Henrik Ibsen (1828-1906) escribió Casa de muñecas en 1879, pieza que se estrenó el 21 de diciembre de ese mismo año en el Teatro Real de Copenhague. Por su potente cuestionamiento a las normas sociales, y fundamentalmente a la institución matrimonial, la obra generó fuertes críticas que llevaron incluso a que Ibsen cambiara el final para una de sus representaciones en Alemania. Aunque el propio autor negó que su obra fuera feminista, así fue catalogada por numerosos críticos. La repercusión que causó la historia de liberación de Nora incluso inspiró la creación de secuelas teatrales a partir del texto original. En la Argentina, pudo verse Lo que pasó cuando Nora dejó a su marido, escrita por la novelista austriaca Elfriede Jelinek, en una puesta dirigida por Rubén Szuchmacher que tuvo su estreno en el Teatro San Martín en 2003. Por su parte, la dramaturga local Griselda Gambaro fue más allá con Querido Ibsen: soy Nora, donde convirtió al autor en un personaje más y posibilitó que Nora pudiera cuestionar a su propio creador. La obra, dirigida por Silvio Lang, tuvo una recordada y elogiada puesta estrenada en 2013 también en el teatro oficial.