Pasaron cuatro años desde ese primer 3 de junio que modificó al movimiento feminista en la Argentina y más allá de las fronteras también, y muchas más movilizaciones que las cinco que impone el tiempo cronológico, porque también desde que la consigna de Ni Una Menos puso en la calle el deseo de conjugar diversas demandas, de complejizar la definición de la violencia de género, surgieron los paros internacionales y los dos paros nacionales que se hicieron por el femicidio de Lucía Pérez. ¿Qué significa decir Ni Una Menos hoy? Qué hechos se pueden contar en esta breve historia y cómo estos pocos años se enhebran con los años pasados y los por venir creando un tiempo distinto, circular, como la disposición de los cuerpos en torno al caldero o a la olla popular.