para nosotros no es así, es la posibilidad de estar o no estar en las elecciones generales siendo que  nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros bolsillos. Yo soy laburante de Anses, nuestra candidata a diputada Jorgelina Signa es enfermera, nuestras candidatas a senadora e intendenta son docentes y nuestra candidata a concejal Verónica Carrizo es una joven que gira de call center a niñera, de cualquier trabajo precario. Nos ponen palos en la rueda, con muy poca publicidad garantizada por la ley, dependemos de una campaña a pulmón e incluso estamos llamando a los sectores que no apoyan la totalidad de nuestras propuestas a que nos apoyen para poder ser una voz distinta en las generales. Hacemos un llamado a Ciudad Futura y al Frente Social y Popular para que siendo que ellos apoyaron a (María Eugenia) Bielsa, pero no cerraron un acuerdo, que nos apoyen en nuestra lista en la categoría gobernador para superar las PASO. Todavía no hemos obtenido respuesta, pero creo que muchos de sus votantes y también kirchneristas que no conciben la posibilidad de votar a Perotti, nos van a apoyar.

-Antes del cierre electoral, ¿no hubo chances de acuerdo con esos partidos que nombró?

-Coincidencias… en muchos casos nos vemos en la calle, estamos codo a codo caminando, pero esos partidos apostaron durante los últimos meses a un diálogo con partidos que los que tenemos intereses opuestos. Los llamados Diálogos Abiertos eran un intento de ir a una PASO junto a (Roberto) Sukerman, sectores del peronismo, del gobierno provincial y municipal. Nosotros, que los enfrentamos todos los días, que consideramos que fueron cómplices de que se aprueben las principales leyes macristas, no podíamos concebir ese tipo de unidad. Eso nos distanció, pero no terminaron cerrando y ahora nos pueden apoyar para que la izquierda no sea silenciada.