-Cristina habló en la Feria del libro sobre la necesidad de un contrato social ¿Conversaron algo al respecto? ¿O ya pensaste algo, como precandidato?
-Esa idea de Cristina la comparto, todos en la Argentina tenemos que hacernos un replanteo sobre cómo funcionamos. No solamente la dirigencia política, no solamente la dirigencia empresaria, no solamente la sindical, sino cómo funcionamos nosotros como ciudadanos. Cristina habla de la necesidad de reconstruir un pacto ciudadano, un contrato ciudadano. El ciudadano es algo más que "la gente": es la gente con derechos y obligaciones. Son hombres y mujeres con derechos y obligaciones. El planteo de Cristina, que yo comparto, es que tenemos que reconstruir nuevas reglas que respetemos porque el mayor problema de la Argentina es que las reglas no las estamos respetando. Cuando Cristina habla del Pacto Social y de (José Ber) Gelbard no lo menciona como modelo a seguir. Menciona el ejemplo de un tiempo en donde se hizo un acuerdo con los empresarios. Y los empresarios no cumplieron; le fallaron a Perón. Cristina recuerda que ese ser omnipresente era Perón. El contrato del que habla Cristina podría ser un formidable mecanismo para eliminar la grieta: fijar nuevas reglas de convivencia democrática. No estoy hablando de reformas constitucionales ni estoy hablando de ninguna de esas cosas sino que cumplamos las reglas que fijamos.
-Hilando por ahí un poco más fino. Sin hacer una reforma constitucional, que es muy difícil, los cambios requieren alguna institucionalidad.
Un acuerdo económico social, podría ser un ejemplo.
-Por ahí puede haber un acuerdo entre sindicatos y empresarios para tratar de ordenar salarios y precios pero son cosas que se pueden acordar por poco tiempo para salir de un mal momento y después volver a arrancar. No pueden ser perennes con mecanismos constantes. La Argentina tiene problemas institucionales que debemos abordar con seriedad. Y ello tal vez reclame algunas reformas, leyes que hagan que vuelvan a funcionar bien. El caso típico para hablar sin eufemismos es el problema de la justicia.
-El Poder Judicial...te criticaron mucho por tus declaraciones.
-Hay gente con mente afiebrada que reacciona como esas patrullas perdidas que ignoraban que la guerra había terminado. El otro día una periodista me decía "sabemos que usted piensa que la Justicia Federal hay que tirarla a la basura". No es así. Primero hay que entender que la justicia argentina no es exclusivamente la Justicia Federal Penal. Además, no todos los jueces son lo mismo. No es lo mismo (Daniel) Rafecas que (Julián) Ercolini y no es lo mismo (Sebastián) Casanello que (Claudio) Bonadio. Dije que algunos jueces de primera instancia o de Cámara han dictado fallos realmente sorprendentes de los que van a tener que dar cuentas y todos se sintieron muy agredidos y decían que yo estaba amenazando los jueces. Quiero recordarles, empezando por la Asociación de Magistrados, que vivimos en una república en la que hay tres poderes. Uno es el Poder Judicial. Y los actos de gobierno del Poder Judicial son las sentencias. Los jueces deben rendir cuentas de sus actos de gobierno. No sé por qué se ofenden cuando uno les dice que expliquen. Ahí viene lo llamativo. Cuando un juez libera a alguien anticipadamente que sale mata y viola a ese juez lo condenan en el acto mediáticamente. Lo condenan por el acto de gobierno de haber liberado a alguien lo que ellos entienden indebidamente. Ahora eso no se produce en las causas contra Cristina, no respecto de los jueces que persiguen a Cristina. Para mí la justicia tiene que funcionar bien para con mis amigos y para con mis enemigos. Simplemente es un punto que creo que debemos discutir. Esto no es ninguna amenaza. Todos los funcionarios públicos debemos rendir cuentas de nuestros actos y los jueces deben rendir cuentas. Cuando ves la decisión de esta semana de la Corte Suprema tomó respecto al inicio del juicio de Cristina (en el Tribunal Oral Federal 2). Se vio claramente cómo juega esa matriz judicial política mediática. Es horrible que eso pase. Los promotores de esos hechos no se dan cuenta de que están alentando un método que un día se puede volver contra ellos. Volviendo a la Corte, ha que saber leer lo que ha dicho. Lo único que hizo fue pedir un expediente para tratar un recurso y esto los volvió locos. Esto determinó a la Corte sacar un comunicado. Si yo fuera miembro del Tribunal Oral estaría muy preocupado porque el comunicado dice "Señores jueces yo pedí el expediente porque tengo en tratamiento ocho recursos en esta causa. Quiero advertirle que estoy estudiando estos recursos porque podrían determinarse ulteriores nulidades en el proceso". Clarín festejó, (el ministro de Justicia Germán) Garavano brindó con champán. Lo que nadie percibió es que hay un artículo del Código de Procedimiento que dice que un juicio oral no puede empezar si hay un recurso abierto. Y la Corte está diciendo que hay ocho. Cuando empiecen el juicio esos jueces también deberán explicar sus actos de gobierno. No es una amenaza: estoy contando cómo funciona. A la gente se le puede mentir porque el Código de Procedimiento lo conocemos los abogados que hacemos derecho penal. Pero a la ley no se le puede mentir.
-Cristina en el último año de su gobierno descabezó lo que era la SIDE. Se abrió una caja de Pandora cuyas consecuencias estamos viviendo. ¿Qué piensan hacer?
-Cristina hizo algo bueno que yo elogié. Declaró que los recursos de la AFI debían ser públicos. Y Macri hizo algo horrible que estamos padeciendo. Nombrar, apenas llegado, a un íntimo amigo suyo al frente de la AFI. Y el decretó el uso secreto los fondos que maneja la AFI. Ya hemos sabido que parte de esos recursos sirven para financiar a los D'Alessio. Un problema muy serio que nosotros debemos abordar porque nos encontramos con D´Alessio en un lado o con el espía arrepentido Barreiro en otro. Sabemos es que hay un mecanismo construido desde la Inteligencia estatal para valerse de fiscales, de jueces y de periodistas. Y llevar adelante operaciones que van desde la construcción de causas inexistentes y volverlas existentes, hasta la falsificación ideológica de testigos protegidos, hasta extorsiones lisas y llanas. Hasta valerse de esos servicios de inteligencia para resolver problemas personales de algún fiscal. Todo ha sido tan penoso... No entiendo por qué el Ministerio Público sigue sin tomar decisiones. Pero tenemos un fiscal en rebeldía un fiscal arrepentido... Y un fiscal que no quiere que el arrepentido se arrepienta para preservar a sus cómplices. Esto es algo que hay que cambiar. El Servicio de Inteligencia tiene mucho sentido si se dedican a hacer inteligencia en favor de la defensa de la soberanía y de los intereses del país pero no para andar persiguiendo periodistas u opositores. O simplemente para que algún pícaro haga extorsiones y se gane plata que no debía ganarse.
-¿Podés comparar la situación que encontró Néstor Kirchner en 2003 con la que recibirá el próximo gobierno?
-Cuando nosotros llegamos con Néstor la Argentina tenía una economía en default. La deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) representaba el 10 por ciento del total. No es un dato menor porque las deudas con el FMI están protegidas: uno no puede hacer quitas o esperas. Lo único que puede hacer es refinanciar en el tiempo pagando más intereses. Esa deuda representa ahora entre el 35 y el 40 por ciento del total. El resto es deuda privada que no está en default. Pero si Macri sigue es muy posible que caigan en default. La deuda es un fuerte condicionante porque Macri a lo único que le prestó atención para salvar los problemas de demanda de dólares fue al mecanismo financiero. Pensó que el problema inflacionario sólo se resolvía atacando a la moneda. Y generó un estrago financiero como pocas veces ha vivido la Argentina. Hay que darle una solución al estrago financiero, de lo contrario no existe solución al tema de la deuda. Pero todo esto hay que hacerlo sin descuidar que tenemos que desarrollar el aparato productivo para volver a poner en funcionamiento la economía.
Con eso vamos a empezar a resolver la crisis social que hoy tenemos. Hay que hacer todo en simultáneo. Está claro que debemos abordar el tema pero nosotros nunca hemos pensado en dejar de pagar la deuda o dejar de cumplir las obligaciones. La historia cuenta que vinimos a pagar las deudas que siempre tomaron otros. Las hemos pagado en los términos que nosotros nos comprometimos a pagar. Tenemos que hacer un esfuerzo para ver cómo enfrentamos ese momento. Además todos están hablando de lo que vamos a hacer nosotros cuando lleguemos y nadie se da cuenta de lo que está pasando de acá al 10 de diciembre, el riesgo de caer en default con la deuda privada. Nadie le está prestando atención a eso. Nadie. Y es un problema muy serio. Macri está perdiendo miles de millones de dólares que se llevan. Y terminan salidos y volados, fugados del sistema financiero argentino.