Dolor, angustia, desconsuelo y tristeza fueron las sensaciones que dominaron ayer la plaza Adolfo Alsina, en San Miguel del Monte, donde  vecinos, amigos, compañeros de escuela y familiares se concentraron para exigir justicia por los tres adolescentes y un joven de 22 años que murieron el lunes a la madrugada tras chocar el auto en el que viajaban contra un camión tras ser baleados y perseguidos sin motivo alguno por un patrullero. A la desazón se sumó también la bronca necesaria para transformar la consternación en reclamo: “Háganse cargo, cobardes”,  “Queremos explicaciones”, y “No eran delincuentes”, decían algunas de las banderas y carteles mientras algunos coreaban el cada vez más repetido “yo  sabía/ yo sabía/ que a los pibes los mató la policía”.

La movilización comenzó a las 14 y se concentró cerca del ingreso al Palacio Municipal, donde un cordón policial custodiaba las escalinatas del edificio comunal. 

Los carteles y las pancartas manuscritas exigían justicia por las cinco víctimas. Los aplausos y los gritos se fueron alternando mientras daban vuelta a la plaza los familiares y vecinos, entre los que había una gran cantidad de mujeres, niñas y niños, y adolescentes compañeros de los chicos fallecidos. 

En un clima por momentos tenso, donde las lágrimas estaban a flor de piel, algunos adolescentes improvisaron homenajes: unos haciendo piruetas con sus tablas de skate, otros, elaborando raps. Eran las actividades que solían realizar con los chicos fallecidos cuando se juntaban en la plaza del pueblo.

“No eran solo unos amigos/eran mi familia/ por más que busque/ no sé comprender este momento/ solo digo que me siento mal/ pidiendo justicia por ellos/ las manos me van a sangrar”, rapeó uno de los jóvenes, visiblemente emocionado y con la voz casi quebrada. Casi tan quebrada como la voces de los familiares que durante toda la tarde fueron hablando con las radios y canales de tv.

Gladys, la mamá de Danilo, dijo que “durante estos cuatro días el pueblo de Monte se movilizó. Queremos que se muevan (las autoridades). Esto es un asesinato, no es un choque. Y el que no quiere ver es porque se hace el ciego”, afirmó. “Me entregaron al nene en un cajón. Quiero respuestas”, agregó Juan Carlos, el papá.

En otra parte de la plaza, mientras un bombo marcaba el paso de los manifestantes, de una ciudad en la que todos se conocen, Susana, la mamá de Gonzalo, remarcaba frente a otro medio que la persecución fue “una masacre”. “Eran nenes de 14 años”.

También estuvo presente en la convocatoria la intendenta de Monte, Sandra Mayol, quien sostuvo que hubo una “gran mentira” por parte de la policía. “Llevé las imágenes al fiscal y me uní para buscar justicia. No hay otros culpables que los agentes que mataron, tienen que estar presos”, remarcó la funcionaria.

Mientras la marcha seguía sumando gente, una voz gritó: Gonzalo. ¡Presente!, respondió la multitud, y dio comienzo el reclamo que enumeró uno a uno a los fallecidos: Camila, ¡Presente!, Danilo, ¡Presente!, Aníbal, ¡Presente! Una letanía trágica en el país, que registra una persona muerta por balas policiales cada 22 horas en el gobierno de Cambiemos.