El viernes 27 de junio se conoció oficialmente la renuncia de Itatí Carrique a la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la provincia de Salta. Este último lunes, en una reunión encabezada por el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Trabajo, Ricardo Villada, la hora exfuncionaria participó de su última actividad oficial. El encuentro, junto a las subsecretarias y directoras del área, sirvió para repasar lo hecho y trazar una hoja de ruta para el futuro inmediato del organismo.
Aunque aún no se designó a su reemplazante, desde el Ejecutivo confirmaron que se sostendrán las líneas de acción vigentes.
Carrique se fue con una certeza: el área que ayudó a construir debe sostenerse, más aún en tiempos en que lo que retrocede a nivel nacional debe resistirse en lo provincial. “Tener un área con nombre, con presupuesto, con objetivos claros no es lo mismo que tener un área desdibujada. Eso fue lo primero que peleamos: institucionalizar”, dijo en diálogo con Salta/12.
En abril del 2022 el gobernador Gustavo Sáenz tomó juramento a Itatí Carrique, la primera mujer que estuvo a cargo de esta Secretaría dependiente del Ministerio de Gobierno, Derechos Humanos y Trabajo de la provincia. De esta manera se logró crear y jerarquizar un área que se venía reclamando desde las organizaciones sociales y feministas ante la problemática que viven las mujeres y personas del Colectivo LGBTIQ de Salta.
En ese sentido, Carrique habló de las acciones e impactos reales que pudieron medir en la vida de miles de mujeres y diversidades en Salta. Se trata de una de las áreas del gobierno salteño -uno de las más jovenes- que aún logra sostener políticas activas incluso cuando el Gobierno nacional las eliminó por decreto.
Con ancla en el territorio
En lo que va de la gestión de esta Secretaría, más de 24 mil personas accedieron a acompañamiento legal, psicológico y económico frente a situaciones de violencia de género. Hubo líneas de atención, redes comunitarias en casi 60 municipios, móviles de asistencia que recorrieron los barrios bajo el programa Aquí, para vos. También, se asistieron más de 160 casos de trata y explotación, y se fortalecieron vínculos con la Justicia y fuerzas de seguridad para una respuesta más eficaz.
En 2014 se cumplieron 10 años de la declaración en emergencia pública en materia social por violencia de género en Salta, que hoy sigue vigente por consecutivas prórrogas. Esta emergencia se declaró por los femicidios que se cometen en la provincia, una de las que tiene más altos índices de violencia contra las mujeres.
Pero Carrique no quiso que su paso quedara asociado únicamente a la atención en emergencia. “Cuando se asiste a una mujer que sufre violencia, lo que encontramos detrás es que no tiene acceso al trabajo, ni a la vivienda, ni a la formación. Hay una cadena de vulnerabilidades que hay que romper desde el Estado”, manifestó.
Con esa mirada, impulsaron uno de los programas más celebrados de la gestión: Constructoras, una iniciativa de formación en oficios de la construcción - tradicionalmente masculinizados- dirigido a mujeres y personas LGBTIQ+. Desde allí egresaron más de mil mujeres en más de diez municipios. A la par, se abrieron espacios de formación tecnológica para adultas y adolescentes, y se distribuyeron dispositivos para achicar la brecha digital.
La exfuncionaria resaltó que pusieron foco en la autonomía económica de las mujeres y personas de la diversidad. "Sabíamos que sin independencia material, cualquier política de género se quedaba corta". Por eso se abrieron líneas de formación, capacitaciones, talleres, que se desarrollaron principalmente desde el Centro de Autonomía Económica.
La transversalización como horizonte
La Secretaría llevó a cabo actividades con el objetivo de que el enfoque de género dejara de estar encerrado en sus oficinas. “El gran cambio fue lograr que otras áreas se hicieran cargo también de esta agenda”, destacó Carrique. Un ejemplo concreto fue que el Ministerio de Producción, históricamente un espacio masculino, incorporó un gabinete de género para pensar desde esa mirada cada acción y programa.
Además, bajo su liderazgo se consolidó el Gabinete para la Transversalización de las Políticas Públicas, que articuló con 23 organismos del Ejecutivo. Y por primera vez en la historia, el presupuesto provincial se elaboró con perspectiva de género.
“No todas las provincias tienen esto. Es una herramienta política, pero también cultural. Porque cambia la forma en que el Estado se para frente a las desigualdades”, señaló Carrique. También dijo que se avanzó en protocolos para situaciones de violencia laboral dentro de la administración pública y se certificaron empresas privadas con el Sello de Espacios Igualitarios.
Sin Nación, con agenda propia
Desde diciembre de 2023, bajo la nueva gestión nacional de Javier Milei, el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación fue disuelto. En ese sentido, Carrique subrayó que la falta de interlocutores nacionales complicó el trabajo aunque "no influyó directamente en nuestra agenda, pero sí se sintió". Sobre todo porque muchas políticas que se direccionaban desde la Nación a las provincias fueron eliminadas, desde todas las áreas gubernamentales.
"Hay programas de salud, de prevención, de atención a diversidades, que desaparecieron. Y la provincia tuvo que ver cómo responder”, detalló. Aseguró que ello "genera un estrés estructural, porque la respuesta no puede venir sólo de una Secretaría. Se vuelve un problema de todo el Estado. Y de toda la sociedad”, advirtió.
A pesar del panorama, en diciembre del año pasado, Carrique y su equipo presentaron el Plan Provincial para la Igualdad de Género 2025-2026, una iniciativa que busca promover la igualdad de derechos para mujeres y personas LGBTIQ+ y asegurarles una vida libre de violencias y discriminación. El plan incluyó más de 20 propuestas estratégicas y 99 líneas de acción, con el objetivo de revertir las causas socioculturales que generan desigualdades y mejorar la atención de situaciones de violencia de género.
“La institucionalización no es garantía de nada si no se la sostiene políticamente”, dijo Carrique antes de terminar la charla. Remarcó que las políticas de igualdad no dependen sólo del compromiso individual de una funcionaria, sino de una voluntad colectiva que atraviese gobiernos, gestiones, y se ancle en el deseo de una sociedad más justa.
“Lo que más deseo es que nada de lo conquistado se pierda. Que quienes siguen puedan sostener y mejorar lo que hicimos. Porque esta agenda no es de una Secretaría, ni de un gobierno. Es una deuda histórica que tenemos como comunidad”, concluyó.