“El núcleo más duro del Gobierno nacional adscribe a la idea de que la industria que no es competitiva no se la puede incentivar, que hay que abrir la economía y que el dinero público hay que invertirlo en los sectores dinámicos, como los agroindustriales, y que no se puede sacar dinero de los impuestos para generar un modelo de sustitución de importaciones”, indicó ayer el ministro de Industria de la provincia de Santa Fe, Luis Contigiani. “Eso trajo consecuencias importantes como el aumento considerable de las importaciones de bienes de consumo, que compiten con productos finales nacionales en el mercado local. También es preocupante que hayan bajado las importaciones de bienes intermedios, que son fundamentales para un país industrial. Esas compras son las que nos permiten jugar desde el punto de vista industrial un papel en la región. El año pasado la política oficial afectó a los sectores de muebles, calzado, electrodomésticos, metalmecánica no ligada al agro, autopartes y a la fundición”, agregó.