El país que queda como consecuencia de las políticas del gobierno de Mauricio Macri está marcado por el aumento de la pobreza. Buena parte de los argentinos están en una situación socialmente vulnerable. Los niños y los jóvenes también están siendo vulnerados constantemente no sólo a través de la falta de oportunidades  sino también por el accionar represor de la policía. En ese marco, se realizará el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos desde el 30 de mayo al 5 de junio en distintas sedes de la ciudad: esta 18° edición tiene como enfoque principal los derechos de niños, niñas y adolescentes. La idea de los organizadores es encontrar, a través del arte, nuevos espacios de empoderamiento que puedan ser replicados como herramientas de transformación individual y colectiva. La muestra cinematográfica está organizada por el Instituto Multimedia DerHumALC (IMD) y su directora es Florencia Santucho. 

Juventud, divino tesoro

“Cumplimos 18 ediciones y más de 21 años de trabajo. Los ciclos se repiten constantemente. En Argentina estamos reviviendo un momento de crisis no sólo económica sino también social. Hay otro contexto con el que tenemos que notar esa diferencia: respecto de 2001. Pero también hay una capacidad de organización social seguramente mayor, lo que permite una reflexión”, explica Santucho. “Las redes que se han construido las sentimos siempre presentes y sólidas. Hay una sensación de todos y todas muy preocupante en cuanto al futuro a nivel de hambre, de pobreza, de violencia que estamos viviendo todos los días en las calles. Eso es lo que más nos convoca como festival de cine: está enfocado este año en la niñez y en la adolescencia. No podemos perder de vista esa gravísima situación por la cual más del 60 por ciento de niños y niñas está en situación de hambre. Y muchos de ellos están en situación de calle. La violencia que eso genera, el abuso, el maltrato es parte de lo que nos tenemos que ocupar como sociedad para poder generar de ahora en más un cambio profundo, que el sistema vuelva a ser inclusivo. Y, a partir del arte, creemos que no solamente se genera conciencia sino también vías de comunicación y de expresión. Por eso, este año, quisimos darle voz a esa   niñez, a esa adolescencia que vino callada, olvidada”, completa Santucho. 

A la hora de mencionar cómo se va a ver todo esto reflejado en el festival, su directora anticipa que la mayoría de los protagonistas de las películas que se presentarán son jóvenes y adolescentes. “A la vez, quisimos darle mucho espacio a la sección Escuelas. Este año le dimos 80 títulos, muchos más que en otra ediciones. Quisimos acercarnos a los barrios; no solamente centralizarnos en la Alianza Francesa (que va a ser la sede principal de la sección Escuelas) sino también ir a Morón, Moreno, La Plata, con funciones propias para que puedan ir también los chicos del Conurbano de forma  independiente sin tener que ir al centro de la ciudad”, explica Santucho. 

  También se pensó en un jurado juvenil (por debajo de los 18 años) que pueda tener una visión respecto de qué es lo que se cuenta de los adolescentes. El jurado juvenil es transversal a todas las secciones y competencias. Se escogieron algunas películas y ellos van a elegir cuál es la ganadora; es decir, la que mejor refleje las necesidades, deseos y problemáticas de la juventud en este momento. “Son mayormente jóvenes que vienen de barrios periféricos, que pertenecen a organizaciones sociales que trabajan el territorio y la temática de la niñez. Algunas de las que convocamos fueron La Poderosa, La Dignidad, Miguelito Pepe para poder acompañarnos en esta búsqueda, que el territorio vaya ocupando un espacio dentro del festival para contarse y denunciar también aquello que consideran los temas más importantes en este momento. Además de la desnutrición y el hambre, está también ese espacio de protagonismo, de escucha”, sostiene la directora de la muestra.

La memoria del Cóndor, dirigida por la italiana Emanuela Tomassetti.

Un poco de historia 

El Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos nació en 1997. En 2001 no se pudo concretar por la crisis y se postergó al 2002. Prácticamente, el festival es post-crisis. Si tuviera que reflejar las temáticas de aquel momento y las de este momento, Santucho refiere que el 2001 “fue atravesado por la lucha de los trabajadores desocupados, de los piqueteros y los movimientos sociales que desde los barrios iban ocupando los puentes, el centro de la ciudad”. La directora recuerda que la de 2002 fue una edición histórica en el Hotel Bauen, que había sido recuperado por los trabajadores. “Este año, la clave es encontrarnos con un movimiento que se ha fortalecido desde lo transversal, como fue el de la lucha por el derecho al aborto. A su vez, eso ha despertado una conciencia de reivindicar derechos por encima de las organizaciones sociales, de los partidos políticos, de las situaciones familiares y situaciones en las que todos venimos construyendo parámetros de visión social, cultural. Entonces, estos años han diferenciado los sujetos políticos. Ahora, estamos viendo a jóvenes que se apoderan de su propio lenguaje, están autorrepresentándose a través de los medios de comunicación, y reapropiándose de otro espacio personal y político sobre el cual construir una sociedad distinta”, completa Santucho. 

La estructura 

A lo largo del festival, el público podrá ver más de 70 películas de diversos países. Se ha previsto una Competencia de Largometrajes Internacionales, otra de Cortos Internacionales y la Competencia de Documentales Nacionales. Dentro de las secciones no competitivas, figuran Infancia y Juventud, Finca Ambiente, Memoria, Miradas de género, Pueblos originarios, Migrantes y Panorama, además de Escuelas. También habrá un Foco Mediterráneo y un Foco Medio Oriente, como ya hace tiempo se realizan en cada edición, y tres ventanas. Una es Ventana Transparency, con films que vienen con la colaboración de Transparencia Internacional, una fundación que trabaja contra la corrupción, y en este caso, el cine y el arte como elemento concientizador. “Vamos a tener una ventana muy importante en colaboración Artists at Risk, que es una organización de Estados Unidos que promueve una plataforma de ayuda a realizadores y artistas en riesgo bajo amenaza, por ejemplo, en sus países. Esta ventana va a tener algunas películas destacadas con invitados”, anticipa Santucho. 

Uno de los films de esta sección es el documental español El silencio de otros, de Almudena Carracedo y Robert Bahar. Filmado durante seis años, este documental revela la lucha por organizar una denuncia internacional revolucionaria para pelear contra el “pacto del olvido” de los crímenes que sufrieron las víctimas de los cuarenta años de dictadura franquista. Es un  poderoso relato aleccionador sobre el fascismo y los peligros de olvidar el pasado. La proyección va a contar con la presencia de Nora Cortiñas y del  representante de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Fabián Salvioli. Este film va a competir en la categoría Mejor Documental en los Oscar 2020 por haber ganado el Premio Platino al Mejor Documental hace unas semanas. Otra película destacada es Police Killing (la que se proyecta en colaboración con Artist at Risk), en el que los directores Natasha Neri y Lula Carvalho abordan la violencia policial en Brasil “con el nivel de tortura a los jóvenes de la favela y el nivel de impunidad que eso implica”, subraya Santucho, quien destaca que le pareció muy importante “darles visibilidad a los directores para que se puedan vincular con otros realizadores y con organismos de DD HH en la Argentina para protegernos de esa violencia institucional a nivel regional”.  

Otras dos Ventanas son Divercine y Nueva Mirada, con programación de festivales de cine para jóvenes. Divercine es de Uruguay y Nueva Mirada fue el histórico festival fundado por Susana Velleggia que ya no se realiza más. La sección buscará homenajear al proyecto y a Velleggia. 

El silencio de otros, de Almudena Carracedo y Robert Bahar.

Otras películas destacadas 

Entre las películas destacadas figura Free Men, de Anne-Frédérique Widmann (Suiza, 2018). A través de la voz de Kenneth Reams, el largometraje muestra la resiliencia humana. Recluido por veinticinco años, Reams se convirtió en pintor y poeta, fundó una organización sin fines de lucro y organizó eventos de arte mientras reclamaba justicia. A los dieciocho, fue condenado a pena de muerte por un homicidio que no cometió. “Se va a lanzar en colaboración con el Festival de Cine de Suiza y la Embajada de Suiza porque es una película sobre la lucha de este hombre que está en el corredor de la muerte en Estados Unidos y que, a través del arte, está pidiendo por su libertad. Es una película contra la pena de muerte. En este caso, también lo vincularemos con la problemática institucional, por lo que fueron las experiencias de algunos detenidos y detenidas, que desde el encierro pudieron expresarse a través del arte y también llegar a tener un nivel de empoderamiento gracias a él”, comenta Santucho. La directora anticipa que después de la proyección se realizará un conversatorio con Isabelle Reams, esposa de Kenneth Reams, que es referente de la fundación que ellos lanzaron para la libertad de Kenneth Reams, “pero también contra la pena de muerte y toda discriminación racial porque es un personaje afrodescendiente y se vincula mucho con la discriminación a los afro en Estados Unidos”. 

Otra película sobre DD.HH. es La memoria del Cóndor, de la italiana Emanuela Tomassetti. El Pan Cóndor (o también llamada “Operación Cóndor”) fue la siniestra alianza nacida en los años 70 entre fuerzas militares y policiales de varios países sudamericanos, con el beneplácito de Estados Unidos y su Secretario de Estado Henry Kissinger. Estuvieron implicados en este plan Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia y, hacia  el final, también Perú. Fue una organización político-militar internacional creada con el propósito de eliminar opositores y disidentes más allá de las fronteras de cada Estado. El 12 de febrero de 2015 comenzó en Roma el proceso judicial Cóndor para hacer justicia por 43 víctimas latinoamericanas, de las cuales 23 eran de origen italiano, y que fueron asesinadas y desaparecidas por las dictaduras del Cono Sur. La sentencia condenó a ocho militares a cadena perpetua. “Va a venir la directora desde Italia y nos parece importante generar un puente entre el arte y los juicios de lesa humanidad”, sostiene Santucho.  

Sede censurada 

El Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos se realizará en las siguientes sedes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: la Alianza Francesa de Buenos Aires, el Centro Cultural General San Martin y el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. “No nos dieron este año el Gaumont diciendo que los festivales nacionales competían con los estrenos de películas argentinas. Para nosotros es muy lamentable porque hasta ahora no nos pudimos poner de acuerdo con los realizadores para que festivales como el nuestro que, desde hace 20 años se ocupa del cine independiente, pudiese tener un momento de visibilidad, de lanzamiento y luego se difundieran en salas como siempre sucedió. Para nosotros fue un gran problema porque siempre apuntamos al Gaumont como una de las sedes centrales. El Incaa dijo que la política nueva del Instituto es que los festivales nacionales no tengan esos espacios porque competíamos con los estrenos argentinos”, plantea Santucho.

* Programación completa, sedes y horarios: imd.org.ar