Una bióloga alemana podría enfrentar 20 años de prisión en Italia por rescatar migrantes en el Mediterráneo. Al mismo tiempo ayer la justicia de ese país abrió el juicio contra el exalcalde de la ciudad calabresa de Riace, Domenico Lucano, por su participación en la acogida de refugiados. Dos casos de una misma política migratoria que criminaliza a los defensores de los derechos de migrantes. 

Pia Klemp es una bióloga de 36 años y capitana de un barco con el que recorría la costa italiana al rescate de botes inseguros que intentaban cruzar a Europa. Por ese afán rescatista, hoy Klemp se enfrenta a la posibilidad de pasar 20 años en prisión y pagar altas multas. Su barco fue confiscado en 2017, luego de con él, Klemp y su equipo rescataran a mil refugiados. La propia Klemp confirmó la información ayer al diario alemán Basler Zeitung, y agregó que será juzgada en los próximos días junto a sus compañeros de barco. “Estamos ante un juicio que se ha convertido en un espectáculo de un año de duración”, recriminó Klemp a las autoridades italianas. La bióloga dijo además que llevará el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. “No espero una condena. Y si tenemos que ir a Estrasburgo iremos. Me niego a creer que vivimos en una Europa a la que tenés que ir a la cárcel por salvar vidas necesitadas”, manifestó en declaraciones al diario alemán. Pero por ahora Klemp no está sola. Más de 60 mil personas firmaron una petición para exigir que Italia abandone los procedimientos penales contra la capitana alemana y los otros miembros de la tripulación. 

La española Helena Maleno también fue acusada en 2012 por llamar a la Marina Marroquí y dar aviso de una embarcación que tenía dificultades en el Estrecho de Gibraltar, informó el diario Público. Incluso se enfrentó a la posibilidad de la cadena perpetua pero finalmente hace tres años el Tribunal de Apelaciones de Tánger archivó su expediente. 

En sintonía con el caso de Klemp y Maleno, ayer la justicia italiana abrió el caso contra el izquierdista Lucano, figura emblemática de la acogida y la integración de inmigrantes en su país. Al ex alcalde lo acusan por tráfico ilegal de personas y por uso irregular de fondos públicos para la asistencia de refugiados. Por su situación judicial además tiene prohibido pisar Riace. Lucano se convirtió en alcalde en 2004 y fue reelecto en 2009 y 2014, hasta que fue detenido el dos de octubre de 2018. Sin embargo, nueve días después fue liberado y puesto bajo prisión domiciliaria. Ahora espera enfrentarse al Tribunal que ayer decidió posponer su audiencia hasta el próximo 17 de junio. 

El caso de Lucano muestra la tensión entre dos visiones de Italia. La de los puertos cerrados de Mateo Salvini, por un lado y la de una política de municipios abiertos, por otro.  

El modelo promovido por Lucano de tolerancia e inclusión favoreció el paso de unos seis mil inmigrantes en sus 15 años al frente del municipio de Riace y autorizó también la apertura de pequeños comercios, panaderías y  talleres de artesanía a cargo de inmigrantes. La popularidad de la pequeña aldea calabresa fue tal que el cineasta Wim Wenders grabó un documental en 2010, llamado Il Volo. Sin embargo, la popularidad de Lucano decayó en las últimas elecciones del pasado 26 de mayo donde la lista del ex alcalde quedó en tercer lugar y el primero fue para Antonio Trifoli, quien venció con el apoyo del partido ultraderechista La Liga, un movimiento que defiende la promesa “primero los italianos”. El patrón se repite a lo largo del sur de Italia. También en otros lugares simbólicos como la isla siciliana de Lampedusa, hasta donde voló el propio papa Francisco luego de un naufragio el tres de octubre de 2013, que ahora también gobernará la Liga.