A pesar de subas del 54,7 por ciento en el curso del último año, los precios mantienen un dinámica alcista contenida que podría amplificarse en caso de un nuevo episodio devaluatorio o ante cada mejora del poder adquisitivo. Esa conclusión se desprende de los últimos datos del Indec en materia de precios a nivel mayorista, que subieron un 4,1 por ciento en marzo frente al mes previo. A pesar de que el dato está algo por debajo del 4,7 por ciento que se registró en marzo a nivel minorista, igualmente alimenta las expectativas que advierten que los precios no se están desacelerando. La esperanza del Gobierno de volver a valores de inflación de entre 1,5 y 2 por ciento mensual sigue lejos de poder concretarse. De hecho, los precios mayoristas continúan reflejando la existencia de una inflación contenida, porque acumulan en doce meses una suba del 68 por ciento, unos 13 puntos por encima de lo que avanzaron los precios minoristas en el mismo período, de acuerdo a las cifras oficiales.

El índice de precios mayoristas se elabora a partir de los valores medidos a la salida de fábrica. Son reflejo del aumento de los costos de producción, en donde sobresale la cotización del dólar que afecta a una buena cantidad de insumos, junto a los salarios y la factura energética. El grado de traslado a los consumidores depende de la situación del mercado interno, ya que a menores niveles de consumo se reducen las posibilidades del minorista de subir los precios y viceversa. Si los precios finales no suben lo suficiente, la diferencia es cubierta con reducción del margen de utilidad del comercio. Pero nada impide que ese aumento aparezca de forma retrasada en los meses posteriores.

En marzo, los precios mayoristas subieron un 4,1 por ciento, impulsados por los productos primarios y la energía eléctrica. En el primer trimestre, los precios mayoristas acumulan un alza del 8,2 por ciento, por debajo del 11,8 por ciento del minorista. Esto implica que en estos meses los minoristas trasladaron inflación contenida luego del descalabro del año pasado. Sin embargo, todavía falta mucho para que cierre esa “brecha”: la inflación mayorista en los últimos doce meses es del 68 por ciento, versus una suba a nivel minorista del 54,7 por ciento, una diferencia de 13,3 puntos.

El segmento de productos primarios subió 5,2 por ciento en marzo a partir del alza del 9 por ciento en petróleo crudo y gas. Los artículos manufacturados lo hicieron en un 3,6 por ciento por el alza de productos de papel (5,3), insumos siderúrgicos (5,0), vehículos automotores, carrocerías y repuestos (4,7), equipos de medicina e instrumentos de medición (4,3), máquinas y aparatos eléctricos y sustancias y productos químicos.

El rubro de energía eléctrica subió en marzo un 6,5 por ciento a nivel mayorista por el impacto del segundo tramo de aumento dispuesto por el gobierno nacional para el sistema de distribución. En tanto, los productos importados subieron el mes pasado un 4,4 por ciento a raíz de la evolución de la cotización del dólar en el mercado local. El billete norteamericano comenzó el mes a 40,48 pesos y lo cerró a 44,40 pesos, un alza del 9,6 por ciento que tuvo impacto sobre toda la estructura de costos de la economía.

En el acumulado de los últimos doce meses, el rubro manufacturero que más elevado grado de inflación registra a nivel mayorista es vehículos automotores, en donde tuvo gran impacto la devaluación del peso. En segundo lugar está sustancias y productos químicos, con el 77,8 por ciento, seguido por el 75,2 por ciento de caucho y plástico, máquinas y aparatos eléctricos (73,2) e insumos siderúrgicos (72,6). Algo por debajo están los insumos de la construcción, productos textiles, máquinas y equipos y metalmecánica. Esos valores están por encima de la inflación minorista en el período (54,7 por ciento) y también del desagregado de los bienes (59,2 por ciento).

Santiago Fraschina y Sergio Chouza, economistas de la Universidad de Avellaneda (Undav), explicaron a este diario que “la mayor parte del movimiento de los precios mayoristas se explica por el efecto cambiario. En enero y febrero el índice mayorista estuvo por debajo del minorista, por lo cual se dio cierto traslado de aquella inflación contenida del año pasado. Ahora el mayorista volvió a tener un rebote y le sube nuevamente la vara a la inflación minorista. Calculamos que la inflación de abril va a estar por arriba del 4 por ciento y que todavía hay un puñado de 10 puntos de inflación que está esperando para trasladarse al segmento minorista; y lo hará a medida que lo convalide la demanda”.