CREDITOS POR U$S 320 MILLONES PARA INUNDACIONES QUE NO SE USAN

EL AHORRO TAMBIÉN ES PECADO

Mientras el Gobierno dice que gestionará "créditos de rápido desembolso" del Banco Mundial para paliar la grave situación de los inundados, lo cierto es que los fondos ya estaban disponibles pero no se utilizaron debido a la desidia e ineficiencia de la burocracia del Ministerio del Interior. El Banco Mundial aprobó en diciembre del '96 el desembolso de un paquete de financiamiento para realizar "obras de protección contra inundaciones" por un monto de 200 millones de dólares, que se completó con 120 millones aportados por el Eximbank japonés. Según pudo averiguar Página/12 en Washington, y confirmó en fuentes locales, al 31 de marzo último sólo se habían ejecutado 710 mil dólares de los 320 millones previstos. Es decir, apenas el 0,22 por ciento del total de recursos disponibles. No sólo los fondos no llegan, sino que encima Argentina paga anualmente un punitorio por créditos no ejecutados del Banco Mundial.

Entre la "comisión de compromiso" y los gastos administrativos el costo llega a 1,75 por ciento del crédito no desembolsado: en el caso del préstamo para prevenir inundaciones, 5,6 millones de dólares, ocho veces lo que se concretó hasta hoy en obras. En abril del año pasado, el ministro Carlos Corach anunció con fanfarrias la firma de los créditos destinados a la "construcción de protecciones, estaciones de bombeo, planes de ordenamiento urbano y sistema de alarma" para moderar el impacto social de futuras inundaciones en la región hoy sumida en la catástrofe.

El funcionario del Banco Mundial encargado en Buenos Aires de los préstamos para inundaciones e infraestructura, el paquistaní Asis Faiz, atribuyó la demora en los desembolsos a "un problema en la burocracia del Ministerio del Interior". Luego quiso relativizar la gravedad de su acusación aduciendo que era "un problema del sistema federal de gobierno", ya que los créditos deben contar con el consentimiento de varias jurisdicciones administrativas.

Roque Fernández declaró ayer que gestionó créditos de "rápido desembolso" para los inundados la semana pasada en Washington ante James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial. Pero Faiz reconoció a Página/12 que no sería necesario solicitar nuevos préstamos para los inundados, sino que podrían utilizarse "los recursos que existen y que hasta ahora no se utilizaron" (ver aparte).

El 11 de diciembre de 1996, el directorio del Banco Mundial aprobó el crédito 4117-AR destinado a "obras de protección de inundaciones" en siete provincias argentinas: Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Buenos Aires. El financiamiento se componía de 200 millones del Banco Mundial, 120 millones del Eximbank japonés y el resto, hasta 500 millones, sería aportado por los gobiernos provinciales. En aquel entonces, funcionarios del Banco declararon que "los primeros 300 millones (del paquete) estarían disponibles en unos seis meses", es decir en junio del año pasado.

El 17 de abril del '97, en un acto organizado por el Ministerio del Interior en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Carlos Corach oficializó el anuncio. Como los créditos quedarían bajo la supervisión de su cartera, pero requerían la firma del ministro de Economía, Corach incluso se permitió una ironía: "Roque les pone la firma y nosotros gastamos", afirmó. Recién el 21 de octubre pasado, once meses después de la aprobación del crédito por el Banco Mundial, Interior cumplió con los requisitos para hacer "efectivo" el crédito y destrabar las desembolsos. Así, al 31 de marzo del '98 sólo se habían desembolsado 710 mil dólares. Ayer, el funcionario responsable por estos créditos, Rodolfo Vacchiano, secretario de Relaciones con las Provincias del Ministerio del Interior, se encontraba de viaje por Washington liderando una misión oficial de empresarios PyMEs. Jorge Acosta, titular de la Unidad Ejecutora Central del Ministerio, que se encarga de supervisar los créditos, informó que tampoco se encontraba en Buenos Aires. Sólo un colaborador suyo, que pidió no ser identificado, reconoció las demoras, pero las justificó diciendo: "No es soplar y hacer botellas, no se pueden gastar doscientos millones de dólares en una semana". En tanto, disparó contra "la burocracia del Banco Mundial".

Una calificada fuente del Banco Mundial en Washington le dijo a este diario que "el gobierno argentino gestiona créditos que después no utiliza". Y que la demora en la ejecución de los préstamos para inundaciones era injustificable porque el Gobierno logró la expeditiva aprobación del organismo a fines del '96 al presentarlos como la continuación de otros gestionados en 1992. Ese año, el Banco había concedido el préstamo por 170 millones de dólares (el 3521-AR) para financiar un programa de emergencia para zonas inundadas del noreste. Según los registros del Banco, recién este año (seis años después, aunque formaban parte de "un procedimiento de emergencia") se terminarán de ejecutar los últimos dos millones de dólares.

El 20 de enero pasado, el Banco Mundial aprobó otro crédito por 42 millones de dólares (el 4373-AR) específicamente para "emergencias e inundaciones" provocadas por la Corriente del Niño en Argentina. Pero todavía el presidente Menem no firmó el decreto de aprobación correspondiente, requisito indispensable para avanzar con los desembolsos. "Esperamos que se firme y se haga efectivo en menos de tres meses", comentó a Página/12 Asis Faiz.

Según la fuente del Banco Mundial consultada en Washington, el tiempo promedio de ejecución de los préstamos en Argentina es de 7 años, cuando lo normal serían 5 años. Más allá de ese plazo se considera "antieconómico": a partir del sexto año el Gobierno debe comenzar a pagar el capital de la deuda, y entonces se da la paradoja de que por una ventanilla recibe los fondos del Banco y por la otra los devuelve. Además, por los fondos que no utiliza, el Gobierno debe pagar una "comisión de compromiso" (0,25 por ciento anual del total del préstamo) y gastos administrativos (1,5 por ciento) para mantener vigente el crédito. Sólo por el préstamo demorado de "obras para prevenir inundaciones", el costo es ocho veces mayor a lo que se lleva ejecutado. El año pasado se calculaba que Argentina debía pagar anualmente unos 50 millones de dólares para que no se caigan préstamos otorgados pero no utilizados.

ASIS FAIZ, DEL BM, CRITICA LA BUROCRACIA DE INTERIOR

"SE NECESITAN MENOS POLÍTICOS"

En diálogo telefónico con Página/12, el paquistaní Asis Faiz, el funcionario del Banco Mundial en Buenos Aires encargado del área de infraestructura explicó las demoras en la ejecución de los créditos:

-En el Ministerio del Interior dicen que la demora en la ejecución del crédito 4117-AR para prevención de inundaciones se debe a la burocracia del Banco Mundial.

--Es un problema de la burocracia del Ministerio del Interior. Ellos necesitan de 10 a 12 meses para hacer efectivos los préstamos (desde la aprobación del Banco).

--Hay otro préstamo, de "emergencia" por inundaciones provocadas por la corriente del Niño, por 42 millones de pesos, que ya fue aprobado por el Banco en enero último y que el gobierno argentino todavía no convalidó con un decreto.

--Esperamos que se firme y se haga efectivo en menos de tres meses.

--Argentina todavía tiene 320 millones del Banco Mundial y del Eximbank para asistir a zonas inundadas, de los cuales sólo ejecutó 710 mil pesos. No tiene racionalidad económica pedir ahora otro crédito para los inundados como dice que está gestionando el Gobierno.

--Es verdad. No creo que haya nuevos prestamos en este sentido. Vamos a utilizar los que existen y que hasta ahora no se usaron. El Banco va a aplicar un criterio de flexibilidad para utilizar estos fondos.

--El promedio de ejecución de los créditos del Banco en Argentina es 7 años, cuando según los expertos si sobrepasan los 5 años se vuelven antieconómicos.

--Tiene razón. Pero no es un problema sólo de Argentina, sino de los países federales: pasa lo mismo en India, Paquistán y Brasil. Por cada préstamo de este tipo necesitamos un convenio entre la Nación y la provincia, lo cual lleva tiempo. Es un problema del sistema de gobierno. Le quiero aclarar que la oficina de (Jorge) Acosta en el Ministerio del Interior tiene funcionarios world class.

--¿Cómo puede decir esto siendo que Argentina tiene que pagar todos los años una comisión elevada por créditos demorados y no ejecutados?

--Estoy hablando en el sentido técnico, no en el administrativo. Los procesos administrativos son diferentes.

--¿Hacen falta más contadores y menos políticos en la toma de decisiones?

--(Risas). Sí, menos políticos.

Por E. T.

"Tuvimos un cruce con el ministro del Interior hace unas semanas, cuando recibí ATN (Aportes del Tesoro Nacional) exclusivamente para municipios justicialistas. Me dolió porque ya había varios municipios con problemas de agua. Le dije a Corach: `Carlos, necesito un trato igualitario para todos y, en especial, para los afectados`. Me reconoció que así era el hecho y que iba a mandar para el resto de los municipios. Supongo que lo va a hacer." El gobernador del Chaco, Angel Rozas, confirmó con ese párrafo que los municipios opositores de su provincia fueron discriminados por los manejos que realiza el Ministerio del Interior con los 300 millones de dólares de Aportes del Tesoro Nacional. Por segundo día consecutivo, Corach repitió que no hay ninguna discriminación pero no ofreció ninguna cifra sobre distribución de los ATN que desmintiera las publicadas ayer y el domingo pasado por este diario. Mientras tanto, la manera en que se administran los ATN ha comenzado a ocupar un lugar central en el debate político: Eduardo Duhalde, Fernando de la Rúa, Graciela Fernández Meijide, Carlos Ruckauf, entre otros, opinaron sobre el tema.

El debate sobre los ATN tiene una importancia difícil de exagerar, que trasciende incluso la tragedia de las inundaciones. Como cualquier fondo que no se rinde --sean el dinero reservado de la SIDE o los subsidios del Plan Trabajar--, constituye un fantástico instrumento para premiar fieles y castigar disidentes. Las cifras de los municipios del Chaco se repiten con pocas variantes en todo el país, y hay un caso en el que desbordan cualquier racionalidad: la provincia de La Rioja se queda con un 36 por ciento de todos los ATN. Es claro que allí no vive el 36 por ciento de los habitantes del país, pero es la provincia del Presidente y todos los ministros del Interior desde Julio Mera Figueroa hasta Carlos Corach se vieron obligados a cumplir órdenes. Prácticamente nadie ha discutido la manera en que ahora se reparte la ayuda. El debate se refiere a la manera en que el Gobierno administra estos fondos y no empezó ahora: sólo tomó mayor difusión por el dramatismo del contexto.

Carlos Corach no discutió ninguno de los datos publicados por Página/12. Reconoció que "se le enviaron quinientos mil pesos en concepto de ATN y allí aparece el listado de municipios que recibieron esos fondos". El "listado" está compuesto exclusivamente por intendencias controladas por el PJ, tal como este diario informó en su edición de ayer. Pero el ministro aclaró que "esos adelantos son excepcionalmente utilizados para esta emergencia, pero no están destinados a ella. En cuanto a la labor de prevención, se transfirió al Chaco, entre 1993 y 1997, un total de 41 millones de dólares en programas compartidos con el Banco Mundial, el BID. Hay un programa de emergencia hídrica en el Chaco por 66 millones".

Eduardo Duhalde consideró que la discriminación de los municipios opositores del Chaco es una consecuencia de la queja de los intendentes peronistas por "la manera en que los tratan los gobernadores de la provincias que no están gobernadas por hombres de nuestro partido". Duhalde sostuvo que "lo que hay que tratar es que nadie discrimine". Reconoció además que, en algunos casos, como el de La Rioja, "puede haber favoritismo porque son fondos que se manejan de manera discrecional".

El vicepresidente Carlos Ruckauf sostuvo que las quejas son habituales. "Es una tradición. En Córdoba se quejan los intendentes del PJ, en Santa Fe se quejan los de la Alianza", dijo. Ruckauf respondió "habría que preguntarle a él", a la inquietud periodística sobre el manejo de los Aportes del Tesoro Nacional.

Graciela Fernández Meijide reclamó: "Hay que distribuir bien y adecuadamente los recursos, preocupándose por cómo hacerlos llegar y, por sobre todo, no permitiendo el robo ni el favoritismo". Fernando de la Rúa pidió que se postergue la discusión para cuando bajen las aguas. "Hay que dejar la discusión para aclarar después cómo deben hacerse las cosas para que no haya diferencias para nadie", dijo el jefe de Gobierno de la Capital.

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