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EL EX JUEZ FRANCISCO TROVATO FUE DEPORTADO DE RIO DE JANEIRO A BUENOS AIRES, Y AHORA PODRA SER JUZGADO EN LA ARGENTINA

ECHÁLE LA CULPA A RÍO

El ex juez de la escalera de película, el del juicio por la muerte de Poli Armentano, el del camisero cedido gentilmente por el sospechoso de la muerte de una chiquita llegó anoche a Buenos Aires involuntariamente: la policía brasileña lo detuvo y lo deportó horas después en el último vuelo.

Con Silvia Süller, en una de las fotos exclusivas publicadas por Página/12. Dijo que era parte de su trabajo.

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Por Carlos Rodríguez

t.gif (67 bytes) El prófugo ex juez Francisco Trovato, aquel que posó en fino esmoquin para la revista Caras, el mismo que se cayó del bronce para hacerle arrumacos a Silvia Süller, fue detenido en una elegante playa de Río de Janeiro. Para seguir con sus eternos contrastes, Trovato pasó, en cuestión de horas, de turista de lujo en Barra de Tijuca a "deportado" sin apelación, por haber ingresado ilegalmente al país vecino escapando de la Justicia argentina, que lo reclama en varias causas por corrupción. Sin sus gruesos bigotes, sin gloria, pero con varios kilos de más, Trovato llegó cerca de la medianoche al aeropuerto de Ezeiza traído por personal de la Policía Federal brasileña, que lo dejó en manos de su par argentina. En un celular que lo aguardó en la pista, el juez devenido en preso fue llevado al Departamento Central de la Federal, donde fue sometido a exámenes médicos de rutina para luego quedar alojado en una celda. Allí aguardará posiblemente hasta mañana, cuando será llevado a Tribunales para terminar de ubicarse del otro lado del mostrador: en vez de indagar, será indagado.

"La detención se produjo en el lobby del hotel Barra Sol, en Barra de Tijuca, en la madrugada de hoy (por ayer), con intervención de la Policía Federal de Brasil, ante un requerimiento preventivo, con miras a un pedido de extradición, de la Policía Federal de Argentina", explicó un alto jefe policial. El vocero dijo que el procedimiento se hizo entre las 2.30 y las 5 de la mañana (hora argentina) y que Trovato se encontraba acompañado por una "joven y hermosa señorita". De acuerdo con el informe aportado por los brasileños y chequeado por los argentinos, "esta chica no sería la esposa del señor Trovato", apuntó --insidiosa-- otra fuente de la policía local. Se mantuvo en secreto la identidad de la mujer, que sería argentina, porque sobre ella "no pesa ningún pedido de captura" y porque había ingresado a Brasil "con todos los papeles en regla". Se dijo que, luego de un breve interrogatorio, habría recuperado su libertad. Sin embargo una mujer joven, esposada, llegó a Ezeiza en el mismo vuelo. "No sé quién es ella", dijo a este diario Roberto Politto, un abogado amigo de Trovato.

En cuanto al juez, a raíz de su ingreso clandestino al país vecino "la Policía Federal de Brasil, como Policía Migratoria, decidió la expulsión tal cual lo marcan las leyes de ese país, teniendo en cuenta además el pedido internacional de captura", dijo la fuente policial.

La jueza de instrucción Silvia Raymond había comenzado a redactar el pedido formal de extradición del ex juez, que tiene causas por supuesto enriquecimiento ilícito, cohecho agravado, abuso de autoridad, exacciones ilegales y extorsión. Trovato fue alojado en Río en una de las celdas para presos especiales de la cárcel local, en un lugar vecino al que fue llevado en su momento el ex jefe montonero Mario Firmenich. En Brasil se dijo que Trovato declaró que entró al país "a nado", pero podría tratarse de otra de sus humoradas.

La jueza Raymond esperaba un largo juicio de extradición --de uno o dos meses por lo menos--, pero las normas migratorias abreviaron el trámite. El embajador argentino en Brasil, Jorge Herrera Vegas, confirmó a Página/12 que Trovato "fue deportado". Antes, el embajador había dispuesto que la titular del consulado argentino en Río, Nora Borja, colaborara en los trámites de extradición. La labor diplomática se limitó a brindar apoyo a la policía brasileña en el operativo que terminó cuando Trovato subió al vuelo 1461 de Aerolíneas Argentinas que lo trajo de regreso a la ciudad de Buenos Aires. "En Brasil, España, México y otros países, los tratados de inmigración fijan la expulsión y una comisión policial acompaña al deportado hasta su país de origen."

La primera en enterarse de la detención fue la cónsul Borja, quien se lo comunicó a Herrera Vegas y éste se lo transmitió a la Cancillería. Cuando todavía se pensaba en la extradición, el único dato político alentador para acelerar el trámite era la relación fluida que mantienen el ministro del Interior, Carlos Corach, con el titular de la cartera de Justicia --que equivale a la de Interior-- del país vecino, Iris Rezende Machado.

Todo indica que, como ocurrió hace poco con el prófugo alemán Thomas Drach, quien cayó en Buenos Aires luego de dos años en la clandestinidad, a Trovato lo perdieron sus contactos telefónicos con miembros de su familia. En los últimos días se había comunicado con su esposa y el llamado fue rastreado. Aunque la fuente policial consultada no lo confirmó, se supo que una delegación de la Federal viajó a Río para cooperar en la búsqueda del ex juez prófugo.

Trovato, al igual que el ex concejal Juan Manuel Pico, también puede echarle la culpa a Río por su detención. Las versiones --la argentina y la de Brasil-- difieren sobre el lugar exacto en que lo detuvieron: ¿el lobby del hotel o la habitación? El cuarto, cuyo alquiler por día rondaba los 300 dólares, tenía un número maléfico: el 217. Las dos últimas cifras significan "la yeta", en el juego de la quiniela. Los cabuleros también pueden jugarle al 107, que surge de la suma de los días en que Trovato abandonó la toga y el esmoquin por el disfraz de fugitivo.

El vicepresidente primero de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, el radical Melchor Cruchaga, recordó que al ex juez "podría corresponderle una pena de prisión superior a los cuatro años (no es excarcelable) y su calidad de prófugo durante cuatro meses constituye un agravante". En la sesión del 18 de diciembre de 1998, con el voto unánime de los 62 senadores presentes, la Cámara alta destituyó a Trovato, quien había sido nombrado juez durante el primer mandato del presidente Carlos Menem, a propuesta del ex ministro de Justicia Jorge Maiorano.


LA MIRADA CRITICA DE LOS LEGISLADORES

"PARTE DE LA FARANDULIZACIÓN"

t.gif (67 bytes) "Le hace muy bien a la salud de la República que (Francisco) Trovato haya sido detenido porque formaba parte de la cultura del enriquecimiento ilícito, de la farandulización de la Justicia." En declaraciones a la prensa, la diputada radical Elisa Carrió fue de las primeras en "celebrar" la noticia proveniente de Brasil. "Y que lo hayan detenido en el Barrio de Tijuca, uno de los lugares más residenciales de Río de Janeiro, representa todo un símbolo", insistió la legisladora del radicalismo, una de las que más trabajó por promover el juicio político contra el ex magistrado.

"Hace unos meses --recordó-- nos habían dicho que era posible que estuviera oculto en el partido de Madariaga", a unos 300 kilómetros de la Capital Federal. "Según esos datos que tuvimos en ese momento, Trovato estaba más gordo y sin bigote, tal cual como estaría en realidad, según el informe que llega de Brasil." La coincidencia llevó a la diputada a pensar que "tal vez era cierto que estuvo en Madariaga". Dijo que esa información "se la dimos a la jueza, pero después no tuvimos ninguna novedad".

Sobre el futuro inmediato, estimó que la causa "debe ahora seguir dentro de los plazos normales, ya que Trovato es un ciudadano común, sin privilegios de ninguna índole y esperemos que cuando le dicten la preventiva --ya que los delitos que se le imputan no son excarcelables-- no le toque en suerte un pabellón VIP". Concluyó que "en su contra hay acusaciones por delitos como cohecho agravado por recibir como coima un placard de 20.000 pesos y un enriquecimiento ilícito por 700.000 dólares; no son delitos menores".

Melchor Cruchaga, también radical, denunció que el tiempo en que estuvo prófugo "lleva a suponer que Trovato tenía algún tipo de protección, pero finalmente ha sido detenido y eso es lo que debe importar de ahora en más". Cruchaga consideró que, cuando le toque la indagatoria, "Trovato tendría que cumplir lo que dijo en el sentido de que haría públicas una serie de cuestiones vinculadas con las causas en las que está involucrado". Para el legislador es importante que "no parecería útil que diga todo lo que sabe, porque es necesario, para el mantenimiento de las instituciones, que se deslinden las responsabilidades" en lo que respecta a la corrupción.

También habló el defensor de Trovato, Carlos Wiater, quien curiosamente expresó su "alegría" por la detención porque "ahora todo es más favorable para poder probar su inocencia". Sostuvo que para él era "un obstáculo no saber cuál era su paradero, ya que de esa forma es mucho más difícil probar que es inocente de los cargos que le imputan". Según Wiater, una fuente de la Cámara de Senadores le notificó, en los últimos días, que "la causa por enriquecimiento ilícito está definitivamente archivada".


ASÍ HABLABA SU SEÑORÍA

Vestuario: "Me gusta vestirme bien. Por ejemplo, aunque no se vea, combino los colores de mis medias y de mis calzoncillos."

 

Ideología: "Soy una persona católica, voluntario del servicio sacerdotal de urgencia, liberal y, por sobre todo, creo en el país. La transparencia de un sistema republicano exige que el pueblo conozca nuestras ideas."

 

Remuneración: "Yo gano mucho más que 5000 dólares. Porque, además de juez, soy profesor universitario. Y soy dueño de propiedades que generan rentas. Todo esto produce dinero que ha incrementado mi patrimonio considerablemente."

 

Culpa: "En este país cualquiera denuncia a cualquiera por cualquier cosa. La culpa es de la patria denunciera."

 

Imagen: "No sé por qué quieren limpiar la imagen del Poder Judicial en mi persona. Será porque en mi juzgado recayeron causas pesadas, donde se manejan nombres de peso, y a muchos les debe molestar eso."

 

Psiconauta: "Yo puedo escudriñar en el interior de alguien a través de su lenguaje gestual y, como el psiconauta, penetrar en las entrañas de su inconsciente. Y eso no acontece porque tenga facultades paranormales sino que comprendo las cosas por haber vivido el lenguaje de la angustia, la depresión y la expectación."

 

Taita: "Hubo una época de mi vida en que fui pobre, y en mi casa ni siquiera había calefón. Pero ahora no es así. Vivo en el Barrio Norte, en la casa que supe conseguir. Y la conseguí de puro taita que soy."


CADA UNO LA VE SEGÚN CÓMO LE VA EN EL BAILE

 

Por Martín Mazzini

t.gif (67 bytes) A pocas personas hizo tan famosa la revista Caras como a Francisco Trovato. Aunque el nombre del juez comenzó a sonar en el '94, cuando se hizo cargo de la causa por el asesinato de Leopoldo "Poli" Armentano, el boom de popularidad de Trovato estalló cuando posó para la vidriera de los famosos, tres años más tarde. Así empezó, también, su estruendosa caída. El juez no sólo fue sancionado por sus pares. Página/12 publicó en exclusiva que vivía en un departamento de 700 mil dólares, y lo mostró bailando con la vedette Silvia Süller en una discoteca. Después de acumular denuncias por coimas, enriquecimiento ilícito y connivencia con abogados, Trovato se convirtió en el primer juez sometido a dos juicios políticos, que terminaron en su destitución.

Antes de la muerte de Armentano, Trovato había logrado que su buena relación con personalidades del mundo político y empresario no trascendiera. El abogado recibido con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires fue propuesto para juez por el entonces futuro ministro de Justicia, Elías Jassan, el ex juez José Dibur y el conjuez de la Corte Suprema Jorge Anzorreguy, hermano del titular de la SIDE. Hasta ese momento, Trovato ejercía su profesión en su estudio de Barrio Norte. El 23 de junio del '93, con el voto favorable de los senadores peronistas y el rechazo de la bancada radical, se convirtió en juez nacional en lo Criminal de Instrucción de la Capital. Tres años más tarde, y desde el Ministerio de Justicia, Jassan le pedía el juicio político por mal desempeño de sus funciones y presunto cohecho. Cualquiera que entrara a su despacho en ese momento podía ver las fotos de Trovato y el poder: abrazando al ex presidente de la Corte Suprema Ricardo Levene o

a Rodolfo Barra, como Jassan futuro titular de Justicia, o saludando al ministro de Economía, Domingo Cavallo. El juez también posó para Caras jugando al ajedrez con el empresario Juan Alemann, su amigo personal.

Cuando el juicio político se acercaba, Trovato amenazó al Gobierno con dar a conocer el nombre del custodio de un "importante miembro del círculo más íntimo del Presidente", supuestamente vinculado con la muerte del dueño de El Cielo, aunque nunca llevó a cabo su amenaza. El 16 de diciembre del '94, Trovato citó a declarar a Guillermo Coppola, imputado como autor intelectual del asesinato de Armentano. Página/12 adelantó en exclusiva que, tres días después, el juez depositó 62 mil dólares en un banco. La transacción se repitió hasta redondear el medio millón en abril del '95. Coppola quedó como imputado no procesado.

Con ese dinero Trovato compró --un mes después-- el piso del escándalo. Los 350 metros cuadrados cubiertos de Quintana 59 incluían una baulera del tamaño de un departamento de un ambiente, seis baños con hidromasaje y persianas movidas a motor. El juez ganaba alrededor de 5000 pesos, y nunca pudo probar su argumento: que el dinero del departamento proviniera de una herencia familiar.

Trovato también actuó en la causa por el asalto a la casa del senador Eduardo Menem en Núñez. Cuando la farsa no se podía sostener más, el juez debió admitir que los dos hombres rápidamente detenidos como autores del delito no habían participado en el asalto. Mientras investigaba la incursión, Trovato fue descubierto por este diario bailando con la ex mujer de Silvio Soldán en la disco Shampoo. El juez intentó explicar el baile diciendo que cumplía "un acto de servicio" para la investigación.

Hasta ese momento Trovato no se arrepentía de la sesión de fotos para Caras. En la primera página de la nota, Trovato está acodado en el bar de su casa de fin de semana, en la zona norte del Gran Buenos Aires, con pantalón blanco, saco azul --con un enorme escudo sobre el bolsillo-- y zapatos combinados, y muestra su Rolex de oro. El juez aparece en otra foto de smoking, junto a su esposa --con un largo vestido rojo-- en el recodo de una escalera. En otra de las tomas, el entrevistado --que realizó cuatro cambios de ropa durante la sesión-- luce un traje gris y una corbata mostaza, y está parado en el medio del living.

La ostentación provocó la protesta de dieciséis compañeros de su fuero. Aunque la Cámara del Crimen exhortó a los jueces a guardar "estricta observancia del decoro y la mesura", y fue sancionado con una multa equivalente al 20 por ciento de su sueldo, Trovato siguió bregando por el "derecho de los ciudadanos a conocer su forma de vida, producto de años de trabajo honesto".

Pero después de su aparición en la revista todo empeoró. En una semana fue denunciado por cohecho, enriquecimiento ilícito y por "arreglar" causas con un abogado amigo. El presunto cohecho fue denunciado por el presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, a partir de una denuncia anónima. Alguien le informó que Trovato no había pagado el camisero de 20 mil dólares que tenía en su flamante departamento. Para peor, quien le regaló el placard fue Almagro Construcciones, beneficiada con un fallo del juez. Trovato archivó el juicio que Almagro tenía por el homicidio de Lourdes Manzanares, muerta en el ascensor de un edificio de la empresa. Para defenderse de las acusaciones, Trovato se explayó sobre la metodología de las coimas. "¿Sabe cómo se realizan las coimas en cualquier parte del mundo? --se preguntó en una entrevista radial--. En efectivo, y sin chistar, señores."

Después de Nazareno vino el turno de Aníbal Ibarra. El líder del Frepaso lo denunció por enriquecimiento ilícito y connivencia con José María Orgeira, abogado de Susana Giménez y defensor del dictador Roberto Viola durante el juicio a los ex comandantes. El mismo día, la jueza Silvia Ramond pidió el juicio político, después de allanar el polémico departamento y descubrir que Trovato tenía 150 mil dólares en un banco neoyorquino. El juez recusó a sus colegas Ramond, Alberto Julio Baños --que también lo investigaba-- y Nazareno, pero no logró evitar lo que estaba cantado. El 28 de noviembre de 1996, a los 50 años, se convirtió en el primer juez en toda la historia institucional argentina en ser sometido a dos juicios políticos, por "enriquecimiento ilícito" y "mal desempeño de sus funciones". Como si el record no fuera suficiente, Trovato --suspendido sin goce de sueldo-- fue intimado por un juez a pagar un año de expensas por otro de sus departamentos de Barrio Norte, donde funcionaba una "casa de masajes".

Hace un año, mientras los diputados acumulaban pruebas en su contra, la Comisión de Juicio Político le pidió al Senado que "impida la salida del país" del juez. El titular de la comisión, César Arias, les advirtió a los senadores que Trovato "inició los trámites para sacar su pasaporte". El 18 de diciembre pasado, cuando el Senado lo destituyó por unanimidad por mal desempeño de sus funciones, el ex juez ya estaba prófugo. Hasta ayer.


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