La Argentina ingresó hace unos días al índice de mercado emergente. Se Estados Unidos realizado por MSCI Inc, una empresa que pertenecía mayoritariamente a la banca Morgan Stanley hasta que vendió gran parte de sus acciones para fondearse en el marco de la crisis de 2008. Algunos inversores institucionales como aseguradoras o fondos de pensión suelen seguir la composición de dichos índices a la hora de distribuir su cartera de activos. De esa manera, el ascenso de Argentina de la categoría “mercado de frontera” a “emergente”, implica que una porción de la cartera de dichos inversores institucionales se volcará a comprar acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street (ADRs en la jerga financiera). Algunas estimaciones privadas hablan de 1400 millones de dólares, como los potenciales fondos que se volcarían a adquirir ADR de Telecom, YPF, Grupo Galicia, Banco Macro, Globant, Pampa Energía, TGS, BBVA Banco Francés, Arcos Dorados Holdings, Central Puerto, Corporación AM Airports, Loma Negra, Despegar.com, Edenor, Adecoagro, IRSA, Cresud y el Grupo Supervielle.

De producirse dichas potenciales compras de acciones de empresas argentinas que cotizan en el exterior, su valor podrá moderar el derrumbe en su cotización que venían transitando en los últimos meses. Pero eso no implicará un financiamiento extra para dichas empresas (excepto que alguna decida salir a emitir un mayor número de acciones aprovechando la nueva clasificación) y, por lo tanto, no tendrá ningún efecto en materia de inversiones productivas de dichas firmas en el o en el exterior. Ni siquiera implica un ingreso de dólares a la Argentina, ya que se trata de una operación de compraventa de acciones entre particulares en el exterior. El hecho de que operen con acciones de empresas argentinas es relativamente anecdótico, excepto para quienes poseen acciones de dichas firmas y pueden obtener algún beneficio de su valorización. De más está aclarar que tampoco afecta el riesgo país, ya que no implica ninguna operación con bonos que son los que influyen en dicho indicador.

Una vez aclarado el moderado impacto de la decisión del MSCI, no está demás estudiar como basa su decisión dicha empresa. La clasificación de “mercado emergente” responde básicamente al volúmen del mercado de acciones de empresas argentinas en Wall Street y las facilidades para los extranjeros para operar con ellas. También pesa en la decisión la ausencia de restricciones al giro de dividendos al exterior por parte de esas empresas. Es decir, la clasificación se basa en cuestiones operativas del mercado de acciones de empresas argentinas en el exterior (tamaño, facilidad para operar y cobrar), pero de ningún modo implica una evaluación positiva sobre el devenir económico de esas empresas. Es por eso que la clasificación como emergente se mantuvo pese a la crisis que azota la economía local y se refleja en los magros balances de la mayoría de las empresas argentinas.

@AndresAsiain