“Lula no es sólo un preso político, no es sólo un inocente condenado. Lula representa la posibilidad de encarnar la revuelta del pueblo brasileño”, exclamó ayer la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante el acto público del Comité Argentino por la Libertad de Lula y Justicia por Marielle. A un año del encarcelamiento del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, centrales de trabajadores, universidades nacionales, movimientos sociales y organismos de derechos humanos se reunieron en Groove, ubicado en el barrio porteño de Palermo, para reclamar por su libertad y para evitar que se naturalice su injusta prisión. Además, ante una multitud, los referentes exigieron justicia por el asesinato de la concejala de Río de Janeiro y dirigente social Marielle Franco, ocurrido en marzo del año pasado.
Las palabras de la ex mandataria brasileña cerraron un lista de oradores iniciada por el rector de la Universidad Nacional de Quilmes, Alejandro Villar, y que incluyó a su par de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Gabriela Diker, a los diputados nacionales José Ignacio De Mendiguren, Gabriela Cerrutti y Victoria Donda, al ex canciller Jorge Taiana, al dirigente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, al secretario general de Suteba, Roberto Baradel, a la secretaria ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), Karina Batthyány, y al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. El acto se abrió con un inspirado tango de Discépolo, cantado por Lidia Borda, y cerró con La Chicana, que consiguió que la propia Dilma compartiera su canto.
Entre las diversas reflexiones, reclamos y propuestas que enlazaron los discursos de los referentes en torno a cuestiones como la educación, la industria, el feminismo y la política, hubo menciones a Santiago Maldonado, el artesano fallecido tras un operativo represivo de Gendarmería en la Patagonia, a Rafael Nahuel, el joven mapuche asesinado por las fuerzas de seguridad, y para la dirigente de la Tupac Amaru y presa política del gobierno de Gerardo Morales en Jujuy, Milagro Sala.
“Lula dijo que era posible un mundo que diera oportunidades para todos los marginados y los oprimidos de América Latina”, agregó Rousseff, al tiempo que destacó que “la condición de respeto internacional” alcanzada durante los años de gobierno del Partido de los Trabajadores “infelizmente se está perdiendo, porque ahora vemos algunos monstruos que no se veían hace tiempo”. En ese sentido, mencionó “el monstruo del neofascismo y el del Fondo Monetario Internacional con sus políticas de austeridad” y criticó duramente las políticas llevadas adelante por el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien llegó al poder “gracias a una alianza entre neofascistas, militares y religiosos que surgió con el golpe del 2016”, en referencia al impeachment arbitrario que la destituyó de su cargo ese año y que puso en su lugar al cuestionado Temer.
Además, la ex mandataria se refirió al asesinato de la concejala y dirigente que se autodefinía como “mujer feminista, negra e hija de la favela”, Marielle Franco. “Su muerte estuvo en manos de organizaciones paramilitares con un vínculo fuertísimo con funcionarios del gobierno y esto es muy grave, porque representa la institucionalización de la violencia”, aseveró, y concluyó: “Hace muchísimo tiempo que no se mataba a ningún hombre o mujer electo por el voto directo del pueblo, y mucho menos impunemente”.
“Que tengamos a Lula en libertad es una responsabilidad de todas y todos”, exclamó a su tiempo Pérez Esquivel, frente a una multitud que interrumpía por momentos para gritar “¡Lula libre!”. Trazando un paralelismo con la realidad nacional, el Nobel de la Paz y defensor de los derechos humanos exhortó a “encontrar la unidad en la diversidad para terminar con este gobierno nefasto”. Además, Pérez Esquivel subrayó que está llevando adelante el pedido del Premio Nobel de la Paz para el ex mandatario condenado injustamente y resaltó: “Lula sacó de la pobreza y de la ignorancia a miles y miles de brasileños, les dio un sentido de vida y dignidad y por eso está preso: por estar al lado del pueblo”.
La convocatoria al evento fue muy amplia. A la organización para el acto, encabezada por Clacso y la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), que encabeza Nicolás Trotta, asistieron desde dirigentes sindicales como Rodolfo Daer, de la CGT, y Víctor Santa María, secretario general del Suterh y titular del Grupo Octubre; rectores de universidades nacionales, representantes de instituciones como el Centro Cultural de la Cooperación y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y de movimientos sociales como Barrios de Pie, hasta intelectuales Alejandro Grimson y Pacho O’Donnell.
Informe: Sibila Gálvez Sánchez.