Gran Bretaña se vio sacudida en las últimas horas por el suicidio del participante de un reality show. A tal punto, que la cadena ITV decidió levantar el programa, el exitoso The Jeremy Kyle Show, líder en audiencia durante los últimos 14 años en horario matutino.

El caso que acabó con el programa de Kyle es el suicidio de Steve Dymond, un hombre de 63 que participó del programa y decidió acabar con su vida tras ser humillado en cámara. De hecho, el programa con su participación no llegó a emitirse. De carácter sensacionalista, el programa presentaba personas en situación de marginalidad, un show de la degradación humana con participantes de bajos estratos sociales y supuestas situaciones de infidelidad.

Dymond, de 63 años, se presentó para demostrarle a su novia que le era fiel. La mujer, llamada Jane Callaghan, estaba presente en el set de grabación. A Dymond lo sometieron a un detector de mentiras, pero no pasó la prueba del polígrafo. La tribuna del programa no ahorró burlas. El hombre se fue llorando y poco después apareció muerto en su casa de Portsmouth.

Callaghan contó que tras grabar el programa le pidió a Dymond que juntará sus cosas y se fuera del hogar compartido. Después de irse, empezó a mandar mensajes de textos como "Solo quiero decirte que lo siento antes de irme” y “Mi vida no tiene sentido sin ti”. Más tarde, su casera lo encontró sin vida

Tras divulgarse la noticia de su muerte, ITV anunció el levantamiento del programa y el compromiso de no emitir nunca el envío que lo llevó a suicidarse. "Dado la gravedad de lo ocurrido, hemos decidido poner fin a la emisión del Jeremy Kyle Show", dijo ayer la directora ejecutiva de la cadena, Carolyn McCall, quien agregó que “el show ha tenido una audiencia leal y ha disfrutado de la profesionalidad de su equipo de producción durante 14 años, pero ha llegado el momento de poner punto final”. La ejecutiva hizo llegar sus condolencias. “Los pensamientos y la simpatía de todos los que trabajamos en ITV están con la familia y los amigos de Steve Dymond".

Mientras tanto, el equipo de producción insiste en que trató de dar con el paradero de Dymond luego que abandonara el estudio. A pesar de que el trágico protagonista era depresivo, los productores alegan que presentó una carta de su médico en la que lo autorizaba a participar del programa.

La repulsa de la opinión pública llegó al Parlamento. Tanto los conservadores como los laboristas exigieron el fin del programa tras conocerse la noticia del suicidio. "Las televisiones y las productoras tienen responsabilidad sobre la salud mental y el bienestar de los participantes y la audiencia de sus programas. Y les hemos dejado claro que deben contar con el suficiente nivel de apoyo en los estudios", declaró un vocero de la premier Theresa May. Ya antes del levantamiento, se abrió una investigación a partir de la revisión del programa grabado. Y el fiscal de Portsmouth, a la espera de los resultados de la autopsia, afirmó que es factible abrir una investigación penal.

Kyle acaparó cientos de críticas por su programa sensacionalista, que llegó a estar dos temporadas al aire en una versión norteamericana que él mismo condujo. El uso del polígrafo para descubrir presuntos engaños amorosos llevó a escenas sensacionalistas en las emisiones. Su show ya venía perdiendo audiencia en los últimos tiempos. Una encuesta señala que el 56 por ciento de los británicos está de acuerdo con el fin del programa.