El papa Francisco exhortó ayer a los Balcanes a emprender el camino de la concordia, durante una visita a Macedonia del Norte. La ex república yugoslava esquivó las guerras balcánicas de los años 90, pero estuvo cerca de un conflicto interétnico en 2001. Es que a pesar de ser un país pequeño, es un mosaico de nacionalidades y confesiones.

Ante los responsables locales, Francisco elogió el patrimonio y la composición multiétnica y multireligiosa de este Estado de 2,1 millones de habitantes, fruto, según el papa, de una historia rica y compleja de relaciones entretejidas en el curso de los siglos.  Macedonia del Norte es mayoritarimente ortodoxa (dos tercios de la población) mientras que un tercio de su población profesa el islam. En cuanto a las nacionalidades que coexisten, los habitantes de este país son de mayoría eslava, en tanto que los albaneses representan entre 20 y 25 por ciento de la población. De esta mezcla, característica común del conjunto de los Balcanes, el Papa invitó a hacer una referencia para la cohabitación serena y fraternal.

Los católicos, por su parte, son una pequeña comunidad representada por menos del 1 por ciento de la población, pero cuentan con la fuerza de la herencia de la Madre Teresa. “Se convirtió en una valiente misionera de la caridad de Cristo en el mundo, dando consuelo y dignidad a los más pobres entre los pobres”, dijo el Papa sobre la Madre Teresa, nacida en 1910 en la ciudad de Skopie, entonces bajo tutela del Imperio Otomano. Francisco le dedicó una plegaria en su memorial, situado el museo más visitado del país, en presencia de representantes ortodoxos, musulmanes, judíos y metodistas.

Miles de habitantes de todas las religiones acudieron ayer a la misa del Papa en la plaza central, cerca del lugar donde nació la Madre Teresa antes de dejar definitivamente el país a finales de la década de 1920. Los fieles llegaron desde casi todos los puntos de la península balcánica: Albania, Bosnia, Grecia, Hungría, Eslovenia y Croacia.

Aunque en su homilía, el obispo de Roma citó a la religiosa canonizada por Francisco, se permitió hacer un llamado contra las fake news. Como Macedonia del Norte, uno de los países más pobres de Europa, fue durante un tiempo uno de los centros de producción de sitios de fake news, optó por alertar contra la desinformación en una sociedad a la que calificó como atiborrada de conexiones. 

El mensaje de unidad del Papa llega apenas unos meses después de que el país aceptara rebautizarse Macedonia del Norte, abandonando el simple Macedonia, para poner fin a un viejo litigio con  Grecia (llama Macedonia a una región de su país) y abrir la vía a negociaciones para su adhesión a la Unión Europea. El primer ministro Zoran Zaev vio en la visita papal un mensaje para que los dirigentes continúen construyendo puentes.