¿Por qué decidiste esto [abortar]? –le preguntaron en la investigación a Sabrina, de 45 años: 

–Desesperada... porque yo había programado en mi vida, dos hijos. Y yo ya tenía tres, y dije no... yo ya me quedé con los tres... yo ya había decidido los tres y a este hijo yo no lo había decidido, no lo tenía programado, yo no lo quería tener, no lo quería tener, eso lo tenía bien resuelto... yo no lo iba a tener. Tal es así que yo busqué la forma... yo lo hablé con mi mamá y le dije, mami, yo no lo voy a tener... 

Al respecto, la investigadora Cecilia Johnson –una de las integrantes del equipo que llevó adelante el estudio cualitativo con el respaldo de Católicas por el Derecho a Decidir– destaca que si bien Sabrina muestra una gran determinación en su decisión, su relato también “refleja la manera en que la penalización social del aborto se hace cuerpo en sentimientos de culpa posteriores y que, al momento de la decisión, no estuvieron presentes”.