Desde Madrid

Rafael Mayoral (Madrid, 1974) es secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular de Podemos, y candidato al Congreso español por Madrid en las  elecciones generales de este domingo 28 de abril. Desde la realización del Consejo Ciudadano de Vistalegre en febrero de 2017, Mayoral se convirtió en uno de los miembros del núcleo duro de la fuerza, y de mayor confianza del líder, Pablo Iglesias. Por su cercanía con los movimientos populares, fue también uno de los impulsores de la tesis que se impuso en aquel congreso partidario sobre priorizar la acción política en las calles por sobre las instituciones. Mayoral es conocido, además, por ser una voz crítica del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al que más de una vez colocó del otro lado de la línea que separa al establishment de las fuerzas progresistas en España. La oposición española lo ha tildado de ser un “peronista del siglo XXI”. 

A días de los comicios recibió en su despacho a PáginaI12, dispuesto a hablar del escenario político español, pero también del fuerte descenso en intención de voto que ha registrado Unidas Podemos en el último año, y al que prefiere no darle importancia dados los errores que cometieron las encuestadoras en elecciones anteriores. 

 

–¿Cómo analiza esta campaña electoral? 

– Ha sido un buen momento para trasladar las ideas de lo que se ha hecho, con un bagaje importante de trabajo parlamentario, y para comunicar el modelo de país que queremos a futuro, en contraposición con una amenaza de involución que existe en España, y que está muy relacionada con la ola reaccionaria a nivel mundial.  

– Pedro Sánchez dijo que pase lo que pase el 28A, tendería la mano a Unidas Podemos, aunque evitó hablar de una coalición de gobierno.

– Y hace una semana su responsable de Organización (José Luis Ábalos) tendió la mano al partido del Ibex35, que es el partido (Ciudadanos) de Albert Rivera. Entonces ahora mismo no es un voto seguro. Puede ser un voto que sirva para subir el salario mínimo interprofesional un veintidós por ciento o un uno por ciento, con lo cual el único voto seguro para los sectores populares es el de Unidas Podemos. 

– ¿Qué balance hace de estos meses de gestión pactando leyes con el PSOE?

–Es posible conseguir cosas, pero necesitamos más fuerza. A su vez, el avance ha sido abiertamente insuficiente, y ha sido así por declaraciones como la del secretario de Estado de Infraestructuras del Gobierno ( de Pedro Saura), que ha dicho que derogarán la reforma laboral solo si se acuerda con la patronal, lo que es un chiste puesto que esa reforma fue elaborada al dictado de la patronal. Al mismo tiempo, ha sido fundamental el empuje del movimiento popular. La movilización de los pensionistas, la huelga del 8M o las manifestaciones de los taxistas, que han ido poniendo encima de la mesa la necesidad de abrir una agenda social desde las instituciones.

–Las encuestas muestran que muchos votos de UP han pasado al PSOE, ¿han sabido capitalizar electoralmente la gestión que han hecho forzando al socialismo a mejorar propuestas como sucedió con el salario mínimo? 

– Creemos que algunas cosas sí pero al mismo tiempo somos conscientes de que muchas de las cosas que habíamos pactado con ellos no las han cumplido. Creo que el trasvase de votos que plantea usted tiene mucho que ver con las maniobras de intoxicación informativa que tuvieron como resultado, entre otras cosas, que una jefa como Victoria Rosell, que se había destacado en la lucha contra la corrupción y en la defensa de los derechos humanos, no pudiera volver a presentarse el 26j (elecciones generales del 26 de junio de 2016). Tuvo resultados el trabajo de esa mafia (“Cloacas del Estado”) constituida por elementos turbios del Estado con elementos turbios del poder económico y de los medios de comunicación.

–Pablo Iglesias hizo autocrítica respecto a las internas en el partido, ¿se ha debatido sobre el origen de esas internas?

– Hay una reflexión en torno a la generación de mecanismos internos que nos permitan tener esos debates internamente, y que no deban verse en los medios de comunicación. Es cierto que hay algunas derivadas que devienen de algunas actitudes individualistas que no han sabido entender la necesidad de las decisiones colectivas, y que están por encima de cualquier aspiración individual. Y sí, quizás, hay que hacer una reflexión también en el marco de la cultura organizativa que nosotros hemos podido desplegar, y que no deja de contaminarse de la propia lógica política de las instituciones a las que hemos llegado. 

–Gente que estuvo presente en la fundación de Podemos es crítica sobre la ejecutiva del partido. Le leo una frase de Santiago Alba Rico (a quien el entrevistado conoce): “La única forma posible de intervención colectiva en la política interna (de Podemos) es la conspiración”. 

–No lo comparto, sinceramente. Me parece que cuando los sectores populares y la mayoría sociales se están jugando tantas cosas en el marco de una involución democrática como la que se está viviendo en nuestros país, hay que elegir en qué lugar de la trinchera estar.

–Una de las tesis que se impuso en el Congreso de Vistalegre II decía que había que concentrar la lucha en las calles y no en las instituciones, ¿qué balance hace de esa estrategia?

–Puedo decirle también que somos el grupo parlamentario con más cantidad de iniciativas, y que ha demostrado tener mayor capacidad técnica al momento de plantear propuestas legislativas. Pero no hemos venido al Congreso a calentar el escaño. Las iniciativas que estamos desplegando no vienen porque tengamos grandes ideas sino porque aprendemos de los propuestas que emanan del movimiento popular.

–Hablaba recién de las operaciones que realizaron “las cloacas del Estado”, ¿teme que se produzcan nuevas operaciones para impedir un gobierno de coalición con el PSOE como sucedió en el 2016?

–Las cloacas no han dejado de funcionar, eso es lo primero que hay que dejar en claro. Me sorprende que ningún periodista le haya preguntado al presidente del Gobierno su responsabilidad por haber tenido hasta hace nada al director de Política Nacional de Moncloa imputado por su relación con las cloacas del Estado. Yo creo que que es necesario abordar un proceso profundización democrática en nuestro país, y la única fuerza política que tiene capacidad de hacerlo somos nosotros porque no tenemos lastres.