"He ido varias veces a ver amigos músicos y a compartir lo que hacemos. Lo que nos aporta Ruta Nacional Canción es una circulación de otras ideas y formas, nos encuentra y nos acerca, a la vez que genera un intercambio más fluido. Es el acercamiento de la distancia", dice Ariel Migliorelli del proyecto musical autogestivo que mañana a las 21 lo tendrá como anfitrión en el Petit Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085), junto a las participaciones del colombiano Andrés Correa y el chaqueño Seba Ibarra.

"A Andrés Correa lo conozco desde hace mucho, él había escuchado música de Aveimán (el grupo de Migliorelli, Sandra Corizzo y Javier Allende) y desde ahí seguimos en contacto. Pero ésta es la primera vez que vamos a compartir un escenario y es gracias a Ruta Nacional Canción, así que imagínate que si esto no genera acercamiento. ¡Un colombiano de Bogotá con un rosarino!", continúa el músico.

Ruta Nacional Canción es un emprendimiento que reúne cantautores de la escena independiente nacional y tiene sus sedes principales en Resistencia, Santa Fe y Rosario. De esta manera, cancionistas diversos integran giras y conciertos que ya alcanzan su novena temporada a nivel nacional. En esta ocasión, la tarea anfitriona de Migliorelli dará cabida a Andrés Correa, cantautor y director del Festival Internacional de la Canción Itinerante de Bogotá (FICIB), y Seba Ibarra, cancionista de la provincia de Chaco y uno de los impulsores del ciclo. En este caso, el intercambio internacional es posible gracias a los programas de circulación de artistas de Ibermúsicas.

Como lo expresa el músico rosarino, "Ruta Nacional Canción comenzó con Lucas Heredia, Julián Venegas y Seba Ibarra; y ahora, gracias a convocatorias como la de Ibermúsicas, se pudieron integrar giras internacionales. Somos muchos los músicos. En cuanto a los que estamos en Rosario, viajamos mucho por Latinoamérica y diferentes lugares, y este tipo de proyectos favorece muchísimo la circulación porque te encontrás de igual a igual con otras ideas, con otras formas muy diferentes, y claramente se generan cambios, movimientos. Hay que apostar más a estos intercambios. Es como una especie de rito".

--Un rito que persigue públicos imprevistos.

--Creo que no es un público casual, me parece que es gente que espera escuchar canciones nuevas, las que no pasan en la radio todo el tiempo. Un público que espera una historia contada desde otra perspectiva. Eso es algo que se viene dando desde hace varios años, te diría que en Latinoamérica, en donde hay distintos circuitos y gestores como Andrés Correa, Seba Ibarra y Julián Venegas, preocupados por generar otros espacios en donde se genere un público para una canción que no se conoce, pero que se sabe que uno la precisa. Hay muchos ciclos en donde la producción es tan linda e intensa, tan personal, que genera inquietud, aun cuando no se lo conozca al artista. Se programan artistas que no son conocidos pero la gente va a ver qué hay. Un poco de eso es lo que pasa también en Ruta Nacional Canción.

--El esfuerzo mancomunado es un apoyo solidario fundamental.

-Si no tenés alguien que te dé una mano o comparta un concierto con vos, se dificulta muchísimo. Creo que el motor de Ruta Nacional es la búsqueda. Si hay que destacar algo es que todos los músicos son diferentes, lo más importante es eso, cada uno tiene su mirada y también busca mantenerla, no te tenés que pasteurizar para ser un producto o algo que no sos. Es importante que espacios como Lavardén y las demás salas culturales, enfoquen en los músicos que estamos tratando de mover las cosas de lugar para que se vuelva a respirar aire nuevo; es muy necesario, es lo mismo que en la política (risas). Hay una necesidad de circulación de la energía, de las músicas. Es importante para mí juntarse con gente interesada porque así es como habría gente aún más interesada. Desde mi trabajo, pude constatar personalmente que una programación bien intencionada genera nuevos públicos. El artista labura y la gente lo tiene que conocer, de lo contrario no tiene la posibilidad de elegirlo. Es una sinergia.

Actualmente solista, Ariel Migliorelli lidera el proyecto Fargus junto a otros músicos de la ciudad. Así como con Aveimán, ha formado parte de Ludique, en Uruguay, junto a Queyi, Nico Constantin, Diego Drexler y Mariana Lucía. Su concepción musical lo delata relacional y mixturado. "Trabajé en el último disco de Andrés Correa, como técnico de mezcla y de mastering; también metí algunos sintetizadores en sus canciones. Andrés va a quedarse en Rosario para trabajar en el nuevo disco, así que imaginate si estos encuentros no nos cambian, es tremendo", agrega Migliorelli. Y no ahorra elogios para Seba Ibarra: "tiene una personalidad impresionante, una capacidad de transmitir la 'localidad', de dar esa impresión local.