La consagración de la Selección Sub-17 en el Sudamericano de Perú sigue dando que hablar por la polémica suscitada en el partido final, donde los dirigidos por Pablo Aimar cayeron sorpresivamente por 4-1 ante Ecuador, que necesitaba ganar por tres goles para clasificar al Mundial de la categoría a disputarse en noviembre próximo, en Brasil.

“Los que creen que la Selección entregó el partido ante Ecuador, que revisen sus vidas. No hay chances. Hoy en día primero se piensa mal y después vemos”, consideró Aimar, a razón de los numerosos comentarios originados en el país organizador, principal perjudicado por la victoria ecuatoriana, ya que se quedó afuera de la cita mundialista por un gol de diferencia. “A los chicos les afecta que hablen de un partido sospechoso. Antes de hablar, uno debe pensar qué estaba haciendo y cómo pensaba a los 17 años”, agregó el ex volante creativo.

Las suspicacias sobre el 4-1 se deben a que Argentina (10 puntos y +6 en diferencia de gol antes del encuentro) debía ganar, empatar o perder por no más de tres goles para sumar el cuarto título sudamericano de su historia, ya que Chile, el único con chances de arrebatarle el campeonato, no había pasado del empate sin goles con Paraguay más temprano en la jornada, quedando con 17 unidades, pero con una diferencia de gol de +2. Para colmo, el equipo de Aimar comenzó ganando con un tanto de Matías Palacios y, en el complemento, Ecuador le marcó cuatro tantos en menos de veinte minutos tras una seguidilla de errores defensivos.

Uno de los que hizo públicas sus acusaciones sobre el resultado del encuentro que cerró el Sudamericano fue Juan Sandi, ex jugador peruano y padre de Massimo, arquero de la Sub-17 de ese país. “Argentina se clasificó contra Ecuador para el Mundial de Rusia (2018), ¿esto fue una devolución de ese favor? No encuentro palabras. Me dirigí al señor (Claudio) Tapia que estaba en la zona de celebración, lo saludé y le di un mensaje, que el fútbol no se puede manchar de esta manera, es una vergüenza lo que se vio”; dijo Sandi, quien además solicitó que Aimar no vuelva a dirigir si se comprueba que hubo irregularidades.

Polémicas al margen, el título obtenido en Perú consagró un proceso serio iniciado en 2017 cuando Aimar y Diego Placente (ayudante de campo) tomaron el mando de una categoría históricamente poco redituable para Argentina como la Sub 17. El equipo que tuvo como goleadores a Matías Palacios (San Lorenzo) y Matías Godoy (Rafaela) sumó cinco triunfos, dos empates y dos caídas para llevarse el trofeo y llegar como campeón al Mundial.