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EL BANCO PROVINCIA SALIO A CONTRAATACAR POR LA EMBESTIDA EXTRANJERA

JUGAR A SER PUNTO O BANCA

Los dardos cruzados que se lanzaron el Banco Provincia y el BBV-Banco Francés sonaron a tambores de guerra. El segundo reclamó más concentración y la privatización de la banca pública. El Provincia le imputó a la filial local estar "sometida a presión" por no haber conseguido la penetración esperada.

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BBV-Banco Francés. Augura la caída de los bancos más pequeños.

Opinan que el sistema necesita "menos bancos y más grandes".

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Banco Provincia. Los grandes grupos reclaman su privatización.

Le imputan a sus críticos "desconocimiento del sistema local".


Por Raúl Dellatorre

t.gif (67 bytes) La guerra entre los gigantes del mercado financiero está desatada. Con el Banco Central como mero espectador, uno de los grupos privados más beneficiados por la concentración bancaria alentó la caída de bancos pequeños y declaró su convencimiento del destino privado del Banco Nación y el Provincia de Buenos Aires. Este último, que disputa la defensa de su espacio en el plano político --buscando prohibir por vía constitucional su privatización-- y en el comercial --anunciando una expansión de las actividades del holding que encabeza--, respondió en duros términos el guante lanzado por un ejecutivo del BBV-Banco Francés, filial local del español Banco Bilbao Vizcaya. La batalla se plantea en un terreno particularmente sensibilizado por la reciente caída del Patricios y por los malos augurios que dejó a su paso la misión del FMI. Entre las medidas de ajuste reclamadas, el organismo planteó el recorte de la rentabilidad bancaria por vía de la suba en los encajes, lo cual pondría en situación de inestabilidad a aquellas entidades que ya enfrentan cuadros delicados.

En el marco de una dura competencia en el sector financiero, el gerente general del BBV-Banco Francés, Antonio Martínez Jorquera, se manifestó "convencido" de que la entidad bonaerense y el Nación deberán privatizarse, y anticipó que "se van a caer unos cuantos bancos pequeños más", porque las entidades del sistema, dijo, "tienen que ser menos y más grandes". La banca pública es el último escalón que los grupos financieros internacionales que disputan el mercado local esperan trepar para consolidar el proceso de concentración de los últimos años.

En una carta dirigida a Martínez Jorquera, el gerente general del Provincia, Alberto Canos, respondió ayer expresando su "sorpresa y desagrado" por las "arbitrarias e infundadas declaraciones (...), en las que evidencia desconocimiento de las características del sistema financiero y de la situación de este banco". "Lamento tener que dirigirme a Usted no para darle la bienvenida a quien arriba al país con ánimo de sana competencia", comienza la misiva de respuesta a las declaraciones formuladas por el banquero español en un reportaje publicado el último domingo en La Nación. Y agregó: "debería Ud. saber que el BPBA, como le consta a vuestra Matriz, tiene las mismas exigencias de capital, de auditoría y de calidad crediticia que el resto de la banca que opera en esta plaza, y que tales condiciones son reconocidas a nivel internacional entre otros por el propio Banco de Bilbao Vizcaya".

El Bilbao Vizcaya es uno de los mayores animadores del proceso de concentración en manos extranjeras del sistema financiero. Absorbió, por compra de la mayoría accionaria, al Banco Francés y al Crédito Argentino, que se fusionarán en el BBV-Francés. Su principal competidor en la península ibérica, el Santander, se quedó con el Banco Río, y es socio del Banco Provincia en emprendimientos locales --AFJP y ART-- y en España (Probanca). El propio Canos se encargó de recordárselo en su nota al ejecutivo del BBV-Francés, enrostrándole su desconocimiento sobre esta vinculación del Provincia con "el banco privado líder en España".

El agresivo tono del cruce de opiniones entre el Provincia y el Bilbao Vizcaya es un reflejo de la dureza de la disputa. El banquero español aludió al banco oficial bonaerense comparándolo al holding Argentaria de su país, que el Estado creó como "una banca pública fuerte, competitiva y moderna (...) y al final terminó privatizándolo". La respuesta de Alberto Canos califica como "cuanto menos desafortunada su referencia a la experiencia española (...), tan infeliz como podría resultar el que se comparara la del Grupo Banesto con la del BBV". El Banesto es un grupo privado español que cayó en medio de un escándalo por su vinculación en hechos de corrupción, que derivó en el encarcelamiento de su titular, Mario Conde.

El último informe del FMI sobre la situación de la economía argentina aportó su cuota de combustible al encendido sistema financiero local. El organismo promueve --como parte de su receta para "enfriar" la economía-- una suba de los encajes bancarios (porción de los depósitos que las entidades deben inmovilizar en el Banco Central). De aplicarse, supondría una baja en la rentabilidad de los bancos, lo que conllevaría una situación de inestabilidad para las entidades que se mueven en los últimos escalones del mercado: esto es, los más chicos.

Martínez Jorquera descalificó los argumentos de quienes defienden la propiedad estatal de los bancos Nación y Provincia. Se preguntó "cuánto hay de verdad y cuánto de oportunismo político detrás de la idea de que hay determinados sectores de clientela (que quedarían) desamparados si no los atiende el banco público". Enseguida, agregó que "eso es perverso, porque es engañar al sistema".

La respuesta de Alberto Canos no fue menos provocativa. "Entiendo la presión a que se ve sometido al no poder penetrar en el mercado en la forma que se imaginaba, con el respaldo de una institución como el BBV, pero lo cierto es que en los análisis y proyecciones de vuestro negocio debieron evaluar adecuadamente el sentimiento de arraigo, pertenencia y fidelidad de la comunidad bonaerense hacia el Banco Provincia".

 


MUNICIÓN GRUESA ENTRE BANQUEROS

"SIN FUNDAMENTOS"

Alberto Canos (gerente general del Banco Provincia)

* "Sus arbitrarias e infundadas declaraciones evidencian un desconocimiento no sólo de las características del sistema financiero argentino, sino también de la situación jurídica, económica y financiera del Banco Provincia".

* "Resulta cuanto menos desafortunada su referencia a la experiencia española del holding Argentaria al referirse al Grupo Banco Provincia; tan infeliz como podría resultar el que se comparara la del Grupo Banesto con la del BBV".

* "Entiendo la presión a que se ve sometido al no poder penetrar en el mercado en la forma que se imaginaba con el respaldo de una institución como el BBV".

* "Tal vez debiera Ud. haber actuado con la discreción que puso de manifiesto al referirse a las ART, que reconoce no haber "analizado del todo", y haber esperado a tener un conocimiento adecuado antes de emitir juicios apresurados".


"MENOS Y GRANDES"

Antonio Martínez Jorquera (gerente general del BBV-Banco Francés)

* "Los bancos tienen que ser menos (en número) y más grandes, y eso se está produciendo. Los bancos pequeños van a perder posición. El otro día se nos ha caído uno (Patricios) y se nos van a caer unos cuantos".

* "Yo estoy convencido que se tendrán que privatizar (el Nación y el Provincia). ¿Si el nivel de concentración sería más grande? Claro, la privatización alteraría sustancialmente el mapa".

* "No sé si vale el modelo (respecto del Grupo Provincia), pero España pretendió una banca pública fuerte, competitiva y moderna con la creación del holding Argentaria, y al final terminó privatizándolo".

* "(Me pregunto) cuánto hay de verdad y cuánto de oportunismo político en la idea de que hay que llegar a determinados sectores de clientela desamparados si no los atiende el banco público. Eso es perverso, porque es engañar al sistema".


FUERTE OPOSICION A LA PRIVATIZACION DEL BANCO NACION

SERÍA COMO VENDER LA BANDERA

 

Por Raúl Kollmann

t.gif (67 bytes) Tres de cada cuatro argentinos se oponen a la privatización del Banco Nación y una medida de esa naturaleza sólo encuentra eco en una parte absolutamente minoritaria de la población. Los índices de rechazo recuerdan a los que había cuando se anunció la privatización de YPF y, según consideran los sociólogos, la oposición de la gente tiene el mismo sentido: el Banco Nación e YPF, tal vez junto a Aerolíneas Argentinas, han sido consideradas tradicionalmente las "empresas bandera" del país. En el rechazo actual, también se acumulan opiniones negativas que la población ha ido recogiendo respecto del conjunto de las privatizaciones.

Las conclusiones surgen de un estudio realizado por la consultora Graciela Römer y Asociados, que trabajó sobre la base de 480 personas encuestadas en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En el trabajo se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.

En el caso de Banco Nación, la población percibe que tiene un papel más bien social, ligado al agro y a las pequeños productores que requieren de financiamiento. La misma idea existe respecto de las pymes, que hoy son vistas como desprotegidas por el Estado. Según Römer, en la motivaciones del rechazo también está la defensa de lo "nacional" y la visión del Banco como una de las palancas del crecimiento de la economía.

Por último, con el transcurrir de los años 90 se ha producido una especie de desencanto con las privatizaciones. "Al principio --dice Römer-- se decía que había que vender empresas que eran deficitarias económicamente y que además prestaban mal servicio. Con el dinero de esas ventas se iban a mejorar los problemas de salud, educación y seguridad, actividades a las que el Estado debía abocarse. Hoy, la gente piensa que se vendieron las empresas, pero que ni la salud ni la educación ni la salud mejoraron. Hay decepción, se percibe que los precios de los servicios son altos y que tampoco hay control. Y si encima hablamos de una empresa-bandera como el Banco Nación, el rechazó es todavía más rotundo".


EL DÉFICIT COMERCIAL ES CADA VEZ MÁS ROJO

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Roque Fernández, ministro de Economía, se reunió ayer con Carlos Menem en la quinta de Olivos.

Le adelantó lo que hoy difundirá el INdEC: las exportaciones se derrumbaron un 9%.

t.gif (67 bytes) Las cifras de comercio exterior de febrero, que hoy difundirá oficialmente el INdEC, no sólo confirman que el déficit comercial sigue creciendo, algo a esta altura descontado por funcionarios, los técnicos del FMI y los inversores. Revelan, además, que las exportaciones cayeron, por cuarto mes consecutivo, nada menos que un 9 por ciento en relación a febrero del año pasado. De acuerdo con los datos que manejan en Economía, el déficit comercial de febrero creció entre 500 y 600 millones de dólares. El rojo acumulado en los últimos doce meses rondaría los 5800 millones de dólares. Este resultado ya había sido anticipado en el duro memorando del FMI, que advierte sobre el riesgo de que en los próximos meses ese creciente desequilibrio externo "cambie el ánimo de los inversores" y se vuelva imposible de financiarlo.

El lunes pasado el viceministro de Economía, Carlos Rodríguez, recibió del titular del INdEC, Héctor Montero, un informe preliminar sobre la marcha del déficit comercial acumulado a febrero último. Si no se produjeron modificaciones de último momento en la recopilación del 10 por ciento de los despachos dejados afuera para el cierre provisorio que llegó al escritorio de Rodríguez, hoy el INdEC anunciaría un déficit comercial de entre 500 y 600 millones de dólares.

En febrero del año pasado el desequilibrio habría sido de sólo 157 millones de dólares. Es decir que este año se multiplicó casi por cuatro.

Visto desde esta perspectiva, y si la llamada estacionalidad vale también para el comercio exterior, el dato de febrero sería todavía más preocupante que el de enero, ya que entonces si bien el déficit alcanzó los 881 millones, sólo se duplicó en relación al mismo mes del '97.

Así, como había sido adelantado en el informe del FMI dado a conocer el lunes, el límite de 5 mil millones de dólares de déficit comercial, establecido en la carta de intención firmada con el Fondo, a febrero habría sido superado en alrededor de 800 millones de dólares.

Ayer en Economía, un funcionario de primera línea comentaban risueñamente: "no sé por qué se hizo tanto escándalo en enero de que había superado la barrera de los 5 mil millones acumulados en los últimos doce meses. Los técnicos del INdEC nos comentaron que, como los datos oficiales no contemplan la subdeclaración de importaciones, en realidad el límite ya se habría sobrepasado en setiembre u octubre".

Según los cálculos preliminares en poder de Economía, las exportaciones volvieron a caer en febrero un 9 por ciento: de los 1885 millones de dólares del año pasado a 1698 millones en febrero último. Desde noviembre que las exportaciones vienen cayendo: 0,9 por ciento en noviembre; 9,4 en diciembre; 14,3 en enero; y 9 por ciento en febrero. En Economía, explican que tal tendencia se debe, fundamentalmente, al derrumbe de los precios internacionales de las commodities agrícolas e industriales que exporta la Argentina, muchas de ellas golpeadas por la sobreoferta mundial que se anticipa tras la crisis asiática.

Las importaciones, en tanto, habrían aumentado un 10 por ciento. Este es el resultado menos confiable que le entregaron a Rodríguez, debido a que hubo problemas en la recopilación de los despachos. El informe en poder del viceministro las ubicaban en 2286 millones de dólares. Y, de confirmase, el saldo comercial sería negativo en 588 millones de dólares.

Los 5800 millones de dólares de déficit comercial acumulados a febrero durante los doce meses anteriores marcan todo un record durante los siete años de convertibilidad. Nunca antes, a febrero, se había registrado un desequilibrio tan elevado. En febrero del '94 el rojo alcanzó a 4688 millones; en febrero del '95 la balanza comercial, que ya había comenzado a ajustarse tras el estallido de la crisis mexicana, fue negativa en 5230 millones; en 1996 fue superavitaria en 1118 millones; y el año pasado el déficit fue de sólo 216 millones.

Con esta tendencia, es probable que se cumpla el pronóstico del FMI, de 8000 millones de déficit comercial para todo el año, una proyección con la que coinciden la mayoría de los consultores privados. Y que, según el Fondo Monetario, puede llegar a asustar en el futuro a los inversores y gatillar una corrida contra la convertibilidad.


HUELLAS DEL FMI EN LA BOLSA

SE ESPERAN CORRECCIONES

t.gif (67 bytes) La visita de la misión técnica del FMI dejó sus huellas en la Bolsa. Las acciones líderes cayeron ayer 2,8 por ciento, producto de las advertencias lanzadas por el Fondo acerca de la marcha de la economía y de la resistencia verbal conjugada por el oficialismo. Si bien en el recinto dan por descontado que finalmente el Gobierno no tardará en encarar un nuevo ajuste, también se sabe que una economía enfriada redundará en menores ganancias de las empresas. Y esto ya es tomado en cuenta por los inversores.

Una muestra de que el pensamiento de la city ve a Roque anunciando correcciones lo da el recorrido de los bonos, inverso al que tuvieron las acciones. Los títulos de deuda, al fin y al cabo quienes hablan de la solvencia soberana, subieron entre 0,5 y 0,7 por ciento. Para los inversores, no existe mejor música que aquella que sirva para arreglar el déficit de las cuentas externas y aleje al país de una crisis. Sin embargo, si se siguen al pie de la letra los pedidos del Fondo se notará una menor demanda por parte de los consumidores. De ahí a que las compañías muestren balances más flacos, hay un solo paso. Por eso el mercado ajusta sus valores de antemano.

Las recomendaciones del FMI "generarán conciencia. Es positivo que el Fondo ponga el acento en la crisis externa, ante la posibilidad de que cambie la situación de liquidez internacional", opinó el economista jefe del Deutsche Morgan Grenfell, Raúl Buonuome.

Durante la rueda de ayer hubo sólo 2 alzas, 46 bajas y 4 papeles no tuvieron variantes respecto al cierre del lunes. Las que más perdieron fueron Morixe (9,9%), Metrogás (5,5%), Celulosa (5,3%) y Perez Companc (5%). En lo que va del mes, el índice Merval cedió el 7,2 por ciento.

También es cierto que Wall Street no ayudó. Tras el récord del lunes, cuando el Dow Jones rebasó los 9000 puntos, ayer la Bolsa de Nueva York perdió el 0,8 por ciento y arrastró a los recintos de América Latina: San Pablo bajó 0,8 por ciento, México el 1,2; y Chile el 1,3.


 

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