La máxima autoridad de la Fundación El Libro, María Teresa Carbano, respondió los ataques del secretario de Cultura de la Nación Pablo Avelluto hacia la entidad que preside, explicó por qué el escritor peruano Mario Vargas Llosa nunca podría haber inaugurado la Feria y también se refirió a los efectos de la crisis económica sobre la industria del libro.

Después de la presentación del libro Sinceramente de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Feria, el Secretario de Cultura acusó a las autoridades de la Fundación El Libro de falta de “pluralismo" y aseguró que "se han manifestado cercanos al kirchnerismo". Avelluto contrastó el clima que se vivió durante la presentación del libro de CFK con el escrache que padeció él mismo cuando fue el único orador abucheado por docentes y estudiantes durante la inauguración de la Feria. Y fue más lejos: dijo que la Fundación fue “oficialista en dictadura y oportunista en democracia”.

María Teresa Carbano respondió hoy esas acusaciones. En diálogo con “El fin de la metáfora” (Radio 10) explicó que la Fundación organiza la Feria desde hace 45 años, está integrada con representantes de cada uno de los sectores de la industria literaria y editorial, que son elegidos democráticamente cada dos años y que ella ocupa su puesto desde septiembre del año pasado. Explicó también que frente al aluvión de pedidos de entradas que recibieron apenas se anunció que la charla inaugural de la Feria iba a estar a cargo de la antropóloga feminista Rita Segato se decidió cambiar la modalidad de “entrada libre y gratuita por las invitaciones”. “Solo se podría entrar con invitación, considerando la capacidad de la sala. Nosotros hicimos un acto con invitaciones, pero no pedimos certificado de adhesión al secretario Avelluto, o a Rita Segato, o a la Fundación. Eso excede a la Fundación. Pero sí aseguramos que él pudiera hablar y así lo hizo”, aclaró.

Por su parte Avelluto, en entrevistas con distintos medios, había deslizado que el escrache del cual fue objeto fue intencional. "Cuando la Fundación quiere blindar un acto, para que las cosas salgan de una manera o de otra, lo logra hacer", se quejó el funcionario poco después de la presentación del libro de CFK el jueves pasado.

“Nadie ingresó al acto sin invitación. Pude hablar yo, pudieron hablar los representantes de Barcelona, pudo hablar el ministro de Cultura de la Ciudad. Cuando subió el secretario Avelluto, un grupo que no superaba las doce personas sacaron unas cartulinas y alguna bandera que hablaban de los bachilleratos populares”, fue la respuesta de Carbano.

“Le pedí permiso al Secretario y entonces tomé el micrófono para insistir en que teníamos derecho a ser escuchados y pedir que se lo dejara hablar”, contó. Después, según el relato de Carbano, “el personal de la Fundación, con serenidad y sin violencia fue haciendo que esas personas se retiraran y el Secretario pudo decir su discurso”.

Carbano recordó que en estos días presentaron sus libros el diputado de la Coalición Cívica Fernando Iglesias, el ex ministro de Economía y actual diputado nacional Axel Kicillof, el economista José Luis Espert, entre otros, por lo tanto, “cuando decimos que la Feria es un espacio abierto a todas las voces, un espacio para el debate y desterrar la palabreja ‘grieta’ es porque creemos en eso”.

“En cuanto al autor que abre la Feria, está estipulado que debe ser un autor nacional. Entonces, todos los que dicen que no se le permitió a Mario Vargas Llosa abrir la Feria están equivocados. Él nunca podría haber abierto la Feria porque no es un autor nacional. Decir que no se le permitió es tendencioso o producto de la ignorancia”, aclaró Carbano.

Sobre los efectos de la crisis económica en la industria editorial, Carbano dijo que muchas “editoriales PYME estamos sobreviviendo porque la caída en ventas en los últimos tres años es muy fuerte, hemos perdido un tercio del mercado” y que “la producción en cantidad de ejemplares del 2018 con respecto al 2015 fue casi de un cincuenta por ciento menos”. “Si hay una merma en el consumo de alimentos, es lógico que caiga el consumo de libros”, concluyó.