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RECHAZAN UN RECURSO DE RIOS Y ORDENAN INVESTIGAR A YABRAN

UNA LUPA SOBRE EL CARTERO

La Cámara de Dolores rechazó un hábeas corpus de Ríos, criticó la investigación y dictaminó que Cabezas fue asesinado por una asociación ilícita que estaba formada por Yabrán, los actuales detenidos y policías bonaerenses. El fallo prácticamente obliga al juez a indagar al empresario

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Gregorio Ríos presentó un hábeas corpus que resultó ser un bumerán para él y para su jefe.

Los camaristas que votaron unánimemente hablaron por primera vez de un "cartel" formado para el asesinato.


Por Raúl Kollmann y Andrés Klipphan

t.gif (67 bytes) La Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Dolores confirmó ayer la prisión preventiva del jefe de custodia de Alfredo Yabrán, el ex militar Gregorio Ríos. Le pidió al juez José Luis Macchi que investigue con mayor profundidad la posible participación de Yabrán en el homicidio y sugirió que la "asociación ilícita" que planeó y ejecutó al fotógrafo estaba formada por el ex empresario telepostal, los actuales detenidos y otros miembros de la Policía Bonaerense. Los tres magistrados le cuestionaron al juez a cargo de la instrucción no haber hecho suficientes esfuerzos para saber qué motivaciones tuvo Ríos para pedirle al ex policía Gustavo Prellezo que secuestrara y matara al reportero gráfico. De esta forma, el hábeas corpus en favor de Ríos presentado por su abogado, Jorge Diez, se transformó en un bumerán no sólo para Ríos, sino también para Yabrán.

Tanto es así que el tribunal de alzada amplió la carátula y le ordenó a Macchi investigar "los delitos de asociación ilícita y sustracción de persona seguida de muerte" y le pidió que profundice "la eventual vinculación del arma presuntamente homicida --por el revólver secuestrado en la casa del pepito Martínez Maidana--" con los detenidos, así como también "lo que hace a la autoría intelectual, la táctica desarrollada, y el facilitamiento de medios económicos y humanos", y la posible liberación de una zona por parte de la policía de Pinamar "para facilitar el hecho".

Aunque la Cámara no le hace críticas explícitas a Macchi, como en otras oportunidades, le está diciendo que a la investigación le falta muchísimo, y que ha sido muy débil en puntos neurálgicos que, a saber, son:

* Quién dio la orden de matar al fotógrafo. Por qué ordenaron su muerte. Hasta qué jerarquía policial llega la complicidad del crimen. Cómo llegó el arma asesina hasta la cava de General Madariaga y, entre otros puntos, los "movimientos previos al hecho".

Que la Cámara entienda que los sicarios integraban una "asociación ilícita" no es casual. Macchi se había negado sistemáticamente a darle esa calificación. De haberlo hecho, el magistrado tendría que haber procesado a todos los policías de la zona sospechados, no sólo de haber participado en el crimen y de su posterior encubrimiento, sino también de participar en ilícitos que van desde el juego clandestino hasta el narcotráfico.

En fallo unánime, Susana Miriam Darling Yaltone, Raúl Pedro Begué y Jorge Luis Dupuy dejaron en claro que la autoría intelectual del hecho hay que buscarla por arriba de Ríos. Entre otros argumentos, comentaron que el ex sargento no tenía recursos económicos suficientes para reclutar al grupo de asesinos, darles estadía y la movilidad necesaria para las tareas de inteligencia y seguimiento.

Y siguen apuntando a Yabrán al sostener que "la condición de jefe del servicio de custodios o vigiladores" de Yabrán y su familia (...) significaba una posibilidad cierta de conflicto entre Cabezas y el jefe de custodia que debía impedir u obstaculizar su labor" de fotógrafo.

Para sustentar este punto Begué, por ejemplo, recordó "los sucesivos incidentes violentos que mantuvieron presumiblemente miembros de la custodia dirigida por Gregorio Ríos con periodistas, fotógrafos y camarógrafos de diversos medios que procuraban indagar y obtener notas gráficas del empresario y allegados".

También destacó que "la labor fotográfica que la revista Noticias había encomendado durante la temporada de verano en Pinamar provocaba necesarios puntos de fricción con los encargados de proteger la intimidad del empresario y su familia". Para rematar la cuestión, el camarista recordó que "Cabezas obtuvo la información que permitió la obtención de las fotografías tomadas a su empleador (...) lo que aparece como una intrusión en la vida de una familia".

Para los camaristas, y según las pruebas reunidas en el expediente, está claro que a Cabezas lo secuestraron y mataron los "integrantes de la banda de Los Hornos, a instigación de un tercero, del que media semiplena prueba que es Ríos, integrante de una organización vinculada a la figura visible de uno de los grupos (por Yabrán) que, con el policial, investigaba Cabezas".

Esto quiere decir que, para Begué, Yaltone y Dupuy, a Cabezas lo asesinaron porque investigaba, como dijo el testigo Daniel Cibert, "un cartel cuyo representante es Yabrán".

Más aún, los jueces Begué y Yaltone, basándose en el testimonio del estanciero Cibert, destacaron la "posible relación policial con el referido cartel".

Los tres jueces avanzaron en forma sólida sobre un punto: que la intención de Ríos y Prellezo no era "apretar" a Cabezas, sino matarlo. Dupuy lo explicó de esta manera: "Prellezo, antes del hecho, compró el combustible --con el que, después del asesinato, quemaría el cadáver dentro del auto-- y además no evitó ser visto por la víctima".

La Cámara prácticamente le pidió al juez de instrucción que llame a declaración indagatoria a Yabrán. Pero, para eso, Macchi deberá esforzarse, mucho más que ahora, para encontrar nuevos elementos de prueba. Tanto es así que los camaristas le ordenaron que no cierre el sumario "hasta que esté debidamente agotado" y que continúe investigando "hasta esclarecer los cabos sueltos que restan, en aras de la obtención de la verdad real, en aras de recuperar la paz social".

 


 

LA VOZ DEL SOSPECHOSO

"Esta es una resolución a la medida del gobernador Duhalde", le comentaron anoche a Página/12 hombres del entorno de Alfredo Yabrán.

"Después de la designación de Palito en Desarrollo Social, la guerra de Menem con Duhalde es total. El Presidente favorece a Ortega contra el gobernador en la carrera presidencial y ahora el gobernador contesta con este fallo. Lo ataca a Yabrán para ir con toda la artillería contra Menem. Además todo esto se ha visto en los últimos días: el gobernador hasta prometió conmutar penas por decreto", argumentaron.

Los hombres de Yabrán insisten en que buena parte de los testimonios que vinculan a Prellezo con Ríos "son truchos" y sostienen que Duhalde está "tratando de sacarle de encima el crimen a la Policía Bonaerense, que es la que está detrás del asesinato de Cabezas".

Más allá de las palabras, en los cuarteles yabranistas había anoche una fuerte sensación de derrota y preocupación. Pero, además, parece delinearse una estrategia: "Si las cosas son como dice la Cámara, o sea que hay un cartel de drogas de por medio, el caso es federal y debe pasar a los tribunales federales, fuera de las maniobras del gobernador"..


 

UNA DECISIÓN QUE OBLIGA A REPLANTEAR EL CASO

LAS CLAVES DE LA SENTENCIA

Por R. K. y A. K.

* El jefe de la custodia de Yabrán, Gregorio Ríos, queda preso y seguirá en la cárcel hasta el juicio oral por el asesinato de Cabezas.

 

* La Cámara de Apelaciones sugiere que existe una gigantesca asociación ilícita integrada por gente de Yabrán --entre ellos Ríos--, policías bonaerenses y delincuentes como los ladrones de Los Hornos. Esa asociación ilícita es la que habría cometido el crimen.

 

* El punto fundamental es que el tribunal en pleno le reclama al juez que investigue a Yabrán como jefe de la banda y la persona que ordenó la muerte de Cabezas. Ríos es sólo un empleado del supercartero --sostienen los jueces-- y seguramente no fue quien dio las órdenes, sino que actuó como una especie de capataz.

 

* El tribunal vuelve a hablar de que hubo una zona liberada para asesinar al fotógrafo.

 

* La Cámara también le dice al juez que investigue más a esa asociación ilícita entre Yabrán, los policías y los ladrones y que descubra cuáles eran sus actividades.

 

* Por un lado, el tribunal sostiene que puede tratarse de un cartel dedicado al tráfico de drogas y que Cabezas, por su trabajo, averiguó algo de sus actividades. Por eso --dicen los jueces-- el propio fotógrafo se sentía en peligro.

 

* La otra variante es que la banda sólo tuviera como objetivo los trabajos de custodia de Yabrán y que éste, molesto por las fotos de Cabezas y con claros antecedentes de agresiones a periodistas, lo haya mandado a matar.

 

* El tribunal reitera que el asesinato no se produjo por "un exceso" y no es que a la patota que integraban los horneros y Prellezo "se les fue la mano". Por el contrario, la Cámara sostiene que Prellezo era el que traía las órdenes, compró el combustible antes del secuestro con el objetivo de quemar el cuerpo y no hizo esfuerzos para que Cabezas --que lo conocía-- no lo viera porque ya sabía que lo iba a matar.

 

* El fallo no le hace críticas concretas al juez Macchi, pero al mismo tiempo sugiere constantemente que no investigó tal pista ni tal otra, ni a Yabrán ni a la asociación ilícita, ni la relación del arma con la banda. La Cámara de Apelaciones no hace sólo comentarios sobre el encuadre del caso sino que le dice al juez todo lo que le falta investigar.

 

* La resolución tiene puntos débiles: acepta como ciertas dudosas declaraciones de los horneros y de varios testigos muy poco creíbles.

 

* Las 92 páginas del fallo reflejan que, hasta el momento, no se juntaron las pruebas necesarias ni se descubrió el móvil del crimen, ni el camino que recorrió el arma, pero traza un objetivo nítido: Alfredo Yabrán.

 

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