Luego del Oscar como mejor director por Cabaret (1972), Bob Fosse regresa al musical cinematográfico con All That Jazz, oda trágica a su propio personaje, creador maldito de glorias y traiciones. Joe Gideon (Roy Scheider) es algo más que su alter ego: es la versión descarnada de los triunfos y fracasos de su carrera, sus adicciones y sus infidelidades, sus amores y perdiciones. Recrea el tiempo en el que Fosse editaba Lenny (1974) y ensayaba la puesta teatral de Chicago, junto a la aparición de sus problemas de salud y sus desbordes emocionales. Gwen Verdon fue el ángel detrás de escena, pese a que estaban sentimentalmente separados, y su figura desfila por la pantalla en la piel de la exesposa que interpreta Lilian Palmer. Ganadora de la Palma de Oro en Cannes y último hito en la carrera de Fosse, es el símbolo del musical de los 70, deudor de las innovaciones de los 30, signado por el ego y la ambición, y el último recuerdo de ese tiempo que la Historia demostró que era irrepetible.