Para el momento en que la Argentina deba comenzar a devolver el crédito Stand By del Fondo Monetario, en abril de 2021, la probabilidad de default se ubica en el 78 por ciento. El porcentaje surge de los precios de los Credit Default Swaps (CDS, o seguros contra default), los cuales muestran la percepción del mercado sobre la posibilidad de algún tipo de incumplimiento crediticio en determinado plazo. Esa percepción sobre una posible cesación de pagos o reestructuración anticipada de la deuda que se contrajo en los últimos tres años se potenció con el pedido de auxilio al Fondo y se acrecienta con cada nueva inyección de liquidez del organismo. Con un riesgo país que ayer llegó a superar los 1000 puntos y duplica los niveles de fines de 2015, la prima de CDS a seis meses aumentó 611 puntos básicos desde mayo del año pasado, según un informe de Proyecto Económico.

De acuerdo con los valores que exhiben actualmente las primas de seguro que ofrecen los CDS, la probabilidad que el mercado estima de una cesación de pagos para los próximos seis meses en la Argentina asciende a 24 por ciento. La cobertura asume la posibilidad de una interrupción en los pagos y quita del 30 por ciento, cercana al promedio de las reestructuraciones que rigen a nivel internacional. En el caso de seis meses a un año esa posibilidad asciende al 56 por ciento de ocurrencia de default y de uno a dos años se ubica entre 70 y 80 por ciento, período en que se empieza a devolver el préstamo al Fondo.

Las señales de desconfianza de los actores económicos, que suelen englobarse en la abstracta idea de mercado, se vienen sucediendo cada vez con mayor frecuencia en el último año en que se reestableció la relación con el Fondo. Además del record del riesgo país en la etapa Cambiemos, se puede observar un fuerte deterioro en las curvas de rendimiento de los bonos, que están en niveles absurdamente altos, superiores al 20 por ciento. El Gobierno había prometido llevar la deuda a tasas de un dígito. Por su parte, la formación de activos externos neta privada (fuga) en marzo alcanzó los 1771 millones de dólares, a lo que hay que adicionar 243 millones de salida por cartera de fondos especulativos extranjeros ante el riesgo de crisis financiera.

La renovación de Letras del Tesoro es otra señal de que el mercado ya le dio la espalda. Esta semana se colocaron 750 millones de dólares frente a vencimientos por 1215 millones, de los cuales 207 millones estaban en manos de organismos del sector público.

El contexto internacional no colaboró, pero la salida del Gobierno argentino de acudir al Fondo para compensar el portazo que le dieron los mercados para financiarse agravó el problema. “En mayo, dos países emergentes sufrieron fuertes corridas cambiarias: Argentina y Turquía. Mientras que Turquía reguló la cuenta capital y evitó acudir al Fondo Monetario, la Argentina se endeudó y sometió al escrutinio del organismo internacional. Las consecuencias son evidentes: mientras que Turquía tiene probabilidades de default de menos de 15 por ciento, para Argentina prevén una probabilidad de default de entre 60 y 70 por ciento dentro de 2 o 3 años”, señala la consultora que dirige la economista Fernanda Vallejos.

Este riesgo es medido de distintas maneras. El denominado riesgo país mide a través de comparar la tasa de bonos en dólares de cualquier economía con títulos similares de los Estados Unidos. Los CDS son activos de seguro para cubrirse de incumplimiento de pagos. La diferencia entre uno y otro es que el primero es simplemente enunciativo --esta semana superó los 1000 puntos básicos—en tanto que el segundo sirve para cerrar operaciones concretas de cobertura. “La suba de este último desde agosto a la fecha, demuestra que el programa del FMI no ha logrado generar mayor credibilidad en cuanto a la sustentabilidad de la deuda externa del país”, señala el informe. De hecho, la ha deteriorado.

Otro ejemplo de debilidad financiera que enciende alertas entre los inversores es el nivel de reservas, que actualmente solo se sostiene con las inyecciones de liquidez del Fondo. En el paquete de reformas para el Central que impulsa el organismo multilateral, se destaca la imposibilidad de que el país pueda utilizar las reservas, que el jueves ascendían a 72.081 millones de dólares, para pagar deuda externa. “Tras tres meses de estabilidad, basada en la imposibilidad del BCRA de intervenir en el mercado de cambios, los vencimientos de deuda obligan al gobierno a utilizar reservas a falta de capacidad de realizar roll overs”, advierte el informe de Proyecto Económico. En el último mes, Argentina sacrificó 6300 millones de dólares en reservas, siendo compensados por el último tramo de desembolsos del FMI.