La inauguración de la avenida Corrientes como calle peatonal vino acompañada con inéditos controles de seguridad, durante los que se revisaron mochilas y carteras, y se prohibió circular con bebidas alcohólicas en la mano. El Gobierno de la Ciudad lo había presentado como una “fiesta para toda la familia”, pero muchos de los que concurrieron se quejaron del desproporcionado operativo de seguridad que se desplegó en el espacio público.

Apostado en la esquina de Callao y Corrientes, el personal de seguridad llevó adelante los controles durante toda la noche. “La inauguración de la Avenida Corrientes decía entrada gratuita, lo que no decían es que era con cacheo incluido, ni con los militares me pasó algo así”, se quejó uno de los participantes de las alrededor de 300 actividades que se realizaron en el lugar. De acuerdo a los organizadores, hubo más de 1000 artistas en 20 conciertos y se desarrollaron más de 50 talleres de diversas temáticas. Otros denunciaron que los agentes también se ocupaban de prohibir el ingreso con bebidas alcohólicas. “En la fiesta de Av Corrientes pasa una chica junto a su pareja. Ella tiene una lata de cerveza en la mano. Un hombre de seguridad le exige que la tire porque ‘no se puede tomar alcohol en la vía pública’”, se descargó otro usuario al relatar la situación que acababa de ver.

Al recorrer la nueva avenida, que incorpora en el tramo que va desde Callao al Obelisco un paseo exclusivamente peatonal entre las 19 y las 2 de la mañana, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, había dicho que el objetivo era “que la gente pueda disfrutar de la avenida”.