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LOS MIL MILLONES DE LA CAUSA DEL BID PUEDEN SER LA PUNTA DEL OVILLO DE LOS MAYORES ESCÁNDALOS FINANCIEROS Y JUDICIALES

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El sumario de la Procuración General a los fiscales Alvarez Berlanda y Romero Victorica gira en torno de los fabulosos negocios realizados mediante los redescuentos del Banco Central a entidades financieras que canalizaron esos fondos hacia sociedades fantasmas. El vaciamiento del BID implicó un quebranto de mil millones de dólares. Las escuchas telefónicas señalan la intimidad y la frecuencia de contactos entre Romero Victorica y Marcelo Bragagnolo, quien ha estado vinculado a los mayores escándalos financieros de las últimas décadas. Su hermano lavó las propiedades arrebatadas a algunos secuestrados en la ESMA. El tráfico de influencias también alcanzó a la causa de las armas. ¿Por qué está libre Sarlenga?

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Por Horacio Verbitsky

t.gif (67 bytes) La causa en la que el fiscal de la Cámara de Casación Juan Romero Victorica introdujo al principal asesor del presidente del Banco Integrado Departamental como colaborador de los fiscales que investigaban la quiebra del mismo banco, puede convertirse en la punta del hilo que ayude a destejer el ovillo de complicidades delictivas que explican los mayores escándalos financieros de las últimas dos décadas. Sólo la quiebra del BID involucra cerca de mil millones de dólares: unos 400 de desfalco a los ahorristas, 320 verificados en la quiebra en perjuicio del Banco Central, y el resto de intereses. El episodio de Romero Victorica y el asesor doble no es un caso aislado para el Banco Central, donde es más razonable hablar de planificación que de descontrol.

Aunque Romero Victorica negó en un fastidiado reportaje con Clara Mariño cualquier conocimiento del caso, las grabaciones telefónicas ordenadas por el juez Claudio Bonadío ilustran acerca de la estrecha relación del ahora investigado fiscal con Marcelo Martín Bragagnolo y el interés que mostró fuera de las atribuciones de su cargo en causas con cuantiosos intereses económicos. Bragagnolo lo menciona alternativamente como Juan, Juan Martín, Romero Victorica o El Potro y mantiene con él un intenso intercambio de información acerca de causas judiciales de significación económica. Las grabaciones también contienen referencias a la intervención del economista amigo de Romero Victorica en los expedientes de los bancos del Interior y Buenos Aires (BIBA), Extrader, Italia, Oddone, Feigin, de Crédito Provincial de la Plata (BCP), Basel, de Crédito Argentino y Social de Córdoba. La operación modelo consistió en el vaciamiento de las instituciones por medio de préstamos a empresas vinculadas o inexistentes, que luego pesaban sobre el Banco Central, donde había directivos y gerentes que lo consentían. En una de esas grabaciones, Bragagnolo menciona a Romero Victorica como "chorro". Varios tramos de esas cintas se transcriben en esta página. Entre ellas una en la que Bragagnolo habla con el abogado defensor del ex presidente de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, y le transmite un mensaje de Romero Victorica sobre la situación de su cliente. Un dibujo jurídico permitió que el riojano Sarlenga fuera procesado por el tráfico de armas a Croacia y a Ecuador pero no se le dictara la prisión preventiva, de modo que a cambio de un embargo de 400 mil pesos conservara la libertad y, con ella, la discreción. "Me dice Juan que cuando leas el requerimiento legal vas a ver con qué elegancia quedaste afuera", le adelanta Bragagnolo al abogado Alberto McMullen. A veces la vocación participativa en expedientes de banqueros le ha creado algún conflicto al fiscal. En una causa del Crédito Regional del Norte, en la que los abogados eran un sobrino suyo y el ex juez federal Martín Anzoátegui, el juez interviniente lo intimó a que cesara en su alegato y se retirara de su despacho.

Tarjeta amarilla o roja

Los diputados nacionales de la Alianza por el Trabajo la Justicia y la Educación Alfredo Bravo, Juan Pablo Cafiero, Elisa Carrió, Héctor Polino y Jorge Rivas elaboraron un pedido de informes al Procurador General de la Nación, Nicolás Becerra. Preguntan si "al efectuar un descargo respecto al sumario que se le realiza al fiscal Jorge Alvarez Berlanda el mencionado aludió al interés puesto en la causa por el fiscal general de Casación, Juan Romero Victorica" y si "de sus dichos surge que el doctor Victorica presentó al sumariado a una persona llamada Marcelo Martín Bragagnolo y propuso a ése último como asesor en cuestiones bancarias de los fiscales intervinientes en la causa". También inquieren si Bragagnolo asesoró efectivamente a los fiscales, "al tiempo que asesoraba al señor Roberto Cataldi, quien se encontraba imputado en la causa 734 y que actualmente está procesado en el marco de la misma, acusado de estafa, administración fraudulenta y asociación ilícita". Otras preguntas de los diputados: si Bragagnolo fue procesado en la causa, si de las escuchas telefónicas de los teléfonos de Bragagnolo ordenadas por el juez "surge alguna participación del doctor Romero Victorica" y si su actitud "no resulta objetivamente una lesión al debido proceso que los fiscales deben asegurar". De ser así Romero Victorica, "habría incurrido en mal desempeño de sus funciones", conducta que de acuerdo con la ley del Ministerio Público merece según su gravedad sanciones que van desde prevención, apercibimiento y multa "hasta remoción del cargo". En realidad el sumario ya está en movimiento. El viernes 17 presentó su versión de los hechos el fiscal titular de la causa del BID Jorge Di Lello. El Procurador General también solicitará la copia de las grabaciones de la causa para estudiarlas en detalle. Una de sus primeras medidas podría ser la suspensión de Romero Victorica y Alvarez Berlanda, quien se excusó de seguir entiendo en la causa luego de recibir un préstamo de 20.000 dólares avalado por Bragagnolo, por el que firmó un pagaré. Cataldi solicitó la nulidad de las actuaciones afirmando que había efectuado el préstamo al fiscal a solicitud de Bragagnolo. Alvarez Berlanda replicó que el beneficiario del pagaré estaba en blanco y que el amigo de Romero Victorica nunca le informó de dónde provenían los recursos.

El 2 de octubre de 1996 Bonadío procesó a Bragagnolo por encubrimiento ya que "sabía que el patrimonio de estas sociedades estaba formado en base a dinero proveniente de un ilícito, conocía quiénes eran sus autores y actuó con dolo en el traspaso de los paquetes accionarios de estas empresas" de modo que los directivos del BID "aseguren el provecho de los ilícitos cometidos". Le embargó bienes por dos millones de pesos. La Cámara Federal declaró nulo el procesamiento por una extraña circunstancia: faltó el requerimiento fiscal que exige el Código Procesal. La causa pasó de Bonadío a Rodolfo Canicoba Corral, quien deberá indagar nuevamente a Bragagnolo, cuyo abogado defensor es otro buen amigo de Romero Victorica, el ex juez Angel Giletta. El auto de procesamiento de Bonadío dice que Bragagnolo "colaboró asiduamente con Roberto Venancio Cataldi" y los otros directivos en el vaciamiento del banco mediante la constitución de sociedades en paraísos fiscales para transferir a ellas los activos de las sociedades deudoras del BID. La "solución jurídica" ideada por Bragagnolo consistía en que "las sociedades que recibieron dinero cambiaran de accionistas y de alguna manera la masa de acreedores viera desbaratados sus derechos para cobrarse de los futuros pagos que deberían efectuar estas empresas a a la sindicatura de la quiebra del BID". El juez consideró probado que Bragagnolo fue el cerebro intelectual del vaciamiento. Una de las pruebas que citó fue un fax secuestrado en las oficinas de Cataldi donde el hombre de confianza de Romero Victorica le explicaba cómo transferir los paquetes accionarios burlando a la Justicia argentina. "Las autoridades británicas tienen por ley prohibido revelar quienes son los propietarios del trust, con lo cual toda investigación de cualquier autoridad administrativa de la Argentina terminará en nada", sostuvo Bragagnolo en ese fax. Las compañías fueron creadas en Uruguay y Bahamas y compraron las distintas sociedades del grupo, cuyo patrimonio consistía en los abultados créditos recibidos del BID "en desmedro del patrimonio de la entidad bancaria". Bragagnolo asesoró a los fiscales sobre las Obligaciones Subordinadas Negociables del BID. Lo que nunca les dijo es que esos instrumentos financieros fueron utilizados por el BID y por el también caído banco Feigin para demostrar una situación patrimonial que no era real, mediante un aumento ficticio de activos.

Secretos íntimos

El intercambio de información entre Romero Victorica y Bragagnolo sobre los secretos más íntimos de los expedientes judiciales por quiebras bancarias era fluido y recíproco. Un día el economista le anuncia al fiscal que va a recibir un sobre de un amigo de la Procuración. El fiscal no quiere aguardar a recibirlo y pregunta qué contiene: "La prescripción de las acciones de responsabilidad contra Fosatti", un ex director del Banco Central próximo al ex ministro Domingo Cavallo, en cuyo procesamiento intervino Romero Victorica. Otra vez es el fiscal el que pone al día al economista. En una de las escuchas telefónicas un interlocutor le informa a Bragagnolo que en la causa del Banco Basel la jueza federal Servini de Cubría llamaría a prestar declaración al ahora ministro de Economía, Roque Fernández, hasta mediados de 1996 presidente del Banco Central.

--María le va a tomar testimonial-- dice.

--Testimonial no, indagatoria-- responde Bragagnolo.

--¿Cómo sabés?

--Me lo dijo Juan Martín.

En otra cinta, reveladora de su inserción en el poder político y los temas en los que fue consultado, Bragagnolo propone depositar los fondos de coparticipación federal de Santiago del Estero en el Banco de Crédito Argentino.

Bragagnolo, de 45 años, es hermano del ingeniero veterinario Luis Alberto Bragagnolo, quien figura en el padrón electoral con domicilio en Venado Tuerto, la sede del BID. Luis Alberto Bragagnolo es uno de los miembros de la Organización "Guardia de Hierro" que junto con Daniel Adrogué hicieron la ingeniería financiera para el lavado de bienes apropiados por el grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada a empresarios secuestrados, según narró en estas páginas Susana Viau el 29 de marzo. Pero también su hermano y hombre de confianza de Romero Victorica apareció vinculado con el jefe del grupo de tareas de la ESMA, capitán Jorge Acosta, y su oficial administrativo, Jorge Radice, en el Astillero Astilsur, con el cual se consumó una estafa al Banco Central. Astilsur había solicitado en varios bancos créditos de la línea de prefinanciación de exportaciones para construir dos remolcadores destinados a una empresa de Panamá, vinculada con el astillero. Aunque los avales fueron suscriptos por un banco panameño sin solvencia suficiente y los informes técnicos indicaban un considerable atraso en las obras, el banco Argentaria desembolsó todo el crédito (que pagaba el Banco Central) "como si el bien hubiera salido del país totalmente equipado". Por una operación similar con Astilsur fue procesado Ricardo Gotelli, del Banco de Italia: consistía en exportar, reingresar al país y volver a exportar dos barcazas, con un beneficio financiero de dos millones de dólares en cada pase de magia. En total Astilsur hizo desaparecer 32 millones de dólares. El Banco Central desistió de continuar con el juicio y la jueza Servini de Cubría declaró la prescripción para aquellos implicados que no habían sido procesados en el momento oportuno cuando el expediente estuvo en el juzgado federal 5. Bragagnolo no está entre los procesados en los cincuenta cuerpos de esa causa, que precipitó la caída de varios bancos, como Alas y Nuevo Santurce.

Las propiedades saqueadas a la familia mendocina Cerutti fueron transferidas a la compañía "A & B Consultores", de la avenida Pueyrredón 2432, en la que la A correspondía a Adrogué y la B a Bragagnolo. En el padrón electoral y en la guía telefónica, Pueyrredón 2434 es el domicilio de los padres de Marcelo Martín y Luis Alberto Bragagnolo: María Elvira Bustillo y Efraín Domingo Bragagnolo. Esto no quiere decir que Bragagnolo abomine de los gobiernos electos por el voto. Merced a contactos que fuentes radicales identifican con el siempre ubicuo y misterioso Enrique Nosiglia, Bragagnolo asesoró sobre la fusión de los bancos Provincia de Córdoba y Social de Córdoba.

Papeles

Un diálogo entre los dos hermanos Bragagnolo muestra la familiaridad de ambos con Romero Victorica, la frecuencia de sus contactos y la importancia de los asuntos que manejaban en común. La mujer del fiscal le ha dicho a Marcelo que Romero Victorica se fue a Ituzaingó, Corrientes, con dos de sus hijos. Luego Marcelo informa a su hermano.

--Ché, el Potro está afuera, Acabo de hablar con Inés y está en Ituzaingó.

--Cazando pescados.

--Si, cazando pescados.

Los hermanos discuten cuándo regresará el fiscal y qué hacer si necesitaran comunicarse antes con él:

--¿Cuándo vuelve?

--La otra semana.

--¿El lunes?

--No, el miércoles. Pero si es una cuestión de vida o muerte lo llamo por red policial y me llama. Ya está planteado.

Entre las escuchas telefónicas de la causa hay varias que indican que Marcelo Bragagnolo mantenía en forma simultánea la relación con Romero Victorica y el investigado Cataldi. En una de ellas la secretaria de Bragagnolo, María Victoria, llama a su jefe a Estados Unidos.

--Disculpá que te moleste, pero me pidió Miguel [Arreseigor, su socio] que te llamara por el tema de que llegaron unos papeles acá. Está todo listo lo de Sacoar. Miguel pregunta si hay que llevárselos a Romero Victorica.

--Sí, hay que llevárselos. Un juego completo. Dame con Miguel que yo le explico.

Se pone en línea Miguel, quien prosigue el diálogo con Bragagnolo:

--Como Vicky no tenía ninguna instrucción tuya preferí que hablara con vos, para que la autorizaras a llevar eso a Romero Victorica.

--Preparale un juego entero, con la denuncia y todo lo demás y dáselo a Victoria

--Bueno, te doy con ella.

--Hola, Marcelo.

--El lunes a la mañana, cuando llegás, te va a dar un papel Miguel y se lo llevás a Romero Victorica. ¿Te acordás dónde es, en el quinto piso?

--Sí, me acuerdo.

--¿Hablaste con Cataldi ayer?

--Sí, hablé con Cataldi y me dijo en concreto que la semana que viene me va a hacer un giro con el dinero.

--Bueno, entonces andá a lo de Anchorena.

--Sí para buscar los mil.

También quedó registrado un diálogo de la secretaria de Bragagnolo con Cataldi:

--Señor Cataldi, le habla María Victoria. Mire, acabo de recibir un llamado de Marcelo. Me dijo que usted me tenía que dar 5.000 pesos.

--Sí.

--¿Cuándo me los puede dar y dónde los voy a buscar?

--En principio el jueves., yo voy a estar en Buenos Aires.

Otra colaboradora, Eugenia, completa el tema del sobre a Romero Victorica con el socio de Bragagnolo, Miguel Arreseigor:

--Disculpe que lo moleste, pero acaba de llamar González Arnaldo. Dice que en el escrito que le mandamos están mal las fechas.

--Bueno, rehacés el escrito y se lo mandás a firmar.

--¿Y después qué hacemos con eso?

--Es lo que nosotros vamos a mandar a la Fiscalía.

--Bueno.

--Marcelo dejó ahí un sobre con unas cosas.

--Sí, sí, es para llevárselo a Romero Victorica.

--Exactamente. Antes de presentarlo yo voy a hablar con él. Decile que estoy de viaje y que casi seguro mañana en la mañana estoy en Buenos Aires.

--De acuerdo.

--Decile que se quede tranquilo, que el escrito lo vamos a presentar mañana pero después que yo hable con él.

--A mí Marcelo me dijo que ésto es para presentar el 5 de agosto.

--Está bien. Entonces decile que nosotros lo vamos a presentar el primer día hábil después de la feria.

Doble vida

La empresa sobre la cual Bragagnolo envió los papeles a Romero Victorica, Sacoar, es una de las relacionadas con el también liquidado Banco Platense. Juan Anchorena fue uno de los inspectores que no detectaron nada anormal en el BID hasta muy poco antes del derrumbe. Su relación privilegiada en el Banco Central era con otro de los ahora procesados en la causa del BID, el ex inspector del Banco Central Carlos Buscarini, también relacionado con el Servicio de Informaciones Navales.

Por la tarde, Buscarini trabajaba en el Banco Central, pero por las mañanas podía encontrárselo en su oficina en el BID. Contaba para ello con la indulgencia del más antiguo integrante del directorio, Manuel Domper, uno de los dos directores que no se han movido de allí desde que el presidente Carlos Menem lo designara en 1989. A cargo de Superintendencia, Domper autorizó la mayoría de los expedientes por lo cuales el BID absorbió entidades en problemas financieros y sucursales de entidades liquidadas, con muy convenientes facilidades de pago. Un hijo de Domper era apoderado del BID, que creció en forma espectacular comprando otros bancos chicos con redescuentos del Banco Central y luego vaciándolos. Esta bicicleta dejó de rodar a partir de la corrida que sucedió a la crisis mexicana, cuando se secó la tinta de los sellos de goma usados para los autopréstamos y sólo quedó un polvillo acre. El desastre pudo haberse evitado si el Banco Central hubiera hecho oídos a un informe elevado por el funcioanrio de Sduperintendencia Marcelo Muñoz, quien dos añlos antes de la caída recomendó investigar a fondo las operaciones del BID. El resultado fue el alejamiento de Muñoz de Superintendencia hacia la inofensiva sección de Servicios Generales.

La doble vida de Buscarini fue descubierta por otro compañero de trabajo en la Superintendencia del Banco Central, Ricardo Portela, quien denunció en la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas y ante la auditoría interna del banco, que simultáneamente era funcionario del Banco Central y de una entidad privada a la que debía controlar . El único resultado fue el alejamiento de Portela, quien no trabaja más en el Banco Central. De allí, Buscarini pasó a la sociedad Costa del Plata, donde representaba los intereses del grupo Cataldi-BID. En las escuchas de sus conversaciones ordenadas por Bonadío, se habla de inspectores del Banco Central mensualizados. También habla desde el Banco de Crédito Provincial de La Plata, donde fue asesor de Francisco Javier Trusso. Bragagnolo también sirvió de nexo entre Buscarini y Romero Victorica.

La piñata

Costa del Plata intervino en uno de los emprendimientos fundacionales del menemismo inmoboiliario, el reciclaje del dock 14 de Puerto Madero. Su actividad fue financiada con créditos del BID por 5,6 millones de pesos y su calificación crditicia era "De alto riesgo de insolvencia". Bonadío procesó a Buscarini como autor de defraudación y asociación ilícita, y le embargó bienes por 10 millones de pesos. En una escucha telefónica citada en el auto de procesamiento del íntimo colaborador de Domper en el Banco Central, Buscarini discutía acerca de la escritutación de los locales y departamentos del Dock 14: "Acá dice millones de mangos, que no son de él. Son nuestros. Si vamos presos iremos presos nosotros. Pero ir preso por el 50 por ciento no es negocio", bravuconea.

La piñata de los redescuentos del Banco Central no se detuvo en Puerto Madero. En plena corrida bancaria durante el denominado "Efecto Tequila", el Banco Central superó su propio record: en un sólo día otorgó un redescuento y revocó la autorización para funcionar a Multicrédito Compañia Financiera, de Mendoza. El juez federal citó al vicepresidente en aquel momento y ahora presidente del Banco Central, Pedro Pou, quien negó cualquier relación con aquellos redescuentos. Pero el ex gerente de crédito del BCRA, Juan Carlos Báez, declaró en la misma causa que Pou había ordenado otorgarlos y presentó como prueba el documento que en la jerga del banco se llama "constatación telefónica" de la orden. El incidente se desglosó para que se investigara aparte a Pou en otra causa por falso testimonio. Báez fue relegado a funciones triviales en el Banco Central.

Más comprometida es aún la situación del principal asesor de Pou en el Banco Central, quien cumple funciones de mayor responsabilidad que los miembros del directorio. Cuando Pou lo designó, Arnaldo Cisilino estaba procesado por el juez Jorge Urso por administración fraudulenta durante su desempeño como director de la Anses, donde fueron objetados una serie de contratos directos firmados entre 1991 y 1994 con IBM, que actuó como consultor y proveedor simultáneamente.

 

"Puedo decir que es un chorro"

 

Este es uno de los diálogos telefónicos de Bragagnolo grabados por el juez Bonadío. El interlocutor está identificado como NN:

B --Cuando hay patrimonios económicos no se trata de cuestiones personales. No puedo ser yo el que le haya (inentendible) a los tipos.

NN --No, claro.

B --Yo lo que puedo hacer es decir, bueno chicos, la mejor oferta es esa. Su usted hace otra cosa nos vemos en el juzgado federal.

NN --Claro.

B --Hay un nuevo director a cargo. A Fosatti lo procesaron y puede terminar preso. El quilombo [en el Banco Central] es monstruoso.

NN --¿Y a quién destinaron en su reemplazo?

B --A un forro que se llama Pérez Maravilla. Un pobrecito que le anda diciendo a Liendo que hay una conspiración entre Romero Victorica, Norberto, Celita y yo para echarlo a Roque Fernández y ponerlo a Eduardo Conessa como presidente del Banco Central. No sé si habrás escuchado boludez semejante.

NN --Boludeces chiquitas.

B --Vos podrás decir que [el defensor de Cataldi, ex juez federal Norberto Angel] Giletta es un arbitrario, un pelotudo. Yo puedo decir que es un chorro.

NN --Por supuesto.

B --Vos podrás decir que Romero Victorica es abritrario. Yo puedo decir que es un chorro.

NN --Si, por supuesto.

 

Elegancia

Bragagnolo, habla con el abogado Alberto McMullen, defensor del ex presidente de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, en la causa por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador. Pero McMullen es al mismo tiempo asesor del director del Banco Central Daniel Peralta, designado allí por intercesión de un homónimo del fiscal, el ex senador y ahora gobernador de Salta, Juan Romero:

McMullen: Tengo las fotocopias que me pediste.

Bragagnolo: Las mando a buscar. El miércoles que viene estás invitado al Círculo de la Fuerza Aérea. La invitación es extensiva a tu jefe [el director del Banco Central Daniel Peralta]. ¿Te imaginás por quién?

McMullen: Sí.

B: Va a estar él y el brigadier Evergisto Gómez.

McM: Evergisto se llama. Pobrecito.

B: Pobrecito, pero el tipo es de la pesada pesada. Mató a los padres y a los empleados del Registro Civil y los metió en el Pozo de Banfield. Me dice Juan que cuando leas el requerimiento legal vas a ver con qué elegancia quedaste afuera.

McM: Está bien, será agradecido.

 

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