La Secretaría de Salud aumentó a 900,09 pesos el importe que las obras sociales y prepagas deben reintegrar mensualmente a sus afiliados que padecen celiaquía como cobertura para la compra de alimentos libres de gluten. El incremento del monto, que es casi del 90 por ciento (en relación a los 479,26 pesos que regían desde octubre de 2017), fue anunciado en el Boletín Oficial, con la publicación de la resolución 757/2019. “Las personas que padecen celiaquía tienen necesidades diferentes en cuanto a la dieta que ingieren, por cuanto resulta más costosa en relación a las de las otras personas”, y se trata de dietas de tipo terapéutico, que evitan el “daño intestinal característico de la enfermedad celíaco”, detalla entre los fundamentos la resolución, que lleva la firma del secretario del área, Adolfo Rubinstein.

“La enfermedad celíaca es la enfermedad intestinal más frecuente” y tiene una prevalencia que se estima en torno al 1 por ciento del a población, señala la decisión oficial, que actualiza los montos en función de lo indicado por la ley 27.196, sobre enfermedad celíaca, según la cual debe haber “actualización permanente de la prestación dineraria derivada de la cobertura asistencial para las personas con celiaquía”.

Por ley nacional, obras sociales y prepagas deben “brindar a cada persona con celiaquía, cobertura en concepto de harinas, premezclas u otros alimentos industrializados que requieren ser certificados en su condición de libres de gluten”, recuerda la resolución. La norma, que obliga a todas las coberturas médicas de las jurisdicciones que adhirieron a ella –la única excepción es la provincia de Buenos Aires–, establece que los afliliados con celiaquía deben recibir atención completa, “que comprende la detección, el diagnóstico, el seguimiento y el tratamiento de la misma, incluyendo las harinas, premezclas u otros alimentos industrializados que requieren ser certificados en su condición de libres de gluten”.

La resolución señala que para estas personas la dieta “resulta más costosa en relación a la de las otras personas”. Para evitar “síntomas y complicaciones de esta enfermedad”, esos pacientes deben “llevar una dieta estricta libre de proteínas tóxicas procedentes del trigo, avena, cebada y centeno, de por vida”.