Cristina Fernández de Kirchner llegó después del mediodía a La Habana para visitar a su hija Florencia, internada allí desde febrero. La ex presidenta viajó a la capital de Cuba horas después de la muerte de su madre, Ofelia Wilhelm, acaecida en La Plata. Desde la isla y a través de su cuenta de Twitter agradeció los mensajes apoyo, cariño y solidaridad.

"Quiero agradecer todos y cada uno de los mensajes que me hicieron llegar ayer. Gracias por todo el cariño y la fuerza que me brindaron", escribió CFK a las 21, hora de la Argentina. Desde el mismo momento en que se conoció la muerte de Ofelia Wilhelm, se produjo una andanada de saludos en las redes sociales donde escribieron dirigentes del FpV como de todo el arco político incluido funcionarios del gobierno de Cambiemos. Uno de los últimos de publicar su tuit fue el presidente Mauricio Macri.

 

 

Ya en Cuba se reencontró con su hija, que se atiende en La Habana por trastorno de estrés postraumático, síndrome purpúrico, amenorrea, linfedema y polineuropatía desmielinizante. El viaje fue autorizado por tres tribunales orales federales, que entienden en diversas causas: el TOF 5 (“Los Sauces”); el TOF 2 (obra pública); y el TOF 8 (“Hotesur”), si bien no tenía prohibida la salida del país. También están procesados Florencia y su hermano Máximo, actual diputado nacional. 

Mientras tanto, el cuerpo de Ofelia Wilhelm fue cremado en el cementerio privado Parque de la Gloria, de la localidad de Berazategui. Los restos de la madre de la ex presidenta fueron llevados hoy desde La Plata después del mediodía. No hubo velatorio por disposición de la familia.

Giselle Fernández, hermana de la ex mandataria, firmó la documentación necesaria para proceder a la cremación. Wilhelm falleció el viernes en La Plata a los 89 años luego de estar internada cuatro meses en el Hospital Italiano de esa ciudad por un cáncer de endometrio. 

La madre de Cristina militó a nivel gremial en la  Asociación de Empleados de Rentas e Inmobiliarios y como dirigente peronista. Fue una reconocida hincha de Gimnasia, algo que heredaron sus hijas. Solía vérsela alentando al conjunto tripero cuando jugaba de local, a veces junto a Giselle. El club llegó a ofrecer la sede para efectuar el velorio, algo que la familia declinó.