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UN IDOLO NO PUEDE DECIR QUE "BOCA ES UN CABARET"

VEIRA MULTÓ A LATORRE

El técnico se puso en líder del grupo y reivindicó el trabajo: "Nos levantamos a las siete de la mañana para trabajar".

Veira y Caniggia en el entrenamiento de ayer: "Está todo bien".

El técnico dijo que Latorre podrá ser titular el domingo.

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 Por F. M.

t.gif (67 bytes) Boca volvió a ser "para la prensa" un equipo sin problemas internos. Ayer, antes de la práctica de fútbol en el predio del Sindicato de Empleados de Comercio, en Ezeiza, el entrenador Héctor Veira mantuvo una larga charla con los jugadores donde les pasó la factura por todas las declaraciones que comprometieron la situación interna del plantel durante los últimos días. El primer acuse de recibo fue para Diego Latorre. Veira le comunicó al jugador que pedirá a los dirigentes que lo multen económicamente por las declaraciones en las que sostuvo que "Boca era un cabaret", pero a su vez dejó entrever que Latorre podría ser uno de los titulares el próximo domingo ante Ferro. Por su parte, los compañeros del delantero, quienes habían sido acusados de "falta de autocrítica", trataron de apagar la mecha y evitar así una explosión cuando al referirse a lo sucedido comentaron que se trató de "un momento de calentura" y le quitaron importancia.

"Acá nos levantamos a las siete de la mañana para laburar y concentramos dos días antes de cada partido. No vivimos de noche como en los cabarets", fue lo primero que manifestó Veira a los medios luego de la charla con los jugadores previa a la práctica, claramente disgustado por las palabras de Latorre. "Me cayeron muy mal las declaraciones de Diego. Lo hablamos con el grupo y decidí pedirles a los dirigentes que le apliquen una multa porque un jugador de las características de él, símbolo como es en Boca, no puede decir eso", manifestó, malhumorado. "No necesito que nadie me diga nada. Me parecieron muy mal las declaraciones a mí y a todos en general. Hicimos una reunión y hablamos cosas en privado. Nada más", agregó el entrenador, para poner luego el énfasis en el significado especial que tenía el hecho: "Por eso, precisamente porque Latorre es un ídolo, un referente, un símbolo de Boca, es que merece ser multado... Porque no es un chico. Y no tiene nada que ver lo económico, porque la plata va y viene, y tampoco es cuestión de pedir disculpas, porque él es un profesional". Sin embargo, trascendió que sí hubo disculpas y aclaraciones, pero que en ningún momento se pensó en dar marcha atrás con la sanción económica pedida. Es que Veira afrontó la situación con la idea de ratificar su liderazgo personal: "El técnico tiene que ser el principal líder, el que tenga unido al grupo. Sobre todo cuando la campaña no es buena. Como la que venimos cumpliendo en Boca", sostuvo.

La charla obligó necesariamente también a Latorre a comentar que no se siente cómodo cuando se hacen públicos los problemas internos del plantel. Para el jugador Boca ya no es un cabaret, sino que "es un equipo que está bien" y en el que "no existen peleas entre los jugadores". De todas formas, el controvertido delantero aceptó --aunque no de buena gana-- la medida tomada por el entrenador: "Si recibo una sanción económica no me voy a hacer problemas", dijo Latorre. Pero también agregó: "Ya se puede esperar cualquier cosa".

"El explicó que en realidad no quiso decir eso. Que sintió que estaba en la mira de todos. Pero se habló y él entendió que nadie le echó la culpa a él solo", comentó a Página/12 Claudio Caniggia. La misma actitud conciliadora tuvo Néstor Fabbri, quien no dudó en decir que "las cosas que nos decimos quedan entre nosotros.`Nosotros` con él (por Latorre) no tenemos nada", sentenció el capitán.

 


 

PARA POMPILIO, VEIRA YA FUE

El tema del futuro de la dirección técnica de Boca se mueve dentro de los mismos parámetros de ambigüedad y equívoco que todos los demás. Así, mientras Veira se siente --o dice sentirse-- absolutamente respaldado el vicepresidente primero de Boca Juniors, Pedro Pompilio, aseguró ayer que el entrenador de Boca tiene los días contados y que se alejaría definitivamente el próximo 23 de mayo, al término del Torneo Clausura. En cuanto al sucesor, Pompilio no dio mayores precisiones pero aclaró que sólo hay dos nombres instalados seriamente --serían Carlos Bianchi y Daniel Passarella--. Manifestó, además, que "habrá que actuar con la mente fría, poniendo la cabeza en el freezer y sin margen de error".

"El presidente Macri me dio todo su apoyo y me confirmó que seguiré trabajando aquí", dijo por su parte Veira. Y aunque se mostró molesto por los sondeos para testear las preferencias de los socios, las aceptó "por ser parte del juego". El entrenador, hablándole al hincha de Boca, dijo: "Tienen que quedarse tranquilos porque --con cualquier técnico que sea-- el equipo está: mi bronca es que nunca lo pude formar dos veces seguidas igual".


 

ESTA NOCHE, EN MEXICO Y POR LA COPA

RIVER CONTRA EL AMÉRICA

t.gif (67 bytes) Con la ausencia de ocho jugadores afectados a distintas selecciones, River buscará hoy ante el América de México un resultado positivo en el encuentro de ida correspondiente a los octavos de final de la Copa Libertadores. El encuentro, que marca la primera confrontación de un equipo argentino con uno mexicano en esta competencia y es de sumo riesgo para los de Díaz, comenzará a las 22.30 y será televisado por América.

Después de una miniserie de tres partidos locales sin ganar, algo insólito para el multicampeón, River tiene no sólo ganas sino también necesidad urgente de ganar en cualquier terreno. Casi sin posibilidades en el Clausura --está a diez unidades del líder Vélez--, Ramón Díaz apuesta todo a la obtención de la Copa. Sin embargo, esta noche no podrá contar con Burgos, Berti, Escudero, Astrada y Gallardo, que están en la gira con Passarella, tampoco con el chileno Salas ni con los paraguayos Sarabia y Ayala, que hoy jugarán amistosos con sus selecciones. Si bien el técnico no confirmó el equipo, la única duda que tiene es la presencia de Hernán Díaz, quien el lunes sufrió un esguince de tobillo y se espera su evolución.

Su rival también se presentará diezmado, ya que seis de sus titulares están afectados a la preparación de México para el Mundial. Además, a diferencia de River, la prioridad del América es el torneo local --título que no obtiene desde 1988--, en el que está clasificado para las semifinales.


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