La Sub 20 sufrió esta tarde su primer traspié en el Mundial de Polonia al caer por 2-1 frente a Corea del Sur en la ciudad de Tychy en el cierre de la fase de grupos. A pesar de la derrota, los dirigidos por Fernando "Bocha" Batista finalizaron como primeros de su zona gracias a los triunfos sobre Sudáfrica (5-2) y Portugal (2-0) y se medirán en octavos de final con Mali (martes a las 15.30), segunda en el Grupo E tras perder 3-2 con Francia, una de las favoritas al título.

Con la clasificación de antemano en su bolsillo, Batista aprovechó para probar algunas variantes ante los asiáticos. En defensa, ingresaron Marcelo Weigandt (Boca) y Maxi Centurión (Argentinos); en el mediocampo, Santiago Sosa y Cristian Ferreira (River); y en ofensiva, Tomás Chancalay (Colón). El DT apostaba por una alineación más ligera, por lo menos en ataque, con la salida de Adolfo Gaich (San Lorenzo), una ausencia que se sentiría en el área.

Los mejores momentos de Argentina se vieron cuando la pelota estaba en su poder, haciendo alarde de una gran capacidad de acierto en los pases y de ensanchamiento del campo de juego con Ezequiel Barco (Atlanta United) y Agustín Urzi (Banfield) por los extremos. Sin embargo, a la hora de llegar a la zona de definición se evidenció la falta tanto del nueve como de Julián Alvarez (River), aunque no sólo por deficiencias propias, sino también por la destacada actuación del arquero Kwang-yeon Lee (Gangwon).

Por el contrario, lo más flojo del equipo de Batista apareció en el retroceso. El primer golpe llegó a los 42 minutos tras un veloz contraataque definido por Se-hun Oh (Korean Police FC), quien apareció sin marca entre Facundo Medina (Talleres) y Francisco Ortega (Vélez). En la segunda parte, Corea del Sur aumentó la diferencia a los 57 tras una gran jugada individual de Ho-jin Jeong (Korea University) --con caño incluido a Aníbal Moreno (Newell's)--, que terminó con un fortísimo remate de Yeong-uk Jo (FC Seúl) para dejar sin reacción al arquero Manuel Roffo (Boca).


Los goles no cambiaron la tónica del encuentro, sino que la exageraron. Con el correr de los minutos, Argentina se situaba cada vez más cerca del arco surcoreano pero el descuento llegaría recién sobre el final con un remate de larga distancia --uno de muchos-- de Ferreira que contó con complicidad del arquero para terminar en el 1-2 definitivo, un resultado de tinte épico para los asiáticos que lograron la clasificación en detrimento de la poderosa Portugal, que no pasó del 1-1 con Sudáfrica y quedó afuera de la segunda fase por diferencia de gol. Para los de Batista, por su parte, una derrota que sirve para focalizar errores y corregirlos de cara a lo que viene.