La Procuraduría General de Colombia abrió una investigación contra el comandante del Ejército, Nicacio Martínez, por presuntas irregularidades en operaciones militares. La decisión de la Fiscalía llegó después de una denuncia del diario estadounidense The New York Times que apunta a que estas podrían poner en riesgo la vida de civiles.

El rotativo neoyorquino afirmó en un artículo publicado el pasado 18 de mayo que el Ejército había ordenado a las tropas duplicar el número de rebeldes muertos en las operaciones militares, lo que podría poner en riesgo la vida de civiles, reencarnando los “falsos positivos”. Así se conocen a las ejecuciones extrajudiciales en el país, que tuvieron su auge en la década pasada, cuando militares asesinaban a civiles que luego vestían como guerrilleros para ser presentados como muertos en combate para obtener permisos, premios y otros beneficios de sus superiores.

Para corroborar la denuncia, la Procuraduría decidió practicar pruebas “con el fin de verificar la ocurrencia de conductas presuntamente irregulares, determinar si son constitutivas de falta disciplinaria” e identificar a los supuestos responsables. Al respecto el general Martínez escribió en Twitter: “Respetuoso de la competencia de la Procuraduría, estaré presto a contribuir con transparencia y con la tranquilidad de haber obrado siempre en el marco de la ley. Nuestro Ejército y su comandante se rigen por los estándares de respeto y protección del orden constitucional”. 

Hasta el momento, la Fiscalía colombiana ha investigado cerca de 5.000 casos de “falsos positivos” que involucran a unos 1.500 militares. De estos, 2.200 casos fueron remitidos a la Justicia Especial para la Paz, que se encarga de juzgar los crímenes cometidos con ocasión del conflicto armado y es la columna vertebral del acuerdo firmado con las FARC el 24 de noviembre de 2016.