–En un momento del documental, un senegalés menciona el hostigamiento or parte de la Policía de la Ciudad. ¿Notaron algún cambio desde que rodaron la película y estos últimos años?
Tabacznik: –Las prácticas violentas de la Policía de la Ciudad vienen hace bastante. Pero ahora están más asustados porque cambiaron las autoridades de los departamentos estatales que protegían a las minorías inmigrantes. Así que siempre tratan de no reaccionar violentamente para no quedar mal vistos ante la opinión pública.
Bramuglia: –Hay que pensar que ellos comenzaron a llegar durante el gobierno de Cristina, que les permitió regularizar su situación. Y de eso pasaron al hostigamiento total que existe ahora por parte de la policía. La ONU le hizo un llamado de atención a la Policía.
–Sin embargo, es un tema que se toca medio al pasar en la película. ¿Por qué?
Bramuglia: –Queríamos presentar a dos personas representantes de la sociedad senegalesa por lo que son, no por lo que hace la policía. Cuando levantaron las mantas de Once estábamos ahí y decidimos no grabar. Decidimos no tomar la película para darle una utilización política o para hacer una crítica a nuestra sociedad. Queríamos que lo central fueran ellos.