Las comparaciones son siempre odiosas, aunque su uso metódico es conveniente para analizar escenarios, observar alternativas y proyectar horizontes de acción. En el campo de las políticas públicas, el método comparativo contribuye a la reflexión sobre los modelos de gestión y la evaluación de impacto de la intervención estatal. Comparemos aspectos de las gestiones de Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz, y de Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, a partir del análisis de la evolución de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en el trienio 2015-2017. También se evalúa el impacto positivo de la atención primaria de la salud Cabe aclarar que la TMI mide la intensidad de la mortalidad infantil durante el primer año de vida (se calcula haciendo el cociente entre el número de muertes de menores de un año en un período y el total de nacidos vivos del mismo período, por mil) y representa uno de los indicadores más importantes de una comunidad en materia de salud pública.

La ministra de Salud y Ambiente de Santa Cruz, Rocío García, informó que la Tasa de Mortalidad Infantil santacruceña descendió 2,5 por ciento entre 2016 y 2017. Esto significa que, desde el inicio de la gestión de Alicia Kirchner, la tasa descendió desde el 10,9 al 6,7 por ciento en 2017, lo que representa una reducción relativa del 39 por ciento, de acuerdo con datos elaborados por la Dirección de Estadística e Información de Salud, dependiente del Ministerio de Salud y Desarrollo Social.

Del otro lado, los datos de la Dirección de Estadísticas y Censos del GCBA revelan un escenario menos alentador para la CABA. Durante el período 2016-2017 la tasa se redujo 0,5 por ciento, sin embargo la evolución del período 2015-2017 implicó un aumento de la mortalidad infantil desde el 6,0 al 6,7 por ciento. En este trienio, los infantes porteños incrementaron su mortalidad relativa en 11 por ciento.

Ambos gobiernos alcanzaron en 2017 una TMI del 6,7 por ciento aunque la mejora en la tendencia del gobierno santacruceño contrasta con la tendencia moderada del gobierno de Larreta. Entonces, ¿cómo se explican estas disímiles trayectorias? Desde el gobierno de Alicia Kirchner asociaron el mejoramiento de los indicadores con la implementación de "políticas de abordaje sanitario territorial" y la implementación de acciones focalizadas en materia de niñez y crianza de los recién nacidos. Al respecto, la ministra García señaló que durante su gestión se aplicaron 196.000 mil vacunas entre los distintos centros de salud y hospitales, realizaron controles de niños sanos, y entregaron las leches requeridas, lo que "determinó que hoy podamos decir que bajamos cuatro puntos la mortalidad infantil".

 En el caso del sistema de salud de la Ciudad de Buenos Aires, un reciente estudio realizado por la Fundación Soberanía Sanitaria, denuncia el "deterioro del primer nivel de atención". El informe "Una década de deterioro del sistema de salud porteño" indica que desde "2007 a 2015 (último dato disponible), se ha reducido el número de consultas en los CESAC pasando de alrededor de 900 mil consultas (...) a las cerca de 700 mil en 2015". Además, indica que las consultas externas en los CESAC han perdido participación, pasando del 8,02 en 2012 al 7,20 por ciento en 2015.

Al respecto, la Secretaría de Salud de Nación informó que la disminución de la tasa de la mortalidad infantil alcanzada a nivel nacional en 2017 "fue atribuible principalmente a la disminución de la tasa de mortalidad postneonatal (período entre el segundo mes y el año de vida) ya que la neonatal (período primer mes de vida) no presentó cambios". Aclaró que las mejoras se debieron a la disminución de las enfermedades respiratorias y otras dolencias, cuya prevención está asociada a la intervención de efectores sanitarios de proximidad y de atención primaria.

El despliegue territorial del sistema de salud forma parte de un modelo de gestión que propone proximidad entre las necesidades de la población y la intervención del Estado. Este modelo provocó impacto positivo en la tasa de la mortalidad infantil en el caso de la provincia de Santa Cruz. La gestión de la Ciudad de Buenos Aires se diferencia en ambos aspectos, lo que permite señalar causalidades entre el repliegue estatal y la tendencia moderada de los indicadores sociales.

*  Licenciado en Ciencia Política y Maestrando en Políticas Públicas.