Hoy será un día decisivo para el acuerdo de unidad entre Alberto Fernández y Sergio Massa que ya está avanzado en las generalidades pero le falta en la letra chica. Hipotéticamente, esos puntos sin cerrar podrían arruinar todo y en eso tendrán que trabajar hoy los negociadores. En el borrador del acuerdo, Massa quedaría como primer candidato a diputado en las listas de la provincia de Buenos Aires con la idea de ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados. También tendrían asegurado otros puestos expectantes en la lista de diputados y de legisladores provinciales. “Está claro que hay una fuerte voluntad nuestra en confluir, mucho más fuerte de la que se ve en el propio Massa. Vamos a insistir hasta el último momento”, aseguró ayer el jefe del bloque de diputados del FpV-PJ, Agustín Rossi. Por otro lado, el intendente de Tigre, Julio Zamora, advirtió que no tiene en sus planes bajar su candidatura a la reelección pero que no le molestaría tener que competir en las PASO contra Malena Galmarini, la esposa de Massa, una de las posibles trabas del acuerdo.

Fernández y Massa se cruzaron el domingo a la noche en el diálogo en un canal de televisión, con Fernández en el estudio y Massa participando de los festejos del gobernador Mariano Arcioni en Chubut. “Sergio, volvé a Buenos Aires, tomemos un café y terminemos esto”, le pidió Fernández. Massa le dedicó unos comentarios futbolísticos respecto a la distinta suerte que habían corrido Tigre y Argentinos Juniors en sus recientes enfrentamientos contra Boca en las instancias finales de la Superliga que ayer dieron para análisis casi filosóficos de parte de los analistas políticos.

En definitiva, se trata de los tironeos propios sobre el cierre de las negociaciones en los que cada parte trata de negociar desde una posición de fuerza. Entre las condiciones del acuerdo que se están evaluando figura  –junto al rol de Massa como presidente de la Cámara– que los diputados del Frente Renovador que terminaran sus mandatos tengan el aval para postularse por un nuevo período. En Córdoba, por ejemplo, la recientemente electa legisladora provincial Natalia de la Sota ocupará un rol protagónico para la campaña en esa provincia. Respecto a la provincia de Buenos Aires, está acordado que el massismo tendrá representantes en todas las secciones electorales, con el objetivo de renovar los legisladores provinciales que finalizan. 

El acuerdo incluiría un pacto de no agresión en las intendencias. Donde hay un intendente del PJ, el Frente Renovador no presentará candidatos y viceversa. La prioridad para los 134 municipios es que haya listas de unidad, pero en caso de no ser posible se garantizará la realización de una PASO ordenada para definir a los candidatos. Hay un tema sensible con Tigre, el pago chico de Massa, que hoy maneja Julio Zamora, quien se apresuró a alinearse con el kirchnerismo aún antes del posible acuerdo. “Nadie me ha pedido eso, y durante un año y medio estuvimos construyendo una mayoría sólida en Tigre”, respondió ayer el intendente respecto a la posibilidad de que, para facilitar el acuerdo, tenga que dejarle su lugar a Malena Galmarini, algo que se rumorea. 

En definitiva, Fernández y Massa –ellos personalmente o quienes lo representen en las negociaciones– se encontrarán hoy para cerrar el acuerdo en lo que se adivinan como frenéticas reuniones. Quienes la frecuentan, aseguran que más allá de las cuestiones de candidaturas y nombres también se discuten cosas de fondo como, por ejemplo, la futura política que se llevará adelante con los medios de comunicación. Habrá que esperar.